En el marco del Día Nacional de la Protección Civil, especialistas de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) destacaron la importancia de generar bases sólidas de seguridad ante sismos y de implementar sistemas de monitoreo precisos para la región. México, por su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico, es uno de los países más expuestos a estos fenómenos naturales.
El titular de la Coordinación de Protección Civil Universitaria (CPCU), Rafael Porrás Trejo, informó que más de 200 estudiantes de la Facultad de Ingeniería han cursado la asignatura optativa ‘Introducción a la evaluación de construcciones en la gestión integral de riesgos’, incorporada a la carrera de Ingeniería Civil. Señaló que el propósito es fortalecer la instrucción en esta clase de eventos.
Porrás Trejo explicó que los materiales base utilizados en estas clases fueron proporcionados por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), lo que permite que los alumnos adquieran conocimientos esenciales para actuar en situaciones de emergencia, particularmente en edificaciones con riesgo de colapso. Indicó que, aunque Querétaro se encuentra en un nivel medio de riesgo sísmico, la CPCU se mantiene preparada y hasta el momento no se han registrado afectaciones en los inmuebles universitarios.
Por su parte, el docente de la Facultad de Ingeniería, Omar Chávez Alegría, subrayó que en la UAQ se han revisado diversas trazas de monitoreo sísmico existentes en la región, como en la Ciudad de México. Sin embargo, recalcó que no hay registros específicos para la zona de Querétaro hacia la subducción de Guerrero u Oaxaca, consideradas las más activas. Recordó el caso de Morelos en 2017, donde la falta de monitoreo en una zona de baja probabilidad sorprendió a la población con un sismo de gran magnitud.
Frente a este panorama, la Facultad de Ingeniería de la UAQ ha establecido vínculos con el Centro de Geociencias y el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El objetivo, coincidieron los expertos, es que la infraestructura esté mejor preparada para responder ante eventualidades sísmicas, aun cuando el riesgo en Querétaro sea considerado bajo.





