Entuertos, dolores abdominales e incesantes noches de desvelos lleva ya Desiderio Ramírez con las preocupaciones de la erección de una Cámara de Comercio en Querétaro – por indicaciones del general Porfirio Díaz- situación que lo ha enfrentado con el gobernador de Querétaro Francisco González de Cosío, el encargo no es menos, deberá establecer una alianza con todos los comerciantes y productores de la bulliciosa ciudad, encaminada desde ya hace varios años a un crecimiento constante, un desarrollo sustentado especialmente en la siembra de la caña para la destilerías de ron y piloncillo que tienen como mapa de consumo toda la región de Guanajuato, San Luis Potosí y parte del Estado de México.
Como es de esperarse la esposa de Don Desiderio era la más molesta por estos acontecimientos. Queretana de aquellas hechas a la usanza, creyente -muy- que no se calla las cosas – las que fueran- entrona en aquello de llevar una casa y un comercio al día, tuvieron un solo hijo Toño que para estos años ya termina su instrucción de estudios de bachiller en el Colegio Civil de Querétaro y está a punto irse a estudiar medicina, doña Mariquita de Anda es pues la esposa que ha mantenido a Don Desiderio en sus cabales, enfrentando a un esposo bueno para la copa, cigarro y desvelo – que a tiempo le haría cause en su salud- pero amorosa y caritativa como nadie.
Querétaro de 1903 vive una suntuosa riqueza, las casonas virreinales se ocupan de comercios en sus salones grandes con amplias cocheras para el producto, este auge tiene como principal beneficio que la mayoría de la gente de los barrios trabajan como sirvientes en las porfiristas nuevas estancias. Mayordomos, lacayos, ama de llaves, cocineras, ayudantes de tienda, afanadoras, caleros y todo un ejército de mano laboral para simplemente las costumbres y los usos de las casas.
La imagen de un gobernador de Querétaro es opacada por el éxito de los comerciantes como Desiderio, hombres ricos, con negocios boyantes que heredaron el gusto y la contienda de sus familias una vez los pesados años del sitio con Maximiliano -historia que ya poco se cuenta por estos lares- para el caso de Don Desiderio su negocio “La Concordia” era más que inverosímil su gran cause.
Una gran tienda de artículos de importación de los Estados Unidos, amplias bodegas detrás del salón de exhibición tienen perfectamente saldado la cuenta de alimentos para los próximos veinte años, maíz, frijol, trigo, garbanza, así como chiles de todas las variedades; cuenta con un apartado de licores con las mejores marcas de brandis, wiskis, ajenjos, rones – por cierto producidos en esta ciudad – pero lo que más llama la atención es un pequeño servicio de Banco que lleva a cabo como la única representatividad del Banco de México, cheques, billetes y cambio de dólares se llevan a cabo en esta gran tienda.
Si tú eres un productor de semillas y no tenías el modo de comercializar tu producto Don Desiderio y Doña Mariquita te hacen la consignación, si por el cambio necesitabas de un préstamo “La Concordia” te ofrecía con los intereses más bajos – sin olvidar el negocio de los Duque de las Casas prestamistas de muchos años en la ciudad con su negocio escondido “Lapidaria Las Casas” – a diferencia que “La Concordia” se alinea a los estatutos reglamentados por la ley de comercio. Si necesitabas un producto para tu hogar este negocio te da la oportunidad de ver un catálogo para que en una semana desde los Estados Unidos te trajeran el popular tostador de pan de caja, si tus hijos requieren de algún juguete se te lograba traer lo inimaginable, desde bicicletas y patines del diablo, hasta la moda con los gringos los juegos de química con los que podías hacer dinamita ¡Que horas de diversión pasarán tus hijos! Al calce dicta el panfleto. Si tus gustos fueran más refinados la familia podría traerte un vestido desde París o Roma, las ciudades que están marcando la tendencia de la moda, siendo las jóvenes casaderas queretanas las más involucradas en estos menesteres.
Hijas de comerciantes como los Loyola, Martínez Campillo, Loyola Reséndiz, Olguín Rico, McCormick, De la Isla y Septién García atiborran los patios coloniales de Doña Mariquita De Anda en los festivales de moda que se le ocurrió realizar para incrementar la venta de vestidos ¡Con un éxito nunca antes visto!
Las ganancias de La Concordia – para dar un ejemplo- se equiparan a toda la producción total anual de la actividad agrícola, por dar una cifra la siembra de caña, producción, destilación, envasado, etiquetado, traslados y venta al público genera aproximadamente dos millones ciento veinticinco mil pesos; tan solo el comercio de productos, abarrotes, representatividad del Banco, importaciones y venta de semillas le generan ganancias por dos millones ciento treinta y dos mil pesos anuales a la familia de Don Desiderio, sin contar el negocio de almacenamiento, viajes a Europa, ventas de productos de limpieza y la moda del maquillaje para las señoras.
¡Esto tiene vuelto loco al gobernador González de Cosío!
Casa de Gobierno, oficina del contralor, 19 de enero de 1903.
-¿Cuánto dinero dijiste que obtuvo de ganancias el año pasado el cabrón de Desiderio?
– Reportó a Hacienda la cantidad de ganancias netas 2 125 000, sin contar lo que no está tipificado como impuesto del grano y artículos de lujo.
-¡Es un chingo de dinero! Pero ¿Cómo putas le hacen?, a ver dime ¿Cuánto presupuesto tenemos para las primarias e instrucción escolar para este año?
– Permítame señor gobernador, en la ciudad mil ciento sesenta y cinco niños y setecientas quince niñas, en San Juan cuatrocientos ocho niños y ciento diecisiete niñas… mmm… tenemos destinados doscientos treinta y cuatro mil pesos señor para la instrucción primaria obligatoria de los cuales a sueldos de los maestros están destinados aproximadamente unos cincuenta mil pesos señor.
-¡No seas cabrón! Don Desiderio podría mantener la educación sin problemas por décadas. El estado debe de obtener beneficio de tantas ganancias ¡No podemos seguir así! Anda búscame una cita con los diputados Domingo Barrios Gómez y Agustín Mora, para ver como podemos hacer que los comerciantes aporten más al sector educativo por medio de alguna obligación ¡Ellos saben como hacerle! Y de inmediato me tengas esa cita me la heces saber.
-¡Sí señor!
Calle de la Alhóndiga No. 5, casa de Don Desiderio, hora de la cena.
Doña Mariquita es una experta en el arte de organizar la cena, sabedora que es la parte más importante del día, se reúnen con sus mejores vestimentas la familia, amigos y aquellos extraños, menester que a veces incomoda, que son recién invitados por haber realizado una compra de gran cuantía en La Concordia, iban desde sencillos jornaleros productores de frijol, hasta relucientes rotos de casimir – que habían conseguido un pedido grande desde Europa- a todos se les hacia la gloria y la vianda de la merienda en el suntuoso salón de comedor de la casa adyacente al negocio.
Esta vez ocurrió a la visita el señor diputado Luis Garfias, quien a razón de su periodo en donde se están discutiendo reformas a las leyes de comercio en lo referente de liberación de impuestos por dar fuentes de trabajo – y que había comprado a su señora esposa un brazalete de oro con incrustaciones de zafiros, traído desde España a La Concordia- amenizó la oportunidad de probar la famosa merienda de Doña Mariquita de Anda.
El salón luce atuendos de los candelabros multicolores que desfilan entre los Hermes y las esculturas de la diosa del amor, con óleos de bodegones traídos de Italia, unos payasitos de cristal de murano lucen el largo trinchador con espejos que multiplican la profundidad y un comedor para veinte personas que reboza de acomodo de la platería y una loza con figuras extrañas en alegres tipografías cursivas de oro el apellido: Reséndiz De Anda, rodeado de querubines.
El primer tiempo es un suculento plato de arroz con salsa roja y frijoles, de tomar una fría leche, le acompaña al lado unos bolillos partidos a la mitad con nata, el comensal puede elegir entre una mermelada de higo de la dulcería “El Pavo Real” o una salsa de tomate con crema. La plática comienza mientras se limpian los bigotes de la leche.
-Estimado Don Desiderio que gusto poder comer tan exquisito platillo, la verdad esperaba algunas cosas exóticas y estrafalarias, la sazón de Doña Mary es conocida, pero la cena me deja a gusto y manjar ¡Muchas gracias!
-¡Nada que agradecer mi estimado señor diputado ¡Diputado! – alza el tono de la voz y con su dedo índice lo atina hacia arriba- mire si usted le pone este cacao en polvo que trajimos de California se deshace en la leche y le da un sabor ¡A todo mecate! – observó el plato de la invitada- pero mi señora no ha probado los frijoles.
-Usted disculpará señor, pero los frijoles no le caen bien, la inflaman,
-¡Pólvora fina para la carabina! A ver Mariquita linda sírvele de los bistecs que tenemos para mañana ¡Ahorita te armamos algo rico verás! Y dígame señor diputado ¡Diputado! ¿Cómo va aquello de dejarnos sin impuestos a los comerciantes por dar tantas fuentes de trabajo? Yo tengo ya sesenta y dos personas que gozan de un sueldo y algunos beneficios por productividad.
-No es sencillo Don Desiderio, ya sabe, tenemos que ser prudentes en los impuestos, Hacienda es cercano a las realidades del comercio, pero también sabemos que a ustedes no les va nada mal ¡Nada mal! -hace la locución observando al rededor- que buena vida la que se da.
-No se confunda mi señor diputado, esto es resultado de décadas de buscar hacer que mis comercios crezcan, no ha sido de un día para otro, mi padre ¡Que en gloria esté! -todos se santiguan- me enseñó que el trabajo dignifica a las personas y desde que era un chiquillo le ayudé a crecer este negocio, mi Mariquita aquí presente también ha sido parte fundamental del crecimiento y entre sus ideas y las mías pues vamos avanzando, le aseguro que mis amigos comerciantes opinan igual ¡El gobierno no nos ha regalado nada! Solo la oportunidad y seguridad de seguir haciendo negocio.
-Lo comprendo Don Desiderio, pero dígame ¿Cómo va el asunto este de que desea hacer una instrucción a nuestra legislatura para erigir una Cámara de Comercio? Tengo órdenes de lograr hacerla lo más pronto posible.
-La verdad vamos bien, solo que mi buen amigo el gobernador dista de la idea, por un lado parece él la desea dirigir o controlar y por el otro traigo al secretario Limantour, por cierto, ¿Mariquita tenemos el pedido ya de Limantour? – ¡Si viejo ya llegó! -desde la cocina le contesta- le decía el secretario quiere a toda costa que ya se haga porque viene la exposición de Luisiana en 1904 y el presidente Porfirio Díaz quiere ya que se diga de la existencia de la cámara.
-¿Cómo podemos ayudar?
– Mire si fuera posible que la legislatura haga un pronunciamiento y pueda realizar una especie de normativa, inclusión a alguna ley de comercio en donde se pronuncie por la conformación de la Cámara, eso me ayudaría mucho, luego al órgano electoral le haríamos la misma proposición.
-Astuto de su parte, con esto evita la intromisión del ejecutivo en asuntos de comercio ¿No es verdad? Deja el camino de la conformación de la cámara a la legislatura obligando al respetar los estatutos de alinearse a la nueva ley de comercio, que por cierto va muy avanzada también por mando presidencial ¡Mire Don Desiderio me salió muy bueno para esto del cabildeo!
-¡Cuestión de formas diputado! Cree usted esto pueda llevarse a cabo en un tiempo prudente, digamos ¿Unos dos meses?
-¡No Don Desiderio no la chingue! Esto me lleva por lo menos medio año y más.
-¿Tanto? Para ese tiempo ya tendría que estar conformada, acuérdese también que estamos construyendo la hidroeléctrica y vamos muy avanzados con ese tema, si usted me ayuda a acelerar el proceso ante la legislatura yo me atrevo a tener la hidroeléctrica en unos meses por igual, dejando algunos contratos accesibles para la explotación y venta, le aseguro una vez tengamos la electricidad no habrá más fallas, apagones y podremos comercializarla a bajo costo al mayor número de personas ¿Cómo ve? Aparte por supuesto de usted ser de los primeros en contar con línea a su casa.
-Me satisface la propuesta, haremos lo pertinente.
Continuará…