Rodrigo Miguel González Sánchez
Según el último Aviso Epidemiológico emitido por la Secretaría de Salud el día 11 de abril de 2025, se informa que existe un incremento significativo de los casos de Tosferina en México, esto en gran medida debido al descenso en las coberturas de vacunación en todo Latinoamérica posterior a la pandemia de COVID-19.
En México hasta la semana epidemiológica 14, de este año 2025; se han notificado 2,549 casos probables, de los cuales 696 se han confirmado, con una incidencia de 0.52 casos por cada 100,000 habitantes y 37 defunciones en 14 estados del país. Con una tasa de letalidad del 5.3%. Esta cifra revela un incremento significativo, respecto de las tasas que se presentaron en 2023, de 0.14 casos y 0.38 casos en 2024, por cada 100,000 habitantes.
Querétaro reporta hasta esta 14 semana epidemiológica, 77 casos probables y 16 casos confirmados, con una incidencia de 1.81 x cada 100,000 habitantes.
La Tosferina es una enfermedad que ha acompañado a la humanidad desde el comienzo, producida por la bacteria bacilar Bordetella pertussis, su nombre proviene del médico e inmunólogo belga que la descubrió; Dr. Jules Bordet, y del latín per: intenso, tussis: tos; que son las principales características de su cuadro clínico. Su evolución transita por cuatro periodos en la historia natural de la enfermedad, que incluyen: un periodo de incubación, catarral, paroxístico y convalecencia, que puede durar en conjunto, hasta 2 meses.
La característica principal del cuadro clínico, es definitivamente la tos en accesos, estos accesos pueden llevar al paciente a presentar cianosis (pigmento azulado), emesis (vómitos posteriores a la tos), disnea (dificultad para respirar) y una necesidad de aire al término de los accesos (canto de gallo); que le dan las características clínicas al cuadro. Se encuentra entre las primeras causas de tos crónica (más de 3 semanas) en los pacientes adultos, y es una patología bastante contagiosa en general.
Los grupos vulnerables son los recién nacidos menores de 2 meses de edad, que no tienen vacunas aplicadas y tienen un sistema inmunológico inmaduro, asimismo las personas que tienen más de 10 años de haberse aplicado la vacuna de DPT (pues esta vacuna baja su efectividad después de 10 años de aplicada), ameritando nuevas dosis para reforzar la inmunidad. Otros grupos vulnerables son las personas con enfermedades previas, tales como cardiopatías, neumopatías, obesidad, inmunocompromiso e inmunosenecencia en pacientes mayores de 65 años.
Por lo que se propone desde la Secretaría de Salud, fortalecer la vigilancia epidemiológica y garantizar la notificación, estudio, toma de muestra y clasificación, de cada caso probable que se presente. De igual manera, intensificar las actividades de vacunación en todos los grupos vulnerables, vacunando sobre todo a las embarazadas, completar esquemas de vacunación en la niñez 2, 4, 6 meses, 18 meses, 4 años, 12 años y revacunar a toda la población a los 10 años de haberse aplicado la vacuna de DPT, así como considerar los grupos vulnerables.
Otras medidas generales incluyen, el estornudo y tos de etiqueta, lavado frecuente de manos y en casos de tos crónica, acudir a valoración por su médico, para establecer un diagnóstico y tratamiento.
Infectólogo Pediatra