ENCUENTRO CIUDADANO
En el marco del día internacional de la mujer, se sucedieron diversos eventos, desde las multitudinarias marchas, foros, expresiones que hablan de la pesada carga de ser mujer y un paro inédito que demostró la fuerza de las mujeres. La Rayuela de La jornada fue muy acertada: “Fue un 9 de marzo inolvidable. Nunca una ausencia hizo tanto ruido.”
Y nunca hay que olvidar que este movimiento es debido a algo muy doloroso, el que las mujeres sean objeto de violencia, a través del acoso, violencia doméstica, violencia extrema, encarnada en el secuestro, la desaparición, la tortura y la muerte. Pero así como las mujeres en diversos lugares del país están siendo asesinadas, también estos días se abrió una luz esperanza que podría llevarnos a acabar con esta locura feminicida.
Desde 1974 se estableció en el artículo 4º de la Constitución mexicana que “el varón y la mujer son iguales ante la ley”, el reconocimiento de los delitos contra la mujer se dio hasta 2007, con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, donde se reconoce el concepto de violencia feminicida como una “forma extrema de violencia de género”. En 2010 inició la tipificación del feminicidio en los estados (Guerrero y la Ciudad de México fueron los primeros) y en 2012 en el Código Penal Federal. Para 2018, las 32 entidades federativas tenían tipificado este delito, pero no se encuentran armonizados con el Código Penal Federal. Pese a los avances en la ley, la violencia no ha cesado. México atraviesa por una de las épocas más violentas de su historia reciente y las estadísticas mediante las que se pueden identificar las agresiones en contra de las mujeres por razones de género año tras año acumulan cada vez más víctimas.
De acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), durante 2017, en Querétaro se abrieron ocho carpetas de investigación por el delito de feminicidio. Durante este 2018 y 2019 hubo una gran cantidad de carpetas de investigación que no fueron registrados como casos de feminicidio, lo cual mantiene los números del año pasado, sin embargo, esto no es un indicador de que no exista violencia en contra de las mujeres en el estado.
Ya que colectivos y asociaciones de mujeres presentaron a finales de 2019, en las jornadas “Juntas Hasta la Vida”, contabilizan 15 posibles casos de feminicidio, señalando que la Fiscalía General del estado solo había reconocido seis. Así ya van 82 feminicidios en Querétaro durante los últimos cuatro años, aunque el gobierno estatal reconozca oficialmente 16. Y de estos 82 feminicidios, el 46% de las mujeres queretanas víctimas de la violencia sexual son menores de 19 años.
El contraste de las cifras que se reportan en la incidencia delictiva y las que se observan en las estadísticas de homicidios por agresiones es abismal: entre 2015 y 2019, frente a los 94 asesinatos de mujeres de manera violenta que reportó Inegi, de acuerdo con el SESNSP solo se abrieron ocho carpetas de investigación.
Parecería la magnitud de los feminicidios en el país no ha sido suficiente para reconocer la dimensión de la violencia de género que viven las mujeres mexicanas.
Colectivas y organizaciones feministas de Querétaro, demandaron en su Manifiesto “Exigimos a las autoridades del estado de Querétaro se apeguen al marco legal nacional e internacional que les obliga a garantizar la dignidad y la vida de las mujeres y las niñas, esclarezcan los casos de feminicidios, juzguen a los culpables e indemnicen a las víctimas colaterales”. Así como su rápido oportunismo los hizo sumarse al “Paro”, a ver si ofrecen respuesta clara, convincente y contundente a esta demanda.
Seguramente de lengua se comerán su taco.
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