El triunfo de Claudia Sheinbaum en las elecciones para la Presidencia de México provoca incertidumbre en exploración y producción petrolera, de acuerdo con un análisis realizado por Welligence Energy Analytics.
“La aplastante victoria de Claudia Sheinbaum, la candidata respaldada por la actual Administración, plantea interrogantes sobre la dirección futura del sector ‘upstream’ (exploración y producción), ya que sus políticas energéticas siguen sin estar claras.
“La pregunta clave es qué versión de Sheinbaum obtendrá México: una que mantenga el ‘status quo’ o una que abrace el pragmatismo y trabaje con la industria para desbloquear el vasto potencial de hidrocarburos del País”, señala la consultora internacional especializada en energía.
La virtual Presidenta electa enfrentará un déficit fiscal que podría limitar las transferencias a Pemex, ante sus elevados niveles de deuda, y que podrían complicar la situación financiera del País.
Welligence señala que Sheinbaum ha planteado asumir parte de la deuda de Pemex, de entre 20 mil millones y 40 mil millones de dólares, lo que podría reducir la disponibilidad de recursos para proyectos emblemáticos.
Pablo Medina, head of New Ventures de Welligence Energy Analytics, recordó la importancia de permitir inversiones para exploración de nuevos campos.
“Claudia tiene una situación económica más difícil y con una bomba de tiempo que es Pemex, entonces esa será su primer gran prueba. Absorber la deuda de Pemex sin hacer cambios estructurales es quemar dinero, ese será el primer indicio de hacia dónde va a pintar su Presidencia”, puntualizó.
Retrocede PIB de energía eléctrica
En lo que va de la presente Administración, el Producto Interno Bruto (PIB) promedio de la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final presentó un revés.
Las cifras ajustadas por estacionalidad del Inegi revelan que del cuarto trimestre de 2018 al primero de este año, el PIB de ese sector fue en promedio de 367 mil 189 millones de pesos, 14.1 por ciento menos que el observado en el mismo lapso del Gobierno de Enrique Peña Nieto.
Es la primera reducción para un periodo similar de los últimos cuatro sexenios.
Alrededor de 81 por ciento del PIB del sector es aportado por la generación, transmisión, distribución y comercialización de energía eléctrica, mientras que 19 por ciento de la captación, tratamiento y suministro de agua y de gas natural por ductos.
John Soldevilla, director general de la consultora Economy, Business & Indicators (Ecobi), expuso que la razón del revés fue una baja en la inversión y la suspensión de la reforma energética, así como el freno a la participación privada en el sector.
César Castro, director de Análisis Económico de la consultora DARSI, coincidió con Soldevilla.
Castro aseguró que el actual Gobierno ha descuidado al sector eléctrico en medio de un gasto público desbalanceado, al estar centrado en las obras emblemáticas del sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
Según Soldevilla, por temas poblacionales y el crecimiento natural de la economía, la demanda de energía es creciente.
Hoy se produce 26 por ciento menos que en el sexenio anterior, una situación que significa que la capacidad de respuesta del Estado a la mayor demanda es insuficiente.
Agregó que esto puede ser una de las causas por las que no se ha podido dar respuesta inmediata para corregir y atender los apagones de este año.