Realmente preocupado, el senador morenista Armando Guadiana tomó la palabra en primerísima instancia. Atravesada traía una línea que aparecía en la iniciativa enviada por el presidente sobre las reformas a la Ley Minera:
“La presente iniciativa tiene por objeto garantizar la autodeterminación de la nación, así como la soberanía energética del pueblo sobre el litio y demás minerales que resulten estratégicos y necesarios para la transición energética…”
-¡Y demás minerales…!, alertaba Guadiana desde la sesión en comisiones.
Ahí queda un abanico muy abierto Se deja abierta la posibilidad de que otro presidente u otra persona diga que resulta estratégica la plata, el plomo, el zinc, o lo que se le ocurra… Esto puede propiciar dudas en los inversionistas, advirtió el empresario minero dedicado al carbón.
Incrédulo ante aquella página, el consejero de la Cámara Minera apenas si se explicaba así tal formulación: Yo creo que en la Cámara de Diputados ya estaban fastidiados de lo ocurrido el domingo con la Reforma Eléctrica y más que analizar, ya no vieron este tema.
Otro experto en el tema, el senador Napoleón Gómez Urrutia, tampoco lucía muy convencido por la forma como se trataba el tema. Desde su punto de vista, debería haber una “reforma integral” a toda la Ley Minera y no ocuparse exclusivamente con el tema del litio.
Cierto que ambos legisladores estaban de acuerdo en un proceso de control y nacionalización del litio. Y por supuesto que la bancada guinda entera votaría a favor de la iniciativa por más reservas que tuvieran en lo personal (aunque en ningún momento llevadas al pleno del Senado).
Pero ni cuando subió a la tribuna la panista Josefina Vázquez Mota para pedir se retiraran precisamente aquellas palabras –“y demás minerales que resulten estratégicos …”- que quitaban el sueño a Guadiana y otros senadores, los de Morena y sus aliados rechazaron discutir su reserva.
Con una visión jurídica, el ex jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera alegó que algunos de los cambios propuestos eran inconstitucionales, como el prohibir las concesiones.
Pidió, en cambio, que el litio se declare como un área estratégica para el país; y que en un transitorio se hable sobre las concesiones ya otorgadas, para evitar litigios.
Xóchitl Gálvez puso la mira en la cuestión técnica: La transición del uso del litio hacia baterías de estado sólido, dado que las baterías de litio se calientan mucho (los carros se pueden incendiar, ejemplificó). Las baterías de estado sólido, explicó la panista, están hechas de sodio o magnesio. ¿También vamos a nacionalizar el cloruro de sodio (la sal)?, ironizó.
Por supuesto que Morena y sus aliados hicieron caso omiso de sus propuestas. De hecho, mandaron a la basura todas las observaciones e inquietudes de la oposición, aún y cuando muchos de ellos votaron a favor de las reformas en lo general: 87 votos a favor del partido en el poder y aliados –más los de Movimiento Ciudadano-; 20 en contra, de los panistas; y 16 abstenciones, del priismo.
Muy claro quedó, eso sí, que no se trataba de “nacionalizar” el litio pues ya es de la nación. La discusión, entonces, versó sobre todo en las diferencias ideológicas y los reclamos de los morenos hacia sus opositores, por haber votado en contra de la Reforma Eléctrica el domingo pasado.
El calificativo de “traidores”, por supuesto, volvió a relucir en distintos momentos.
La senadora priista Beatriz Paredes plantó cara por ello a Citlalli Hernández: “Yo no soy traidora a México, yo no soy traidora a la nación”, sostuvo desde su escaño.
La secretaria general de Morena, de vuelta al Senado en la sesión de ayer, escuchó en silencio el reclamo. Nada respondió al respecto.
Horas después, César Cravioto volvería a restregarles el calificativo de “traidores” y a burlarse de que sigan a tan pésimos dirigentes como los que tiene el PRI: “Alito, imagínense…;y (Rubén) Moreira que quería Hidalgo para su esposa: O el PAN, que todos sabemos que a Jorge Romero sólo le interesa el dinero; o de MC, que dice ser muy ciudadano, pero de ciudadanos de otros países”
Desorden y gritos en el salón de sesiones. Emilio Álvarez Icaza subió entonces a la tribuna a pedir procesar sus diferencias de forma democrática y reclamó enfáticamente la campaña de linchamiento que los morenos han puesto en marcha, haciendo apología del odio, de la intolerancia y de la violencia, imponiéndoles el delito de “traición a la patria”.
Eso, advirtió el exombudsman del Grupo Plural, es muy peligroso, es un recurso de fascismo. Un paso que va más allá de la polarización, un paso hacia la violencia en las calles.
El senador José Narro (Morena) mostró entonces otra actitud. Inició su intervención con un reconocimiento a MC por su voto a favor de la iniciativa sobre el litio; al PRI por su abstención, e incluso expresó su respeto hacia el PAN aún cuando estaban en contra.
Ideología, reclamos, descalificaciones. Buena parte del debate se fue en ello. Frente lo que se vivía, Gustavo Madero (Grupo Plural) acusaba que toda esta historia en torno del litio no era más que “un premio de consolación” al presidente porque no pudo sacar la reforma constitucional.
Desde el área tricolor, Mario Zamora de plano pidió comportarse como un poder independiente y no como oficialía de partes. Hacer un buen trabajo, defender lo que es de todos los mexicanos “y no sólo hacer lo que en el pasado criticaron tanto desde la oposición: levantar el dedito”.
Lo sensacional, sin embargo, fue el cierre del debate. El senador Guadiana subió a la tribuna y con su estilo desparpajado y sombrero al calce, platicó de sus años –desde los 70’s- trabajando con piedras, con minas de carbón, y lo que le advertía amigos suyos expertos en minería: Que los yacimientos de litio que tenemos en México “no son económicamente explotables”.
Con toda inocencia –en el coahuilense no había malicia- propuso que antes de crear un organismo que operara el litio se creara un centro de estudio sobre el litio y otras piedras raras para ver si los minerales son viablemente explotables, porque si no se les iba a ir el dinero presupuestado en una semana.
¡Cubetazo de agua fría para el discurso épico de los morenos.
Guadiana se llevó los aplausos de la oposición. Su propuesta, obviamente, fue rechazada por sus compañeros de partido.
•••
GEMAS: Obsequio del académico y morenista John Ackerman: “Coincido con la campaña de @mario_delgado y @CitlaHM que busca exhibir los traidores que votaron en contra de la #ReformaEléctrica de @lopezobrador_ Les propongo que de manera simultánea los militantes y los simpatizantes de @PartidoMorenaMx también nos pongamos las pilas para generar las condiciones para que en el futuro ninguno de estos mismos traidores terminen como coordinadores parlamentarios, candidatos a gobernador(a) o dirigentes del partido”.
POR MARTHA ANAYA
MARTHAMERCEDESA@GMAIL.COM
@MARTHAANAYA