ENTRE LÍNEAS
Para tener una idea clara sobre la potencialidad de una candidatura para el gobierno de Querétaro, tendremos que preguntarnos antes ¿Hacia dónde queremos ir? Para de ahí establecer los criterios de selección de las cualidades y posibilidades de un candidato determinado.
Esta primera pregunta impone como premisa un diagnóstico claro sobre dónde estamos y cuáles son los asuntos no tomados en cuenta para el cambio y reorientación del rumbo del destino del Estado en contraposición con los planes de desarrollo pasados.
Un líder político tiene como función principal proponer las metas sociales, discutir los objetivos del desarrollo con bienestar de una sociedad, orientar los destinos de la misma y la capacidad de conducción hacia un futuro prometedor del Estado de Querétaro. Para este fin se establece la planeación democrática como compromiso esencial del pacto político constitucional.
En el análisis de los planes de desarrollo de los anteriores gobiernos se observa cierta coincidencia con el propósito de dar continuidad a las políticas que han posicionado a Querétaro como un estado líder en el desarrollo de manufacturas, especialmente en las áreas automotriz y aeroespacial, pero en estos documentos no se observan objetivos claros de hacia dónde quiere ir la sociedad como un todo, ni una correlación evidente con otros objetivos que potencien al estado hacia mejores niveles de desarrollo, bienestar y equidad social y viabilidad como un todo social, así como su inserción en los procesos y estrategias de desarrollo nacionales. Este primer criterio descarta la viabilidad de la candidatura de Kuri, que encabeza una oposición débil en el Senado, sin sustento, a las políticas nacionales planteadas en la 4T. La oposición está desorientada, ideológica y moralmente, y eso es grave para la entidad. No sabe a dónde ir.
En los planes de desarrollo de las administraciones pasadas no hay coincidencia de políticas de desarrollo social equilibrado, persisten las desigualdades, tampoco se ve la relación entre la formación de mano de obra calificada, desarrollo equilibrado en el campo y en las ciudades, distribución del ingreso y movilidad social, desarrollo urbano y rural, movilidad, distribución espacial de la industria, con la movilidad, la conectividad y el desarrollo de los sectores que permitan visualizar un equilibrio y un consenso social claro sobre el futuro.
Lo que se observa es un crecimiento urbano desordenado, desconexión y saturación de tráfico, un uso de suelo perverso y persistencia en la desigualdad de oportunidades. Cada gobernador de la alternancia reciente, dejaba a los responsables de las distintas áreas que hicieran el plan correspondiente sin una orientación de fondo, debido en gran medida a la escasa formación académica de los líderes políticos y a la falta de visión. No es el caso con Maximiliano, que conoce de economía, de derecho, de sociología política y de administración pública.
Vayamos por partes. Querétaro se ha distinguido por un alto grado de urbanización, pero su distribución espacial es errática, no se ha logrado equilibrar con el resto de la población del estado y se mantienen notables niveles de pobreza, carencias de servicios urbanos y de infraestructura.
Un primer paso sería la rearticulación de las zonas metropolitanas y la conectividad. Una característica importante de Querétaro es la cercanía relativa con la megalópolis de la Ciudad de México y en ser el centro neurálgico de las comunicaciones terrestres hacia el Norte de la República. A pesar de esta situación, es muy deficiente la planeación de la conectividad, que hace que se mantenga la persistencia de notables carencias de infraestructura y equipamiento de las dos zonas metropolitanas del estado en un contexto de urbanización dependiente y subordinada de la Zona Conurbada de la Ciudad de México, por lo que se considera urgente diseñar estrategias metropolitanas integrales propias de la entidad que permitan a las principales concentraciones urbanas elevar sus niveles de eficiencia y ser competitivas en el mercado mundial. Por ello es necesario un replanteamiento integral de las zonas metropolitanas del estado con sus consecuencias políticas, administrativas y de inversión que tenga un amplio impacto sobre el desarrollo social y la igualdad de oportunidades.
La posición geográfica de Querétaro es un factor de gran importancia geoestratégica para el desarrollo regional y nacional. El patrón poblacional del sistema urbano principal acentúa las diferencias de accesibilidad y el peso de la zona Centro del Estado en la articulación territorial del conjunto del país. Querétaro es una zona de alta accesibilidad por la red carretera, ferroviaria y aérea. Centro de telecomunicaciones y servicios.
La entidad es una de las que han mostrado las más altas tasas de crecimiento demográfico durante los últimos 20 años, aproximándose aceleradamente a una concentración polinuclear con San Juan del Río y los municipios conurbados por estas dos ciudades: Corregidora, Huimilpan, Amealco, El Marqués, Pedro Escobedo, Colón, San Juan del Río, Tequisquiapan, Ezequiel Montes, Cadereyta y Tolimán. En el mediano plazo se unirán los espacios y se producirá una interdependencia muy estrecha que requiere visualizar la intercomunicación y el desarrollo con una visión metropolitana de conjunto.
Querétaro podría ser uno de los estados mejor evaluados por su efectividad de infraestructura según los Criterios del Foro Económico Mundial. Sin embargo, carece de un programa económico, social y territorial integral de largo plazo que, partiendo de un diagnóstico riguroso, con bases científicas, permita articular todas las visiones e intereses de los diferentes agentes que participan en la construcción del espacio en el estado, así como las fuentes de financiamiento de las inversiones regionales requeridas.
La zona de más alta accesibilidad se centra en el corredor de las carreteras Ciudad de México-Irapuato, Ciudad de México-Guadalajara y Ciudad de México – Nuevo Laredo, que tienen como centro articulador a Querétaro, por lo que es necesario diseñar los nodos de enlace y los libramientos que permitan a las zonas conurbadas una mayor intercomunicación y medios masivos de comunicación ágiles y eficientes, no ocurrencias aisladas como esa de la “mitad de tiempo y el doble de seguridad” que sólo indican falta de visión e improvisación.
Este patrón poblacional del sistema urbano principal en el contexto nacional acentúa las diferencias de accesibilidad y el peso de la zona Centro en la articulación territorial del conjunto del país. México perdió su calificación competitiva por falta de inversión en carreteras, ahora se está revirtiendo esa situación y Querétaro se encuentra en un espacio geográfico privilegiado. Desde aquí se puede empezar a visualizar la planeación del desarrollo integral del estado. Basta de improvisaciones y ocurrencias. Es necesario pensar el futuro con claridad y profundidad.