En su visita a Querétaro, los niños cantores de Viena estuvieron en Bernal y no perdieron la oportunidad de conocer el Museo de la Máscara y, claro, de comerse unas gorditas de maíz quebrado, pero sin salsa. Los artistas usaron disciplinadamente el cubrebocas, aunque por exigencia de tiempo tuvieron que entrar en grupo.