Ernesto Sarabia
La inflación interna y la apreciación del peso mexicano en el mercado cambiario han impactado negativamente al poder de compra de las remesas familiares recibidas por México.
Así lo aseguró Jesús A. Cervantes González, director de Estadísticas Económicas y Coordinador del Foro de Remesas de América Latina y el Caribe en el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA)
Las remesas que entraron al País en diciembre de 2020 ascendieron a 40 mil 605 millones de dólares y para julio de 2023 alcanzaron 61 mil 588 millones, un incremento de 51.7 por ciento en el periodo.
Sin embargo, en pesos constantes, es decir, el poder de compra para los hogares que las reciben, su aumento acumulado fue de sólo 11.5 por ciento, explicó.
La combinación de una elevada inflación interna y un peso fuerte reduce el poder de compra de las remesas recibidas.
En el julio 2023, las remesas enviadas por los mexicanos que laboran en el exterior tuvieron un crecimiento anual en dólares de 6.6 por ciento, pero en pesos constantes (en poder de compra) cayeron 16.3 por ciento en su comparación.
Cervantes explicó que ello fue resultado de que en ese mes la tasa de inflación anual fue de 4.8 por ciento y el peso se apreció en 17.5 por ciento con relación al dólar.
De diciembre de 2020 a julio de 2023, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) acumuló un alza de 17.9 por ciento y el peso se apreció 15.3 por ciento.
Es por ello que al seguir la evolución del poder de compra en México de una remesa de 300 dólares mensuales, se observa un deterioro.
Para alcanza el poder de compra de diciembre de 2020 con la misma remesa en julio de 2023 se necesitarían 417.7 dólares.
No hay que descartar que este efecto de pérdida de poder de compra interno de las remesas esté incentivando un mayor envío de tales recursos a México, comentó Cervantes.