Sergio Arturo Venegas Ramírez
Enviado
Ciudad del Vaticano.- Amanece en Roma y tras los infranqueables muros del Vaticano, los cabildeos entre obispos, a favor o en contra de tal o cual obispo, continúan.
No es para menos: Dirigir los destinos de la poderosa iglesia católica a nivel mundial, con sus mil 400 millones de adeptos, bien lo vale.
Anoche, luego de tres largas e inusuales horas (para una primer ronda de votación) el humo negro de la fumata en la Capilla Sixtina, arrojó la falta de acuerdo para elegir al sucesor de Pedro.
Y es que como lo recogen los medios oficiales del Vaticano aquí en Roma, una larga espera que comenzó tras el “Extra Omnes”, la fórmula latina con la que se cierran las puertas de la Capilla Sixtina para el inicio del Cónclave. En el interior, los 133 cardenales escucharon la meditación del padre Raniero Cantalamessa, predicador emérito de la Casa Pontificia y, luego, comenzó la preparación y distribución de las tarjetas por parte de los maestros de ceremonias que fueron llamados a la Capilla junto al secretario del Colegio Cardenalicio, Mons. Ilson de Jesus Montanari, y el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, Mons. Diego Ravelli. A continuación se hizo un sorteo para elegir tres escrutadores, tres infirmari – los delegados encargados de recoger los votos de los enfermos – y tres oyentes, y luego la votación.
Mientras tanto, unas 45.000 personas acudían a la Plaza de San Pedro, con la nariz en alto, contemplando la chimenea de la Capilla Sixtina, que desde hacía un tiempo estaba habitada por unas gaviotas que, a menudo, monopolizaban la atención de la multitud. Una plaza coloreada por banderas de diferentes países del mundo, iluminada por los focos de las cámaras de vídeo, los flashes de muchas cámaras y los de los móviles de peregrinos, creyentes y curiosos. A veces escuchamos aplausos, gritos para pasar el tiempo de espera, presenciamos comparaciones e hipótesis sobre por qué no había humo después de más de tres horas.
A las 21 horas llegó el humo negro. La plaza recibió la noticia con un rugido. Por tanto, los cardenales votantes no eligieron al 267º Pontífice de la historia de la Iglesia.
La expectativa está en si habrá humo blanco este jueves.