Red Bull tuvo un fin de semana agridulce en el Gran Premio de la Emilia-Romaña con el resultado de sus pilotos.
Por un lado, Max Verstappen les entregó la victoria pese a la caída de rendimiento del RB20 con los neumáticos duros y la persecución feroz de Lando Norris con el McLaren.
Con Sergio Pérez el panorama empeoraba conforme avanzaba la carrera. Si bien es cierto que el choque en la práctica 3 condicionó su resultado, el arrancar desde el puesto 11 y la velocidad fueron factores que influyeron.
“Este fue el mejor fin de semana de Max en tiempos, créditos para él. Para mí, este fue un fin de semana muy malo. No creo que haya ido como se esperaba y como queríamos. Hay mucho que analizar, porque todo salió bien hasta la calificación. Después de eso, se perdió todo el fin de semana.
“También tiene que ver con el hecho de que tenía la pole position en sus manos. Al adelantar fue difícil aquí, pero no sé exactamente cuál era su velocidad. Tenemos trabajo que hacer, especialmente por mi parte y también cuando miramos la banda dura”, explicó el tapatío a De Telegraaf.
Pérez tiene que volver al podio en Mónaco para recuperar el subliderato que perdió ante Charles Leclerc, de Ferrari.