La bomba que arrojó Estados Unidos en Afganistán con el fin de destruir bases yijadistas dejó grandes secuelas en el paisaje afgano donde fue arrojada.
El secretario de Defensa de los EE.UU. visitó este lunes Afganistán con el fin de conocer a fondo la situación de las tropas estadounidenses en el territorio de este país asiático.
El jefe del Pentágono deberá hacer frente a la polémica que se ha desatado en Afganistán tras el lanzamiento de la bomba MOAB, la más potente que poseen las fuerzas estadounidenses, para destruir una red de túneles del EI en la provincia oriental de Nangarhar.
La explosión, equivalente a 11 toneladas de TNT, se estrelló en la ladera de la montaña.
Debido a que las tropas en patrulla advirtieron de las amenazas en curso en la zona con militantes del Estado Islámico, así como de talibanes, un fotógrafo capturó las casas de barro destrozadas en medio de profundos cráteres y árboles destruidos.
Una casa dañada y árboles quemados se ven en el sitio donde se desató ‘la madre de todas las bombas’. Cifras oficiales indican que 96 insurgentes fueron asesinados y ningún civil resultó herido.
Desde la explosión, la zona ha sido fuertemente controlada por las fuerzas estadounidenses y por las tropas afganas, por lo que el sitio puede ser difícilmente capturado por las cámaras.
A unos pocos cientos de metros del sitio de la explosión, las hojas permanecieron intactas en los árboles, desmintiendo las expectativas iniciales de que la explosión pudo haber enviado una onda explosiva destructiva de hasta más de un kilómetro.
Los comandantes estadounidenses dijeron que la bomba se utilizó para atacar un complejo de túneles y destruir minas terrestres y otras trampas colocadas por militantes del Estado Islámico escondidos en las montañas.
Se decía que una cueva cerca de la zona tenía prisioneros, pero no estaba en uso en el momento de la caída de la bomba, según los soldados presentes en la escena.
El este de Afganistán, cerca de la frontera con Pakistán, es un terreno donde se ocultan muchos yijadistas para operar desde las cuevas y las montañas escarpadas.
Las tropas estadounidenses han estado luchando durante casi 16 años en Afganistán, donde el gobierno y sus aliados de la coalición están luchando contra el movimiento talibán, así como otros grupos extremistas, incluyendo el EI.
POR: LÓPEZ-DÓRIGA.COM