La intervención en la Basílica del Santuario de Nuestra Señora de los Dolores, en el municipio de Colón, Querétaro, se realizó con el objetivo de nivelar el piso del templo y evitar encharcamientos, y no representó una alteración del valor histórico del inmueble, afirmó Rosa Estela Reyes García, directora del Centro INAH Querétaro. La funcionaria explicó que la licencia fue otorgada tras una revisión técnica que concluyó que ninguno de los pisos anteriores era original de época.
“En términos técnicos, ni el piso actual ni el anterior tenían valor histórico. La intervención se autorizó para emparejar las alturas, porque había diferencias que causaban inundaciones”, detalló Reyes García. Subrayó que el proceso fue acompañado por el INAH y que se realizaron visitas para explicar a los habitantes los criterios detrás de la decisión.
La intervención generó protestas por parte de algunos sectores de la comunidad, que expresaron su desacuerdo con los cambios. La directora reconoció que estas manifestaciones son legítimas y útiles para medir el grado de apropiación social del patrimonio. “Nos gusta cuando la comunidad se expresa, porque eso significa que lo valora. No es un tema de si es más bonito o más feo, sino de lo que representa para ellos”, sostuvo.
Ante la inconformidad, el Centro INAH organizó sesiones informativas para explicar que la obra tenía como fin mejorar las condiciones estructurales del inmueble y evitar afectaciones mayores en el futuro. La funcionaria insistió en que la participación ciudadana es bienvenida, pero también debe ir acompañada de una comprensión técnica de lo que se busca preservar.
“La garantía de que la gente cuida lo que valora es que lo reconozca, que lo tenga en su emoción”, afirmó. En este caso, agregó, se logró un acuerdo tras el diálogo con la comunidad, y actualmente el proyecto ha sido aceptado y continúa sin contratiempos.
Finalmente, Reyes García reiteró que todas las obras autorizadas por el INAH pasan por un proceso técnico riguroso, y que el organismo mantiene su compromiso de proteger el patrimonio sin ignorar las necesidades y la voz de las comunidades locales.