Carlos Uriegas
En dos años la pandemia ha golpeado directa o indirectamente a todo el mundo, las pérdidas de vida, las secuelas físicas y las afectaciones económicas han estado presentes, así como la adaptación, el aprendizaje y la ciencia.
El primer año de la crisis sanitaria estuvo marcado por el temor, el encierro y la duda, el segundo marcó el arribo de las vacunas a través de la ciencia, una solución que se ha consolidado como el principal factor de defensa.
La capacidad de adaptación, el aprendizaje y la vacuna son las principales herramientas para enfrentar una quinta ola, la cual se espera para el próximo verano a través de una nueva variante surgida de Omicron y a la que médicos e investigadores vislumbran como la etapa de transición de una pandemia a una enfermedad endémica.
Con corte del 22 de febrero, la OMS ubica a México en el puesto 16 de los países con más personas contagiadas, con 5,344,840 personas afectadas, aunque en el caso de defunciones la cifra coloca a nuestro país como el quinto con el mayor número de muertes al reportar “oficialmente” 315 mil 786 fallecidos. Estados Unidos, Brasil, India y Rusia son las cuatro naciones con más casos letales.
El mundo ha sufrido, desde el inicio de la pandemia y hasta el 22 de febrero, la pérdida de más de 422 millones de personas, una letalidad mundial del 1.4 por ciento.
México ha confirmado que 5 millones 418 mil 257 personas han estado contagiadas y 315 mil 786 fallecidas, siendo la Ciudad de México la que reporta el primer lugar con 1 millón 329 mil 209 contagios.
Querétaro, séptimo lugar en contagios
Querétaro es el séptimo estado con el más alto número de casos con 134 mil 379 personas contagiadas. Los 18 municipios del estado reportan casos; Querétaro es el que tiene la cifra más alta con 86 mil 657 registros, lo que representa el 64.5 por ciento de los casos, mientras que Peñamiller es el municipio con el menor número de contagios al reportar 316 casos en estos dos años.
Desde el 28 de febrero del 2020 el estado ha registrado la pérdida de 6 mil 487 personas, siendo los meses de enero y febrero del 2021 los más letales.
Del 1 de enero al 28 de febrero de 2021 fallecieron en Querétaro 1,634 personas y comparativamente con el mismo periodo del 2022, han perdido la batalla 362 personas. Aunque los contagios en este año son mayores en comparación con el mismo periodo del año pasado; este 2022 se han confirmado 32 mil 374 contagios mientras que en los primeros dos meses del 2021 se reportaron 22 mil 194 personas contagiadas, (10 mil contagios más).
El 44 por ciento de quienes han muerto en Querétaro por COVID-19 son personas con una edad mayor a los 65 años, mil 120 mujeres y mil 733 hombres.
Del 100 por ciento de las personas que han estado contagiadas en la entidad, 126 mil 921 han sido dadas de alta, lo que representa el 94.45 por ciento y han perdido la vida 6 mil 487 personas, el 4.83 por ciento.
La cuarta ola ha sido la más contagiosa de todas, la variante Omicron se destacó por su capacidad de contagio, aunque la letalidad bajó en comparación con las olas anteriores. La COVID-19 seguirá presente y terminará por convertirse en una enfermedad controlable y tratable.
Expertos adelantan que vendrán otras pandemias, la pregunta es si en estos dos años aprendimos del dolor para lograr que la salud en México se convierta en un tema realmente prioritario, para que las políticas públicas sean más preventivas y menos reactivas.
“La COVID no me deja en paz”
Gustavo enfermó en la tercera ola de la pandemia, en octubre del 2021. México está saliendo de la cuarta ola, el mundo en su región asiática vive el inicio de la quinta ola, pero el señor García aún lucha con algunos síntomas y secuelas que no lo dejan en paz.
Se cumplen dos años de la pandemia en México y existen casos que demuestran que el Sars-Cov2 “llegó para quedarse”, explicación que comparten médicos para expresar que esta enfermedad se convertirá en un mal endémico, pero que el señor Gustavo García experimenta día con día con dolores de cabeza, febrículas y dificultades respiratorias de manera constante, lo que han llamado como “COVID largo”.
“No me he podido recuperar del todo (…) tengo dificultad para respirar, en ocasiones me duele la cabeza y por la noche llego a tener fiebre; según yo no era hipertenso, pero desde que salí del hospital, en enero del 2021, se me declaró medicamente que soy hipertenso”, comparte Gustavo García, de 46 años de edad.
El caso del trabajador de la industria manufacturera no es el único, pero es un testimonio de que la COVID-19 sigue sin abandonar su cuerpo.
Un estudio de la Organización Mundial de la Salud descubrió que las personas con COVID-19 tienen un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares a largo plazo.
“Me siento cansado, subir un piso me cuesta mucho, pero no es siempre, hay días que me siento mejor y puedo desarrollar mis actividades con más normalidad, pero cuando siento que ya voy mejorando el malestar regresa, es como si el COVID no me quisiera dejar en paz”, expresa Gustavo, quien es padre de dos hijos adolescentes.
Los médicos que atienden al señor García le comentan que ya no tiene la presencia del virus, pero sí ha experimentado secuelas, mismas que enfrenta con terapias respiratorias, ejercicio moderado y la toma de analgésicos para el dolor.
La revista Cell, publicó que hay factores que podrían ser identificados de manera temprana en la infección de coronavirus de una persona y parecieran estar correlacionados con un mayor riesgo de manifestar síntomas duraderos más adelante.
Uno de los factores que los investigadores identificaron es el nivel de ARN de coronavirus en la sangre. Otro es la presencia de autoanticuerpos que atacan tejidos de manera equivocada, otro factor es la reactivación del virus Epstein-Barr, un virus que infecta a la mayoría de las personas.
Gustavo García recibió hace dos semanas su refuerzo de vacunación y a pesar de experimentar algunos síntomas está a favor de las vacunas.
“Yo creo en la vacunas, a pesar de no estar al cien por ciento y que los síntomas no me dejan en paz, me van a proteger para que no me vuelva a enfermar gravemente”, destaca el señor García.
Once ambulancias para atender la crisis sanitaria
Los dos años de pandemia han confirmado las carencias en el sistema de salud pública, algo que confirmó Carlos Casillas, director del Centro Regulador de Emergencias Médicas (CRUM) en Querétaro, quien compartió que han enfrentado la crisis sanitaria con las mismas 11 ambulancias, con los mismos 71 elementos y subrayó que supieron adaptarse para brindar la atención prehospitalaria hasta llegar al agotamiento.
“Desde el tema de la salud se evidenció la carencia de salud pública en el país. Aprendimos a adaptarnos a esquemas rudimentarios y de improvisación, así llevamos dos años. Los recursos siguen atorados, hay desabasto, es un tema pendiente y tuvimos que afrontar un nuevo frente con los mínimos recursos”, compartió Carlos Casillas Cuéllar.
El agotamiento de recursos físicos y humanos ha sido la constante en México y en Querétaro.
“Los equipos se han deteriorado por el uso de cloro y material desinfectante; no se han sumado más recursos y el personal está agotado. No hubo incremento de la plantilla ni de manera emergente, no llegaron más ambulancias por lo que hicimos todo lo que pudimos con lo que tuvimos al alcance y desde la apertura social hemos tenido que atender el frente de la pandemia más las emergencias regulares”.
Casillas Cuéllar subraya la importancia de la prevención y la atención prehospitalaria, algo que además de traer beneficios a la salud de los pacientes tiene un aliciente económico ya que representa un ahorro significativo al reducir la hospitalización de pacientes.
“Un efectivo sistema prehospitalario ayudaría a generar menos gastos hospitalarios. Al año se atiende un promedio de 23 mil emergencias y sólo el 15 o 20 por ciento se trasladan a un hospital, 18 mil no se trasladan y la situación se resuelve en el lugar con un costo de mil 780 pesos, a diferencia de cruzar la puerta de urgencias, que significa un gasto de tres mil 500 pesos por paciente”, informó el comandante del CRUM.
El ahorro para el sistema de salud representa un 50 por ciento de más de 31 millones de pesos al año, cifra que pudiera motivar que las autoridades de los tres órdenes de gobierno inviertan más en sistemas de atención antes de ingresar pacientes a los hospitales.
“En el CRUM atendemos a todos, sin importar que tengan IMSS, ISSSTE o no, pero todo repercute al sistema de salud estatal, a los sistemas federales y a las familias. Un buen sistema de salud prehospitalario pudiera servir además para atraer más inversiones y ser factor al momento de la toma de decisiones de una empresa o industria para establecerse en el estado”, destacó Carlos Casillas.
Salimos adelante con lo que hay
Aun cuando el CRUM está lejos de lo que aspiran a ser como Centro Regulador de Emergencias Médicas han sabido adaptarse a trabajar con lo que tienen, aunque destacan el interés que han mostrado las actuales autoridades de salud en el estado para buscar el crecimiento y las mejoras de la agrupación en Querétaro, como serían la incorporación de más ambulancias equipadas y la posibilidad de incrementar los recursos humanos.
“Hemos vivido una adaptación a la realidad y hemos tenido que aprender a vivir con la pandemia. En esta cuarta ola ha sido de mayor contagio, pero ha afectado menos a las personas vacunadas y a las personas sin comorbilidades. Hemos aprendido a trabajar aun con las carencias que tenemos y tenemos que estar listos para lo que venga”.
La cuarta, una ola más contagiosa, pero menos letal
La cuarta ola de COVID-19 causada por la variante Omicron ha sido la más contagiosa y con más casos reportados en México al triplicar el número de reportes positivos en comparación con el momento más alto de la tercera ola. Mientras que el 18 de agosto pasado, el día con más registros positivos de la tercera ola, se dieron 28 mil 953 casos, el pico de la cuarta oleada marcó el 19 de enero del 2022 una cifra de 60 mil 525 contagios registrados. Expertos médicos e investigadores coinciden que el efecto contagioso de la cuarta ola ha sido el más elevado en dos años de pandemia, pero la vacunación y la inmunidad generada han causado una menor letalidad, dato que se refuerza con el caso reciente de Querétaro cuando el lunes21 de febrero se reportó que el 100 por ciento de las personas hospitalizadas por casos graves no habían sido vacunadas o no contaban con el cuadro completo de vacunación. A partir del 19 de enero la pandemia ha registrado un descenso en el número de contagios, el semáforo federal ubica a Querétaro en color naranja y al regreso de los estudiantes a las aulas es inminente para marzo.
El doctor Sergio Blanca Álvarez comentó a PLAZA DE ARMAS que el Sars-Cov2 no desaparecerá y estará latente, por lo que tendremos que aprender a “convivir” con él.
“Se convertirá en una enfermedad endémica y sólo falta determinar la frecuencia con la que tendremos que vacunarnos nuevamente. No sabemos aún si será cada año o cada semestre y trataremos a la enfermedad como se enfrenta a la influenza o a otras enfermedades conocidas”, advirtió el ex delegado del ISSSTE en Querétaro.
La quinta ola será inevitable y se espera que llegue para el verano siguiente, por lo que el deseo de personal médico es que cuando arribe a México ya se cuente con más personas vacunadas, que los menores de edad, que representan 35 millones de mexicanos, ya cuenten con al menos una dosis y que el aprendizaje obtenido en dos años sirva para disminuir el número de contagios y casos fatales.
Vacuna a estudiantes
A partir de mañana 1 de marzo y hasta el día 4, se estará aplicando la vacuna Pfizer de refuerzo en la capital del estado para jóvenes que cumplan 15 años en este 2022 y tengan registrado su domicilio en este municipio. La cita es en el Nuevo Lienzo Charro del Parque Bicentenario. También podrán recibirla, según la convocatoria de la delegación de Bienestar, las jóvenes de entre 15 y 17 años que no hayan acudido por su segunda dosis.
En este sentido, escuelas como la secundaria federal 1, han tenido casos aislados de alumnos con Covid que han sido atendidos de manera inmediata, lo mismo que en algunas primarias públicas. En el caso de los centros de estudios privados, no se han revelado brotes, toda vez que no reportan a ninguna instancia oficial.