- Federación y estado, responsables de la grave crisis
- Ómicron: la contagiosa variante arrojaría tres casos
- A Andrés Garrido, uno de los carros de la Cabalgata
- Se reúne Mauricio Kuri González con Domínguez
Estado fallido.
A pesar de su empuje económico generado por su gran industria y desarrollo turístico, Guanajuato atraviesa por una grave crisis de seguridad por todos conocida.
Apenas el fin de semana, como se publicó ayer en La Roja de PLAZA DE ARMAS, se cometieron 40 asesinatos, entre ellos el de un policía y dos asistentes a un ¡sepelio! en San Francisco del Rincón.
Debido a la gran cantidad de ductos de Pemex que nacen en la refinería de Salamanca y se interconectan con todo el país para proveernos de gas y gasolinas, la entidad vivió el terror del cártel de Santa Rosa de Lima y sus batallas con Jalisco Nueva Generación.
Los miles de muertos, efectivamente, corresponden en buena medida a delincuentes, pero también los hay de ciudadanos que se cruzaron en el camino de estos grupos.
Ante ello, desde hace una década, Querétaro ha “blindado” sus límites con Guanajuato y Michoacán, con lo que, dicen las autoridades policiacas, se ha evitado el efecto cucaracha, afirmación que –con datos duros- podría debatirse ampliamente.
Como también podrían debatirse –o rebatirse- las cifras de homicidios dolosos ofrecidos por la federación, al celebrar la supuesta baja de crímenes de este tipo en la tierra donde decía José Alfredo Jiménez, “la vida no (sic) vale nada”.
En este sentido, ayer, durante su conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador, reveló que el lunes fue un buen día en términos de asesinatos en el país:
“Les puedo decir que ayer no fue un día malo, porque hubo 63 o 67 homicidios a ver. Pero esto es diario, 68 homicidios”, comentó, señalando una gráfica con el número de homicidios cometidos el lunes.
Y mostró que las tres entidades donde más hubo homicidios fue en Chihuahua con 12; Guanajuato con 10; y Estado de México con 7. “Miren cómo iba (la tendencia de homicidios), aquí entramos nosotros, si no hacemos lo que estamos haciendo -que esto a veces no se toma en cuenta- y hay una tendencia que nos ha costado muchísimo, pero ahí vamos, avanzando y todos los días”, expresó López Obrador.
Y como siempre, volteó al pasado: “A pesar de que se enraizó ese contubernio, echó raíces, ya hemos venido avanzando poco a poco. Sobre todo en el caso de homicidios es lo más complicado, en lo que tiene que ver con secuestros, claramente hay una disminución”.
Y es que el gobierno de la 4T sostiene que número de víctimas mortales por el delito de homicidio doloso en promedio diario en el estado de Guanajuato pasó de trece crímenes diarios, de enero a noviembre de 2020, a nueve en el mismo periodo del 2021. Esto, de acuerdo al último reporte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
De tal suerte que siguiendo con esa narrativa, la entidad cerrará el año con una tendencia a la baja en el número de asesinatos ocurridos pues mientras en 11 meses del año pasado se registraron 4 mil 190 víctimas en el mismo lapso del 2021, el número de éstas bajó a 3 mil 239, es decir 951 personas asesinada menos, lo que se traduce en una reducción de 29 por ciento.
Claro, dicha reducción es superior a la media nacional pues de enero a noviembre de 2021 se registró una disminución de 3.8% de homicidio doloso en comparación con el mismo periodo de 2020, según se dio a conocer el periódico Milenio.
Lo cierto es que el estado vecino, ocupa el cuarto lugar a nivel nacional en homicidios dolosos, con 142 delitos de esta naturaleza cometidos por cada 100 mil habitantes.
Pero independientemente de las cifras, frías, duras, habría qué preguntarle a la ciudadanía su opinión sobre las acciones y programas de seguridad del gobierno federal, pero también del estatal.
Porque la declaración presidencial de que el lunes fue “un buen día” porque solo se cometieron 68 homicidios, es una bofetada contra los deudos, que ahora ya ni siquiera pueden vivir su duelo y enterrar a sus muertos sin miedo al ataque de un grupo armado.
Pobre Guanajuato.
Pobre México.
-OÍDO EN EL 1810-
Pérdida.
Agradezco a nombre de mi familia, las condolencias y muestras de solidaridad por el fallecimiento de mi querida Tía Amalia, hermana de mi padre y director general de esta casa, Sergio Arturo Venegas Alarcón.
Amalia fue una gran mujer, trabajadora y entregada a su familia. Deja grandes amigos y enormes afectos y enseñanzas en quienes tuvimos el privilegio de conocerla.
Descansa en paz, querida Tía.
-¡PREEEPAREN!-
Variante.
Desde hace varios días, se detectaron algunos casos de Ómicron en nuestro país, particularmente en Estado de México y CDMX.
El hecho de que en nuestra entidad haya tres casos sospechosos, demuestra la alta movilidad de personas en estas tierras y la atención que la autoridad está poniendo en la detección –de confirmarse- de casos activos.
Se viene dura la cuarta ola.
-¡AAAPUNTEN!-
Homenaje.
Uno de los carros de la tradicional Cabalgata, será dedicado este año a la memoria del cronista de Querétaro, Andrés Garrido del Toral, fallecido el pasado 14 de julio.
El Divo de Bernal, prolífico escritor, cantaor, gran conversador y mejor amigo, estará satisfecho con el reconocimiento de sus paisanos.
Bien merecido.
-¡FUEGO!-
Encuentro.
Se reunieron ayer el gobernador Mauricio Kuri González y su antecesor Francisco Domínguez Servién.
El encuentro, a decir del actual mandatario, fue para darse el abrazo y desearse felices fiestas.
La cita fue en el Centro de Congresos. De lo que habrán platicado.
Solo ellos sabrán