Un nuevo sitio prehispánico de la cultura Aztatlán, que se desarrolló a partir del año 900 d.C. en una parte del noroeste de México, fue descubierto durante obras de pavimentación y construcción de infraestructura cerca del puerto de Mazatlán, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El sitio, en el que se descubrieron “entierros de características únicas”, fue encontrado por trabajadores cuando se rompió una tubería que dejó a la vista restos humanos; después del peritaje correspondiente y al tratarse de vestigios antiguos, se hizo el llamado al INAH para su rescate.
En un comunicado, el INAH informó que llevó a cabo el salvamento arqueológico del 16 al 28 de mayo.
“El espacio, donde se realizan los trabajos, corresponde a un montículo natural, localizado en una zona de estuarios, cuya superficie fue aprovechada en la época prehispánica para establecer una ocupación, sobre un punto alto para evitar inundaciones, al tiempo de aprovechar el ecosistema”, informó el arqueólogo Víctor Joel Santos Ramírez, coordinador del salvamento.
El investigador del Centro INAH Sinaloa detalló que la superficie del montículo fue cubierta con desechos de concha apisonada, para edificar encima construcciones perecederas y bajo este piso fueron colocados los entierros humanos, uno de ellos acompañado de un vaso estilo Aztatlán de excelente factura.
“En Mazatlán no se había encontrado un entierro de estas características: bajo un piso de concha y acompañado de cerámica fina, pues lo común en la región son los entierros en el interior de ollas”, explicó el
arqueólogo.
Precisamente esa característica hizo el hallazgo relevante para la arqueología de la región, por lo que el INAH busca un acuerdo con el municipio de Mazatlán, esto con el fin de proteger el sitio como reserva arqueológica y retomar los trabajos de excavación en un futuro próximo.
La nota precisó que hasta el 27 de mayo, en el sitio se han encontrado una pipa estilo aztatlán y tres vasijas completas, aunque fragmentadas, entre las que destaca el vaso; además de los restos óseos humanos en mal estado de conservación, debido a las características naturales del suelo de Mazatlán.
“La cerámica encontrada es de excelente calidad técnica, ubicada en la fase Acaponeta (900-1100/1200 d. C.)”, informa Santos Ramírez.
De acuerdo con investigaciones del arqueólogo del Centro INAH Sinaloa, Alfonso Grave Tirado, el asentamiento formó parte de una amplia cultura que se desarrolló a partir del año 900 d.C., fecha que coincide con la época de mayor desarrollo social, económico y político del sur de Sinaloa y norte de Nayarit, conocida en la literatura arqueológica como Horizonte Aztatlán.
Los especialistas comentaron es seguro que este no sea el único sitio prehispánico en la zona y que es muy probable que en toda esta zona se hallen evidencias de un importante asentamiento antiguo, aún desconocido.