- Se atienden legítimas demandas de los paristas
- Deben recuperar la memoria de los fundadores
- Personajes vivientes de la cultura en Querétaro
- Hoy habrá una noticia en el reino de la Navidad
La UAQ.
Poco a poco va regresando nuestra máxima casa de estudios a la normalidad, luego del paro estudiantil más largo de su historia, con la diferencia de que por primera vez se trató de un conflicto entre los propios universitarios, no contra el poder como en los casos del 58, cuando el gobernador Juan C. Gorráez quiso quitar al rector fundador o el 80, con Camacho Guzmán, por la violación a la autonomía.
Ahora se trató ni más ni menos que de protestar y visualizar un problema añejo, el del acoso en contra de estudiantes de parte de profesores o compañeros, que ya estaba siendo atendido por la actual rectora a través de organismos creados para ello.
Las demandas, legítimas sin duda, desbordaron a las autoridades académicas y fueron aprovechadas por fuerzas internas y externas con fines particulares, a un año de iniciar las campañas para la elección de las personas que relevará a la doctora Teresa García Gasca, quien ha mantenido una constante comunicación con las y los representantes del movimiento para la atención de los puntos del pliego petitorio, algunos de los cuales solo puede ser resueltos por el Consejo Universitario y en su caso los respectivos consejos de los planteles.
No dudo que los miembros de Universidad Autónoma de Querétaro resolverán sus diferencias y retomarán la función sustantiva de la institución que es la de formar a las generaciones de profesionistas que la sociedad necesita.
Sin embargo, como aquí se ha insistido, no se puede hacer historia negándola.
Los universitarios de hoy y los queretanos en general no pueden negar a sus constructores, entre los cuales se encuentran destacadamente los rectores Fernando Díaz Ramírez y José Guadalupe Ramírez Álvarez. El primero la fundó y el segundo creó el Centro Universitario.
Los directivos de la UAQ, sus maestros, trabajadores y alumnos no pueden ignorar lo mejor de su pasado y deben restituir la estatua y busto de ambos, así como los retratos de quienes la han encabezado para educar en la verdad y en el honor.
Un recorrido por las instalaciones de campus del Cerro de las Campanas nos permitió observar las pintas en los muros de rectoría, escuelas y auditorios, si bien han sido borrados los nombres de maestros y estudiantes acusados, en tanto proceden o no las denuncias de las y los afectados.
Por lo pronto han reanudado las clases y avanzan las investigaciones.
Así de fácil.
Así de difícil.
-OÍDO EN EL 1810-
Decisión.
Que no habrá desfile del 20 de noviembre en Querétaro para no complicar más la movilidad de los queretanos, ya de por sí agobiados por las obras de 5 de Febrero, Bernardo Quintana y otras importantes vialidades.
Bien.
-¡PREEEPAREN!-
Yeyo.
La verdad es que todavía hay personajes históricos de la cultura en Querétaro, se comentaba el otro día en una charla de café.
Uno de ellos es sin duda el maestro Aurelio Olvera Montaño, fundador de la Estudiantina de la UAQ, pionero de los Cómicos de la Legua, director de la Banda del Estado y de Bellas Artes.
Sería interesante hacer una revisión en la que, a riesgo de ser omisos, deberán figurar nomás para empezar: Diego Prieto, Luis Ugalde, Mariano Amaya, Águila Herrera, Florentino Chávez, Jaime Font, Augusto Isla, Juan Antonio Isla, Santiago Carbonell, Restituto Rodríguez, Aurira Zúñiga, Alfonso Camacho, Dora Guzmán, José Guadalupe Flores, Juan Arturo Torres Landa, Victor Mena, Leonardo Kosta, Natalia Carrillo, Francisco Núñez, Erika Harrsch, Rosa Estela Reyes, Mario Arturo Ramos, Manuel Naredo, Lucero Santana, Juan Trejo, Gastón Lafourcade, Juan Muñoz, Jordi Boldó, Teresa García Besné, Rubén Maya, Herminia Castañeda, Fernando Garrido, Margarita Magdaleno, Araceli Ardón, Daniel Valencia y, por supuesto, Mariano Palacios que ya es decano de todo: de los rectores, alcaldes, gobernadores, senadores y diputados de Querétaro, además de la primera rectora de la UAQ, Dolores Cabrera Muñoz y el presidente del comité de huelga de la autonomía, Pedro Septién
Y seguramente otros que escapan a esta primera revisión.
Los escucho.
-¡AAAPUNTEN!-
En modo Navidad.
Es noviembre, ya seee, pero como no habrá desfile de la revolución (puente sí) y, como diría Javier Solís, ya van llegando diciembre y sus posadas, mejor vamos a poner el árbol y reencontrémonos con nuestras tradiciones. Es más, ayer mismo, en el Museo de Arte de Querétaro, mejor conocido como MAQRO, fue presentado el programa de las fiestas de diciembre.
Ahí, el director del patronato, Jaime García Alcocer, anunció el regreso a la presencialidad, luego de dos años de restricciones provocadas por la pandemia. Ahora todo -la coronación, la cabalgata y los carros bíblicos- serán con la participación del público.
Se esperan más de 40 mil personas en los desfiles que, por tal motivo, ampliarán su recorrido: Avenida Corregidora, Arteaga y Ezequiel Montes, para su mejor observación.
De acuerdo con ello, el carro del anuncio saldrá el domingo 20 precisamente frente al Árbol de la Navidad. Ya huele a ponche.
Y a buñuelos.
-¡FUEGO!-
Por cierto.
H
oy se dará una noticia que conmocionará al reino navideño de Querétaro.
Algo inédito.
¡Porca miseria!