El viaje de Paul Atreides por las arenas eternas del planeta Arrakis está lleno de sangre.
Duna: Parte Dos comenzará a dibujar el oscuro destino del mesías del oprimido pueblo fremen, el Kwisatz Haderach de un antiquísimo plan de manipulación genética galáctica.
Montará colosales gusanos de arena, inspirará a ejércitos a seguirlo hasta la muerte y se mostrará implacable contra quienes se le opongan, aunque estos se hallen en la cabeza del imperio.
Se trata, subraya el cineasta Denis Villeneuve (Blade Runner: 2049), en entrevista con Gente, “de una historia precautoria, una advertencia en lugar de una celebración”.
“A Frank Herbert (el autor de la novela) le decepcionaba que a Paul se le viera como el héroe, el centro moral, aquí de la película. Él no lo escribió para que lo fuera”, sostiene Timothée Chalamet, su intérprete en pantalla.
“Es genial interpretar la complejidad de Paul. En su núcleo, tiene virtud, pero es tironeado hacia muchas direcciones”, agrega el actor, quien sólo había arañado la superficie del papel en el primer filme.
La esperada cinta, que llega a cines hoy jueves, fue calificada por Christopher Nolan (Oppenheimer) como El Imperio Contraataca de Star Wars de esta generación, una secuela que supera a la original y destila oscuridad.
Entre los mayores retos, y que más lo apasionaron, Chalamet destaca los discursos bélicos de Paul, en el que se debe mostrar con la contundencia de un líder insoslayable.
“Las escenas están hechas en chakobsa (lengua de los fremen), una lengua no inventada completamente, sino influenciada por lenguas reales, pero tuve que memorizar algo que no existía, esas líneas tenían que ser específicas”, recuerda.
Villeneuve se permitió hacer algunos cambios, principalmente en la personalidad, de personajes periféricos a Paul, como el de Chani (Zendaya), la guerrera fremen que acabará enamorándose de él.
“En los libros a ella le parece bien que Paul sea el mesías. Casi inmediatamente es su amante, su apoyo, todas estas cosas. En esta película, ella tiene opiniones muy fuertes sobre él como el mesías, sobre la profecía, sobre todo eso.
“Y tiene buenas razones, porque hay mucho miedo y ansiedad, sobre lo que representa eso para ella y la gente que ama. Al final, eso hace más difícil abrirse a amarlo”, detalla la actriz.
Intrigas y acción
A diferencia de su predecesora lanzada en 2021, de ritmo sosegado y contemplativo, que ganó seis premios Óscar, ésta es un festín en cuanto a la acción, y se proyectará en IMAX en 70mm.
“Denis tiene estándares de calidad muy altos. Varias veces me pidió que las escenas quedaran en una sola toma.
“Hay mucha acción involucrada, nos enfocamos un grado más en la fisicalidad de la actuación. Pero sin perder intimidad, algo que amo y que es muy Denis”, explica Josh Brolin, intérprete del guerrero Gurney Halleck.
Luego de la masacre de la Casa Atreides por parte de los tiránicos Harkonnen, Paul y su madre, Lady Jessica (Rebecca Ferguson) se refugiarán en el hostil desierto, una odisea espiritual para el joven.
Atribulado por visiones del futuro y la traición en la que cayó su familia, cuyos instigadores estarán por doquier, emprenderá una implacable cruzada de venganza.
Esta Parte Dos, filmada en Hungría, Abu Dabi y Jordania con unos 122 millones de dólares, incorpora a uno de los villanos más icónicos de la literatura de ciencia ficción: Feyd-Rautha Harkonnen.
Criado en la violencia de su Casa para ser un líder, el rol, aquí interpretado por Austin Butler, es un ser psicótico y luchador implacable, que acabará chocando con Paul.
Tanto para Chalamet como para Butler, su encuentro final es uno de los momentos cumbre de sus carreras, pues su audiencia fueron varios de sus ídolos actorales.
Allí estaban, atacándose con espadas, con Christopher Walken (Emperador Shaddam IV), Charlotte Rampling (Reverenda Madre de las Bene Gesserit), Javier Bardem (Stilgar), Ferguson y Brolin como testigos.
“Trabajamos muy duro durante muchos meses, individualmente y después trabajamos juntos por horas y horas y horas, entrenando y entrenando”, describe Butler.
“Eventualmente, llegamos al set y estábamos rodeados por todos estos increíbles titanes que admiramos mucho. Eso trae una energía que no puedes entender hasta que estás ahí”.