El mercado laboral mexicano no se ha recuperado todavía de la crisis de COVID-19, sobre todo porque su tasa de inactividad continúa por encima del nivel prepandemia a causa, principalmente, de los trabajadores de edad avanzada que dejaron su actividad y no han vuelto.
Este es uno de los principales puntos que destaca la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en el capítulo que dedica a México de su informe anual de Perspectivas del Empleo, en el que recuerda el profundo impacto que tuvo la pandemia en ese país.
“México experimentó una de las caídas más pronunciadas del empleo en toda la OCDE”, destacan los autores, que a continuación puntualizan que “gracias a una vacunación efectiva, a la recuperación gradual del turismo y a la reactivación del consumo interno, en el verano de 2022 su empleo total era levemente superior al de finales de 2019”.
En concreto, se situó en el 62.6 por ciento de la población en edad de trabajar en julio, comparado con el 62.4 por ciento en diciembre de 2019, antes de que estallara la crisis.
Sin embargo, las tasas de inactividad se mantienen un punto porcentual por encima de las que había antes de la pandemia.
La razón es que los adultos de edad avanzada, y en particular los del grupo de entre 65 y 74 años, optaron por dejar de trabajar sabedores de que los riesgos por el coronavirus aumentan con la edad.
Para ese grupo, la tasa de inactividad era en el cuarto trimestre de 2021 casi cuatro puntos porcentuales por encima de la que había dos años antes.
En cuanto al trabajo informal, que se redujo drásticamente al inicio de la pandemia por la inestabilidad de los puestos de trabajo, cuando la economía se reactivó también se ha puesto a subir. En marzo de 2022 la tasa de informalidad era de 56 por ciento, solo dos puntos porcentuales por debajo del promedio precrisis.
Como en la mayor parte de los países de la OCDE, el empleo juvenil no se ha recuperado del choque de COVID-19 con las cifras disponibles de comienzos de 2022.
Los autores del estudio vinculan “esta recuperación tan lenta” en gran medida con el alza de los inactivos (aumentaron en 0.4 puntos porcentuales) y con una pequeña baja de la proporción de demandantes de empleo entre los jóvenes (0.2 puntos porcentuales menos).