En 1965 en el teatro Washington Square Theatre se estrena una obra que dejó a la crítica musical en éxtasis, desde hacía muchos años no se sentía el entusiasmo y la calidad de piezas instrumentales como la recién obtenida obra que se le denominó “El Hombre de la Mancha” cierto que la juventud de aquellos años vive el estruendo de la guerra fría proyectada en infinidad de conflictos armados por varias partes del globo terráqueo, en las universidades mismas con debates continuos y jornadas académicas dan rienda suelta al encuentro de a favor o en contra de un sistema económico o lo que representan los conflictos activos de la guerra Indo Pakistaní y el continuo envío de tropas a las hostilidades en Vietnam, con la inclusión de los norteamericanos a los territorios, invasión tal vez igual o de mayor monumentalidad a la de la segunda guerra mundial.
Esta obra musical trajo una nueva visión de la vida, plasmada en un conjunto de simples partituras ¡Traer lo mejor de la humanidad en un mensaje de paz y amor! Muy a doc. La historia circunda la obra de Miguel de Cervantes Saavedra de su obra máxima – aquella que trajo a la lengua española la estructura que hoy se goza- ¡El Quijote de la Mancha! Desde un simple mensaje de esperanza y viveza ¡Hasta piezas corales de gran tonalidad y cuerpo! Acerca del amor y los sueños, todo un crisol de emociones que trajo esta operística moderna al espectador.
El autor Dale Wasserman no logró obtener los derechos de autor en el primer movimiento – por los embrollos jurídicos- solo hizo referencias al personaje principal, lo magistral de la obra fueron las piezas musicales que corrió a cargo de Mitch Leigh – aunque realmente se llamaba Irwin Michnick, pero al tener miedo de una demanda por el uso del personaje del Quijote decidieron usar nombres artísticos – con la letra de las canciones de Joe Darion lograron hacerse de varios galardones por el mensaje que guardaba la obra musical, siendo necesidad un nuevo pensamiento hacia las juventudes que viven estos años con poca esperanza.
El resultado en años posteriores al gran éxito de esta obra musical trajo la atención de varios sellos disqueros, los cuales se alejaban una vez los autores dueños de los derechos de autor denominaban el equivalente monetario – todo es negocio, dictan los americanos- y se retiraban, no solo era la parte de los dineros – como dicen los banqueros- sino de la calidad que el sello de los autores requerían se imprimiera en todas y cada una de las piezas, en primera no se haría un LP completo de toda la obra, eso le corresponde al mercado americano; segunda, no deseaban se comercialice con agrupaciones de mala calidad porque se requiere de profesionales en interpretación, virtuosos músicos y corales que impactaran con su ejercicio a estas piezas que comunican algo más que sonidos: Emociones.
Varias disqueras latinoamericanas se pusieron en contacto con el productor musical para lograr hacer un ejercicio de réplica por varios países, siendo Musart para México la encargada de correr con los gastos de derechos de uso de las piezas musicales, tomando en cuenta que representaba una obra coral musical el productor tenía en cuenta un grupo de estudiantes que seguro querrán grabar tal tema.
Cabe destacar que el grupo denominado Estudiantina de la Universidad Autónoma de Querétaro ha recibido ya varios premios a nivel nacional y giras por Sudamérica ¡Teatros pletóricos hacen la delicia de las giras! Los discos vendiéndose por toda Latinoamérica lograron colocar a estos jóvenes por encima de artistas comerciales de rock and roll y baladas románticas. La frescura de las canciones de estos jóvenes mantiene cercano el romanticismo mexicano, valses y canciones propias, pero la disquera desea dar un salto trepidante con este grupo universitario ¡Colocarlos a nivel internacional!
El primer intento ya lo habían hecho grabando canciones de los Beatles, pero necesitaban el salto al mercado norteamericano, un sistema exigentemente medido, controlado, estadísticamente escrupuloso con las estrellas y con el número de veces que la gente exigía canciones, no es una apuesta sencilla la Estudiantina es un grupo de jóvenes que ha madurado, ha logrado acercarse a públicos que antes no compraban un disco y han detonado la maquinaria capitalista que tantos frutos deja el comercio de discografías, las pruebas sólidas de los resultados callan la boca a los inversionistas.
Previo a esta producción de “El Hombre de la Mancha” la agrupación universitaria tenía el antecedente exitoso del disco de canciones Internacionales con la Estudiantina de la UAQ que versa en los éxitos que se suscitan de los soundtrack de películas famosas que por mantener viva la ganancia de los autores requieren fueran grabadas en diferentes plataformas; temas de la autoría de Carson Parks del ex dueto Kinsmen en su canción “Algo Tonto” – Somethin’ Stupid en inglés- era el sencillo a lanzar en la radio, pero la calidad de melodías como “El Niño del Tambor” de la pianista americana Katherine Kennicott Davis, quien supervisó en persona la grabación superaba en mucho el sencillo a lanzar.
Lo mismo sucedió con “Un Hombre y una Mujer” soundtrack de la película del mismo nombre del director francés Claude Lelouch, el tema escrito por Francis Albert Lai quien ganaría el Globo de Oro por esta canción y la estatuilla del Oscar a mejor película ¡Un éxito rotundo el tema! Ahora interpretado para toda Latinoamérica por la Estudiantina de la UAQ ¡Debería ser el sencillo a lanzar! Y así fue.
¡El disco se vendió como ninguno! Atrayendo los ojos este grupo de jóvenes universitarios de los productores internacionales ¡Si la Estudiantina pegó en Latinoamérica! Debería hacerlo en Estados Unidos, pero ¿Con qué disco? Con esta consigna el director musical de Musart Alfredo Olea y los representantes de giras internacionales de Tele sistema Mexicano viajan a la ciudad de Nueva York en la novena avenida, lugar de las oficinas de la representación de la obra “El Hombre de la Mancha” para entrevistarse con el propio Mitch Leigh y resolver el caso propio de la reproducción de la obra para Latinoamérica.
La elegante oficina de cristales y paños antiguos en conjunto con el piso de madera y los remates de las ventanas en simulación de mármol, dan un toque clásico a las casonas de Londres. Con la intención que quedara claro en dónde se encuentra el visitante ¡Un enorme tapiz con la fotografía de la marquesina del teatro de Broadway! Anuncia el éxito de la obra.
Les recibió el propio autor musical, le dirigió a una sencilla sala de juntas con un piano de color verde olivo perfectamente lustrado y algunas guitarras en sus pedestales, así como sofisticado equipo electrónico de reproducción – ¡Es la hora propicia para un buen café aromático! – les invitó. Todos se sirvieron uno, en la presentación y los protocolos de ambas partes quedaron claros la intención de la visita.
-Me implica de sobremanera el saber que viajaron hasta aquí para la obtención de los derechos de reproducción de la obra musical del Quijote ¿Es correcto? – les indicaba el autor de la obra, mientras con su mano le pega a una cajetilla de finos cigarrillos en su otra palma, tratando de acentuar el tabaco en cada pieza, luego abrió con destreza la solapa de la caja y sacó un dorado y fino cigarro, el cual olió y disgustó, además de encenderlo para aventar al centro de la mesa las cerillas y los tabacos para aquellos quienes desearan imitarle.
– ¡Así es mi estimado artista! Deseamos de todo corazón lograr tener el uso de los derechos, ya varios proyectos nos anteceden y creemos que es momento de dar un golpe de remo ¡Hacer acciones diferentes para obtener resultados diferentes!
El autor volvió a dar una elegante bocanada a su cigarro, lo probó hasta sentir el sabor del añejo Virginia que tanto le satisface, luego los observó, se levantó y de un cajón del fino escritorio de maderas oscuras sacó las partituras de toda la obra, con un gesto a disgusto en su ceño abrió tratando de buscar una pieza en específico, la obtuvo, leyó por un momento como si la hubiera recién terminado y les dijo:
-Todos los que estamos aquí comprendemos el amor ¿No es verdad? – sin dejar que le contestaran continuó- pero no todos sabemos lo que en verdad es el amor ¡Una persona feliz no se enamora! Comparte su felicidad a todos ¡Eso es amor! El Quijote no amaba a su Dulcinea, él era feliz y con esa alegría cundió de aventuras, esta obra versa en el amor a los sueños, aquellos que te llevan a la locura, de saber que cada uno de nosotros tenemos la esperanza de lograr todo lo que nos propongamos, dígame usted señor productor de discos ¿Existe quien cómo artista logre transmitir este sentimiento? – les aventó la partitura de la pieza “Sueño Imposible”
Todos quedaron callados, mientras Olea revisa la partitura escrita a puño y letra del propio autor en toda su orquestación, era como tener en las manos un lienzo renacentista, aún se leen las recomendaciones y arreglos fuera, así como lo que cada instrumento ejecuta y letras nuevas.
– ¡Contamos señor con la agrupación que logrará la calidad que usted busca! Seguros de transmitir cada nota tal cual como fue pensada, en sentida emoción de lograr plasmar lo que aquí se escribe. Cosa de que nos haga el favor de considerar la oferta que le venimos a ofrecer ¡Estamos seguros que llegaremos a un buen acuerdo que deje a ambas partes satisfechas! Y que la obra fluya.
– ¡Hay una condición mis finos amigos! – mencionó el autor mientras se prepara otro cigarrillo- Pero díganme algo antes de continuar ¿Les gusta la política?
¡Todos los ahí presentes se asombraron ante la pregunta! Viéndose entre sí.
– ¿Eso que tiene que ver con el asunto que nos trae señor artista?
-Mucho mis señores, les explico, la industria de la música no son solo saber cantar y hacer las producciones con alta calidad, eso relativamente es sencillo, lo hizo el autor y seguramente lo hará su agrupación, no vendrían hasta acá si no estuvieran seguros, lo complicado es la cadena de compra de los discos y ustedes viven en México ¡El país más socialista de toda Latinoamérica! No está permitida la propiedad privada en algunos casos ¡Ni la inversión extranjera! No hay libertad de prensa y viven aislados económicamente de todo el mundo ¡Consumen sus propios productos y eso demerita el mercado de la música! Por lo menos como nosotros lo concebimos.
Los productores de Tele sistema Mexicano tragaban saliva ¡Este hombre les daba una cátedra de política internacional en una simple mesa de negociación de derechos de autor!
-No puedo llevar una obra de esta magnitud y de éxito musical a un país que no sabe lo que es una campaña mercadológica y las técnicas de consumo musical ¡No tienen un sistema que mida el éxito de los artistas! Ni radiodifusoras alineadas a la estrategia de las canciones “hit parade” Ante estas condiciones no es posible que la producción “El Hombre de la Mancha” logre tener el éxito por el que fue diseñado, refiriéndome única y exclusivamente a los dineros señores ¡Money! ¡Cash!
¡Se hizo un silencio sepulcral! Olea se sentó en el total de la espalda de su sillón y se puso sus manos sobre la cabeza, pensaba y a la vez sudaba frío; el autor de mientras sorbe su expreso que aún humea, se prepara otro de sus dorados cigarros y lo enciende llena su boca de sabores y mira fijamente a Olea, levanta una de sus cejas y le hace una mueca de pregunta levantando su rostro. Olea se arregló el traje y el cuello de la camisa, juntó sus manos y las colocó en la mesa con los dedos entrelazados.
-Entendemos entonces señor ¿Es la única condición que nos pone?
– ¡Sí mis estimados señores! Desde que se creó esta obra se estableció junto con mis socios y coautores que solo un formato mercadológico y publicitario podría dar vida a las producciones consecuentes ¡Ningún producto americano se vende en México! Eso ustedes lo saben, su sabor a socialismo disfrazado de “populismo y revolución” solo engaña a los propios mexicanos, su economía “mixta” solo hace crecer a los monopolios que, por cierto, controlan un mercado sin competidores. Nuestra obra requiere competencia, otros artistas que se peleen por el gusto de los consumidores que exista la oferta y la demanda, eso señores en su país ¡No lo tienen!
– ¿Quién nos puede indicar cómo hacer para que existan estas condiciones reales?
-Ahora mismo les contacto con mis asistentes de producción ¡Si logramos hacer un mercado de consumo medido y controlado! Cuenten con la obra, además deseo escuchar un demo de las canciones con el grupo que las va a interpretar, si me convencen y tienen la calidad que buscamos ¡Los derechos de uso de la obra serán de Musart!
-Cuente con ello mi señor- decía Olea mientras le daba la mano al autor, feliz sonreía.
– ¡No me estreche la mano si no lo va a cumplir! – le sentenció.
Continuará…