El subsecretario de Gobierno del municipio de Querétaro, Juan Carlos Arreguín Baltazar, resaltó que se ha trabajado con organizaciones como la Alianza por el Centro Histórico de Querétaro, para buscar dirimir las afectaciones que el comercio ambulante provoca en este sector.
Y es que este tipo de asociaciones ha solicitado en reiteradas ocasiones el retiro de este tipo de actividad, por lo que significa la temporada decembrina para el aprovechamiento de la actividad económica, pero también la competencia desleal que les representa el ambulantaje.
En este sentido, el funcionario destacó que se ha logrado generar un censo de vendedores en vía pública, así como mesas de diálogo con organizaciones de comercio ambulante, para lograr acuerdos que permitan su ordenamiento, como la reubicación y colocación en otros espacios.
Precisó que se han identificado alrededor de 506 vendedores de diversos productos, que no están en la formalidad; de los que muchos de ellos, dijo, están buscando la regularización. Mientras tanto, dijo, en muchos casos se “tolera” su presencia en las calles del primer cuadro de la ciudad.
“Ha sido presentado a esta agrupación y al resto de las agrupaciones que, insisto, son muchas, el trabajo que llevamos previamente en materia de ambulantaje. Este trabajo nos permitió hoy ya conocer un censo real, ya tenemos hoy en día identificados dónde están, quién vende, a qué organización pertenece, y estamos buscando con todas las organizaciones sociales que abanderan este tipo de expresiones de comercio, un diálogo para, en su caso, reubicar a la gente”, señaló.
Incluso, mencionó que actualmente se tienen vigentes cerca de 686 licencias de comercio en vía pública; pero recalcó que la intención del gobierno municipal es poder lograr el orden y el establecimiento del estado de derecho, que ponga piso parejo a la situación del comercio.
En contraste, Arreguín Baltazar apuntó que en el corte del mes de marzo a la fecha, se han presentado cerca de 304 aseguramientos de mercancía; ante la negativa de los ambulantes a dejar de ejercer su actividad.
“Ante esta insistencia de no respetar la invitación o la convocatoria de la autoridad, es que procedemos a la última instancia, que es la que el reglamento nos da, que es la del aseguramiento. Acudimos y nos quedamos con la mercancía, como garantía para que ellos paguen su multa, y en su caso desistan de su intento de ponerse donde ellos quieran a la hora que quieran”, argumentó.