El año pasado, 58 por ciento de las empresas en el mundo realizaron “greenwashing”, una práctica que presenta una imagen engañosa de responsabilidad ambiental, de acuerdo con la plataforma de recursos humanos Zippia.
Especialistas en sustentabilidad del despacho Sánchez Devanny aseguraron que esta práctica afecta el cumplimiento de criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG).
En América del Norte esta práctica es más frecuente, añade Zippia.
Sólo en Estados Unidos, 72 por ciento de las empresas admitieron haber realizado “greenwashing”, 24 puntos porcentuales más que el promedio global.
Incluso, esta figura engañosa de responsabilidad ambiental aumentó 70 por ciento en las empresas bancarias y financieras a nivel global entre 2022 y 2023.
“En más de 50 por ciento de estos casos, los bancos estaban vinculados a empresas petroleras o de combustibles fósiles, lo que iba en contra de sus afirmaciones de sostenibilidad”, añade el reporte de Zippia.
Enrique Cruz, asociado del Área de Práctica Ambiental de Sánchez Devanny, dijo que el “greenwashing” da una percepción de que una empresa tiene un posicionamiento sostenible, cuando sus acciones van en contra del medio ambiente.
Georgina Gutiérrez, socia del mismo despacho, agregó que esta práctica perjudica al pilar ambiental de los criterios ASG al socavar la credibilidad de las empresas que realmente están comprometidas con experiencias sostenibles.
“Al hacer afirmaciones engañosas o exageradas sobre sus iniciativas ambientales, las empresas que practican el ‘greenwashing’ pueden desviar la atención de sus impactos ambientales reales o evitar implementar cambios significativos en sus operaciones.
“Esto puede llevar a una percepción errónea de los inversionistas y consumidores, dificultando la identificación y apoyo a las empresas verdaderamente responsables”, resaltó Gutiérrez.
Pueden existir afectaciones en la reputación y valor de una marca, agregó.