La actriz Megan Fox habló sobre las cirugías plásticas a las que se ha sometido a lo largo de su vida, rompiendo el silencio respecto a sus cambios físicos de los cuales no había compartido las razones.
Durante el podcast Call Her Daddy la protagonista de Diabólica Tentación (Jennifer’s Body) confesó que ha pasado varias veces por el quirófano para poder modificar algunas características de su cuerpo.
Entre los primeros procedimientos a los que se ha sometido se encuentra una rinoplastia, según contó: “Me operaron la nariz cuando tenía poco más de veinte años”.
Fox también reveló que se ha operado los senos en varias ocasiones. Aunque no dio fechas exactas, aseguró que entre sus principales motivos de estas cirugías fue el resultado de amamantar a sus hijos Noah, Bodhi y Journey.
“Mis senos han sido falsos desde que tenía 21 o 22 años. Pedí que los rehicieran cuando terminé de amamantar a mis hijos porque no sé adónde fueron, pero se fueron. Luego tuve que rehacerlos hace poco porque en el primer intento no tenía suficiente grasa corporal para disimular; se podían ver las ondulaciones de los implantes.
Megan Fox detalló que durante el tiempo de rodaje entre las películas Transformers y Transformers: La Venganza de los Caídos (Transformers: Revenge of the Fallen) también se practicó una cirugía de senos.
Recientemente, la prensa estadounidense había señalado los cambios faciales de la actriz, reportando la posible aplicación de rellenos o hilos tensores, sin embargo, Fox puso fin a las especulaciones, explicando que no puede hacerse procedimientos por la falta de grasa y temor a las consecuencias.
“Nunca me he sometido a un estiramiento facial de ningún tipo. Soy una persona muy delgada que no tiene suficiente grasa corporal ni grasa en la cara, por lo que sólo pongo grasa. Nunca quitaré grasa. Nunca me he hecho ninguna liposucción ni remodelación corporal ni nada por el estilo.
“No me gustan las cirugías. Mi cuerpo no reacciona bien a la anestesia general, por lo que cuando voy a operarme es algo muy importante. Estar bajo anestesia es para mí, un riesgo de vida”.