ENTRE LÍNEAS
El tema del transporte público y las posibles soluciones a la saturación de vehículos en Querétaro es un tema de interés que tendrá que ser abordado por los posibles candidatos desde ya. La saturación es evidente, la planta vehicular crece a un ritmo impresionante muy superior a las alternativas planteadas hasta ahora. Ya ha sido tema de campaña en con anterioridad. ¿Cómo visualizar la movilidad en Querétaro? ¿Hacia dónde apuntar?
Es claro que para un asunto tan complejo las propuestas simplistas no aportan soluciones. La movilidad no se puede visualizar sólo desde el punto de vista técnico o financiero y, menos, sólo desde la perspectiva política, las ciclovías yacen inertes por la pésima planeación y falta de promoción del uso de la bicicleta. Como afirma Luis Tamayo, “el Sistema de movilidad Qrobici (con sus 100 Kms de ciclovías desgraciadamente mal conectadas y muchas de ellas peligrosas) aún no ha logrado atraer a las multitudes”. Están vacías y son un desperdicio de recursos.
Soluciones como la expresada en la pasada campaña de Nava: “Mitad de tráfico y doble de seguridad” demuestran ser un fracaso evidente. Se pensó como lema de propaganda, no como plan prioritario para la población. Ahora se existe el doble de tráfico y se tiene la mitad de seguridad, totalmente al revés. No funciona. Tampoco es suficiente quedarse en estudios técnicos de ingeniería, o de planeación presupuestal. El problema requiere, ante todo, ser pensado por muchos especialistas y contar con los consensos necesarios y suficientes para que tenga una solución satisfactoria. Es también un asunto de cultura, educación y equidad, además de la prioridad económica y de la sustentabilidad y su relación con el calentamiento global.
¿Es el metro una solución viable? Pancho Domínguez lo descartó durante su campaña política (2015) como alternativa, por el costo y por la orografía de la ciudad de Querétaro. Celia Maya, cuando fue candidata al Senado, propuso dos líneas de metro para la zona metropolitana de Querétaro, una para conectar El Marqués y la otra, Corregidora y llegó a dar una cifra del costo de 40 mil millones de pesos (Luz María Barrero -12 junio, 2018).
La discusión empieza con el asunto de la inversión en transportes masivos, como Metrobús (BRT, Bus Rapid Transit, por sus siglas en inglés) o Metro, por su relación costo-beneficio. Las cifras de inversión demuestran la eficiencia de distintos medios de transporte y que estos mismos costos, el costo del asiento por kilómetro recorrido, en el caso de una ruta de Metrobús (BRT) en la Ciudad de México, pueden ser de mil dólares y para el Metro de alrededor de tres mil 500 dólares. Una diferencia significativa.
¿Por qué encerrarse en soluciones antiguas y no explorar nuevas opciones?
Metro vs BRT. En ambos casos, se trata de medios de transporte que justifican su inversión en ciudades densamente pobladas, como el caso de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México que en menos de un año superó su demanda diaria proyectada a 450 mil pasajeros. Pero ¿En Querétaro existe tal magnitud de demanda? Si no existe tal demanda no se justifica una inversión tan alta, independientemente del costo derivado de la orografía de nuestra ciudad. El BRT, por su parte, no ha demostrado ser una opción en Querétaro porque no se planteó como una solución integral. Un modelo tipo Metrobús de la Ciudad de México, con carril confinado, podría transportar hasta 35 mil pasajeros por sentido a una velocidad de 25 kilómetros por hora. En Querétaro se introdujo un modelo de vehículos que sólo sustituyeron a los antiguos camiones urbanos y quitar un carril a calles tan estrechas significa una ampliación de la carga vehicular que impacta en una mayor contaminación ambiental y no se ha logrado reducir el uso del automóvil para un solo pasajero. El aspecto cultural es de suma importancia.
El teleférico se ha introducido como medio de transporte masivo en numerosas ciudades del mundo. En América Latina en Colombia, Venezuela, Bolivia, Brasil, Argentina, Perú y Chile ya cuentan con este tipo de infraestructura.
En México ya hay experiencias en el Estado de México, que fue el primero en efectuarlo con el Mexicable, en el municipio de Ecatepec. De acuerdo con información del gobierno local, contó con una inversión total de 1,700 millones de pesos; hay siete estaciones distribuidas en 5 kilómetros, con más de 185 cabinas, el costo por viaje es de siete pesos. En la Ciudad de México acaba de dar inicio la construcción de varias líneas de cablebús.
Los teleféricos son una excelente alternativa de medio de transporte masivo para llegar a lugares de difícil acceso, debido a una menor dependencia de la topografía del terreno que una ruta de metro o una avenida, por ejemplo, que sería de difícil trazado, con fuertes pendientes y elevados costos de ejecución y mantenimiento. Querétaro, como Roma, es la ciudad de las siete colinas. El costo sería intermedio entre el metro y el BRT.
El desarrollo de una red de teleféricos para las distintas colonias y nuevos asentamientos urbanos de Querétaro contribuiría a la reducción de las brechas de marginación de las poblaciones en zonas con acceso complicado. Querétaro debe apostar por un nuevo modelo de ciudad y más que la ciudad de la Zona Metropolitana. La forma de hacerlo es desarrollando un plan integral de desarrollo social, cultura, movilidad y conectividad, principalmente enfocándose en el fortalecimiento del tejido social.
Entre los principales beneficios del sistema de teleféricos, destaca una reducción de un porcentaje importante del tiempo y una disminución enorme de emisiones de toneladas de bióxido de carbono. Las estaciones del teleférico implican un reordenamiento de las rutas de los autobuses urbanos y un replanteamiento de las ciclovías, pero tendrían además un gran potencial como espacios de convivencia. Por ejemplo, en la Ciudad de la Paz, en las estaciones del teleférico existen áreas de lectura, junto con establecimientos comerciales y de distracción, en Querétaro se reenfocaría el modelo de ciudad junto con nuevos modelos de transporte y de movilidad. Urge un cambio radical.