La Navidad es la época ideal para la generosidad. ¿Y los demás días? Ser generoso te ayudará a vender más, enfermarte menos, ser más feliz y vivir más tiempo. ¿Por qué no practicarlo todo el año?
El tema que les comparto surgió, además de la época navideña, por está historia que me pasó hoy: me encontraba al finalizar una sesión de planeación de Cardiochavitos, una fundación que brinda oportunidades de vida a niños en situación vulnerable con problemas congénitos en el corazón. Sin ser parte de la sesión, entró un papá agradecido con muchas cajas de galletas para regalarlas a todos los asistentes. Ésta era su forma de agradecer, como cada año, la ayuda que recibió por parte de esta fundación para su hija; que de estar muy delicada ahora se encuentra con muy buena salud.
La fundación cuenta con un gran talento que aporta su tiempo con generosidad sin esperar beneficios personales a cambio. De la misma manera que el padre lleva las galletas por gratitud, la cual es piedra angular de la generosidad.
Generosidad para vender más.
He escrito anteriormente un artículo solo para este tema (salexperts.com) pero rescatemos algunos puntos relevantes.
Escuchar al cliente si eres vendedor o al mercado si eres empresario bajo un principio de generosidad, te ayudará a ofrecer soluciones reales y de largo plazo que te permitirán mantener una relación fructífera por muchos años.
Recuerda que en la mayoría de las empresas, los clientes leales representan un 90% de los ingresos.
Un vendedor o empresario, que ayuda a sus colegas o amigos sin pedir nada a cambio, construirá a largo plazo una red de contactos agradecidos que podrían recomendarlo o terminar siendo clientes.
Un vendedor o empresario que sabe escuchar consejos (lo cual es generoso por el valor que concedes a quién te lo ofrece) será más sabio cada día y estará más cerca de sus metas.
Generosidad para ser más feliz.
Lo sé, no hace sentido económico que si das parte de lo tuyo serás más feliz. Sin embargo, en años recientes la neurociencia ha evolucionado enormemente y nos ha ayudado a relacionar el impacto de las emociones o experiencias en el cerebro.
Aquí ofrezco un ejemplo de un estudio científico, además de las muchas caras felices que ví hoy en Cardiochavitos y recientemente en otras fundaciones como La Cima IAP o Cordem.
Soyoung Park, del Departamento de Psicología de la Universidad de Lübeck en Alemania dirigió un estudio que analizaba la actividad cerebral de 50 participantes. Los sujetos del experimento recibieron una suma de dinero durante cuatro semanas, aunque la mitad recibió la instrucción de gastarlo en ellos mismos y la otra mitad de gastarlo en otra persona.
Utilizando imágenes por resonancia magnética, los investigadores descubrieron que los participantes que habían gastado su dinero en otros también se mostraron más generosos a la hora de realizar otras tareas independientes y sus cerebros mostraron más actividad en un área vinculada con el sentimiento de felicidad.
Generosidad para vivir más y tener más salud.
El doctor Waldinger, profesor de psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard, dirige un estudio que desde 1938 monitorea a 268 estudiantes y sus descendientes para investigar sobre su salud y su felicidad. El estudio ha encontrado una correlación directa entre las relaciones con personas, la salud y la felicidad.
Para lograr esas relaciones, dentro o fuera de la familia, es importante tener empatía y ayudar a los demás en situaciones difícles. Ambas cuestiones producto de la generosidad.
Por último, es importante que no confundas generosidad con una transacción justa (doy pero tu me das) ni tampoco con dar sobras. Al final, el beneficio llegará a ti con amistades, éxito, salud y vida.
Esta post-Navidad, regalate dar.