La urgencia y la dirección hacia donde debemos transitar son claves, pero sin financiamiento muy difícilmente se podrá lograr. Pues déjeme decirle que el pasado jueves 6 de enero, como regalo de Reyes, el Alcalde del Municipio Capital, en sesión con el Consejo Ciudadano Temático de Medio Ambiente, anunció una cuestión por demás trascendente e histórica. Se trata de la creación del Fondo para la Protección Ambiental del Municipio, lo que se traduce en crear la figura de un instrumento económico ambiental necesario hoy en día para financiar los programas, proyectos y acciones ambientales, principalmente todo lo que tiene que ver con la acción climática y por otra parte, con la biodiversidad. Así mismo, en la esa reunión del Consejo, señaló que se realizaría una aportación económica por 3 millones de pesos, y puede ser poco o mucho, según se quiera ver, pero lo cierto es que hay recurso para iniciar las líneas de acción en este año.
Es posible que se piense en el Fondo Ambiental como una cuestión poco relevante, empero, no es así. La generación de instrumentos económicos ambientales no data de hace demasiado tiempo, son más bien de la época reciente, e incluso, ha sido una de las recomendaciones de la OCDE a México, el uso de estos instrumentos. A nivel estatal ya se había creado el Fondo Ambiental, y ha sido clave para financiar proyectos de diversa índole, pero en el plano municipal, había un rezago considerable, que ahora empieza a emparejarse.
Todo instrumento económico ambiental trae aparejado el mecanismo, el cual se refiere a la forma en que se nutrirá y a la manera en que se operará, son dos aspectos indisolubles. Así tenemos que las fuentes para el ingreso de recursos al Fondo estarán diversificadas en tanto que podrán provenir de recursos internacionales o nacionales, pero también de fuentes locales y propias del municipio. Y por lo que respecta a la operación misma del Fondo, es decir, su ejercicio, sus egresos, estos, tienen que estar etiquetados para programas y proyectos únicamente ambientales que contribuyan a lograr las metas de los programas estratégicos de cambio climático y biodiversidad.
Cuestión aparte, merece señalar que la propia operación del Fondo estará a cargo de una instancia colectiva intrainstitucional y con plena transparencia.
La creación del Fondo Ambiental municipal, entraña aspectos que se relacionan con la gobernanza ambiental, o sea, que dicha creación encierra las propuestas y aspiraciones de los colectivos ambientalistas, que el Fondo servirá para proveer beneficios a la ciudadanía y, se garantizará la transparencia en las decisiones y ejercicio de los recursos financieros, aunado todo ello, esta presente la voluntad política manifiesta en manos del alcalde como parte del andamiaje de la gobernanza ambiental municipal.
Lo anterior no es limitativo, pues podrán participar otros sectores de la sociedad aportando recursos al Fondo como parte de la corresponsabilidad y la internalización económica de sus acciones, impactos o actividades económicas.
Dicho Fondo Ambiental municipal no es para menos, pues un municipio, el municipio capital y central de la zona metropolitana, no podía faltarle una figura económica ambiental como ésta, y máxime cuando se busca la innovación y estar a la vanguardia a nivel nacional.
Por ello, la creación del Fondo Ambiental es emblemática, significativa y llena de fondo.
Ahora solo resta que en febrero el Cabildo tenga a bien en aprobarlo para gestar su certeza jurídica y dar el banderazo de arranque.
Bienvenidas todas las aportaciones, y bienvenid@s tod@s aquellos que deseen sumarse y ser parte de esta importante transformación socioinstitucional, que es un verdadero parteaguas en la historia ambiental del municipio.