La Política Fiscal del Gobierno Federal para 2018, que será evaluada por la Cámara de Diputados para su eventual aprobación, no prevé nuevos impuestos, ni aumento a las tasas de los impuestos existentes.
El proyecto de la Ley de Ingresos para el próximo año señala que no se reducirían o eliminarían los beneficios fiscales ni las exenciones existentes, y reafirma el compromiso del Gobierno Federal con la estabilidad macroeconómica y la solidez de las finanzas públicas.
El documento destaca que con la reforma hacendaria aprobada en 2013 se modernizó el marco tributario, dotándolo de mayor profundidad en términos de progresividad, eficiencia, fortaleza recaudatoria, estabilidad e incorporando herramientas para corregir externalidades.
Siguiendo esta línea, la Iniciativa de Ingresos para 2018 busca consolidar los beneficios de la reforma hacendaria, acompañar de manera responsable el proceso de consolidación fiscal que termina el próximo año y dotar de certidumbre a las personas y empresas sobre el marco fiscal, generando así condiciones propicias para incrementar el ahorro.
A cuatro años de su implementación, los resultados de la reforma hacendaria han sido favorables, sostiene.
Entre 2013 y 2016 los ingresos tributarios aumentaron en 4.5 puntos porcentuales del PIB para alcanzar un máximo histórico de 13.9 por ciento, lo cual permitió compensar la disminución de 4.3 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB) en los ingresos petroleros durante el mismo periodo.
Esto también significó un cambio en la composición de los ingresos hacia fuentes más estables y menos sujetas a riesgos provenientes del exterior.
Mientras que en 2013 los ingresos petroleros representaron 35.5 por ciento del total de los ingresos del sector público, en 2016 representaron 16.3 por ciento, por lo que hoy las finanzas públicas son más sólidas.
Resaltó que desde 2014 se ha dotado de certidumbre a los agentes económicos sobre el marco tributario prevaleciente hasta 2018, al tiempo que las finanzas públicas han seguido la trayectoria de consolidación fiscal comprometida en 2013.
“Esa estrategia ha contribuido a que nuestro país haya podido mitigar de la mejor manera posible los efectos de una elevada volatilidad e incertidumbre en el entorno económico global”.
El proyecto ratificó el compromiso del Gobierno Federal por mejorar la eficiencia, la oportunidad y la transparencia en el uso de los recursos públicos.