Alfredo González
En medio de una desaceleración de la inflación, los aumentos de precios en los productos y servicios públicos serán los que “impulsarán” la llamada cuesta de enero del próximo año, advirtió Édgar Luna, director del Centro de Investigaciones Económicas (CIE) de la UANL.
“Los incrementos de precios de la cuesta de enero serán menores este año en comparación con los de los últimos dos años, pero sobre todo serán los productos que estén muy asociados con las tarifas de todo lo que tiene qué ver con el sector Gobierno”, indicó.
“Siempre hay ajustes en esas tarifas, lo que vamos a ver muy reflejado en esos incrementos de precio que siempre llegan en enero”.
De acuerdo con sus estimaciones, en enero la inflación podría registrar una tasa de aumento de medio punto porcentual, tras finalizar en diciembre en alrededor de 4.5 por ciento, muy por debajo de las tasas de 7.4 en el 2021 y de 7.7 por ciento en el 2022.
“La inflación general para México probablemente a mediados o finales del próximo año ya va a estar acotada en el margen que maneja el Banco de México, que es de 3 por ciento más o menos un punto porcentual”, consideró.
En la primera quincena de diciembre, la inflación general en México se ubicó en 4.46 por ciento anual contra el 4.33 por ciento de la segunda quincena de noviembre.
Luna refirió que otros productos que son más proclives a registrar alzas de precios en enero son los que tienen un alto contenido de mano de obra no calificada, como los alimentos no procesados, ya que es en el campo en donde más habrá un impacto del alza de 20 por ciento en los salarios mínimos para el próximo año.
La cuesta de enero obedece a varios factores, recordó, como a algunos gastos que las personas deben enfrentar sólo ese mes, a diferencia del resto del año.
“En enero se ajustan algunos precios, tarifas del Gobierno, y hay algunos ajustes incluso en los salarios también.
“Nos agarra mal parados en términos de gastos, porque en diciembre, aunque la gente recibe el aguinaldo, gasta más por las fiestas”.
Luna estimó que los aumentos en los costos laborales podrían influir también en una repercusión en los precios de los productos o incluso una reducción del empleo en las pequeñas y medianas empresas.
“Para el área metropolitana (de Monterrey) en el CIE nosotros ya calculamos un índice que ya esta dentro de los márgenes del Banco Central, de entre 2 y 3 por ciento, pues en Nuevo León, los precios repuntaron y alcanzaron su máximo antes que a nivel nacional”.