ENCUENTRO CIUDADANO
Este día del maestro está marcado por una coyuntura trascendental, la aprobación de la Nueva Reforma Educativa por las legislaturas estatales. La nueva reforma que abroga la de 2013 establece que se garantizará la educación desde el nivel inicial hasta el superior, que esta debe ser obligatoria, universal, inclusiva, pública, gratuita y laica, así como contar con un enfoque de derechos humanos e igualdad sustantiva. Luego de que la nueva reforma educativa quedó aprobada en ambas cámaras del Congreso de la Unión, pasa a las legislaturas estatales. Hace un par de días aquí en Querétaro y antes de su estudio en el pleno, la bancada de acción nacional, ya la rechazó. Pero ¿qué es lo que hay de fondo en esta nueva propuesta que la diferencia de la anterior? Veamos a través de un resumen del trabajo presentado por la investigadora educativa Ariadna Ortega, quién señala que además de la desaparición del Instituto Nacional para la Evaluación Educativa (INEE) y de las evaluaciones “punitivas”, algunos de los aspectos de la nueva reforma son la creación del Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación, en el que la Federación tendrá la rectoría, y un Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Se establece que admisión, promoción y reconocimiento del personal que ejerza la función docente, directiva o de supervisión, se realizarán a través de procesos de selección a los que concurran los aspirantes en igualdad de condiciones, y no tendrán relación con la permanencia. Los procesos para el ingreso y la promoción serán públicos, transparentes, equitativos e imparciales, y considerarán el conocimiento, las aptitudes y la experiencia necesarios para el aprendizaje y el desarrollo integral de los educandos. Para ello el Congreso de la Unión deberá expedir las leyes necesarias, destinadas a distribuir la función social educativa entre la Federación, las entidades y los municipios, a fijar las aportaciones económicas correspondientes a ese servicio público y a señalar las sanciones a los funcionarios que no cumplan. Además el Congreso deberá expedir leyes como la del Sistema de Carrera, leyes generales, así como reformar la legislación secundaria. Por su parte las legislaturas de los estados tendrán un año para armonizar sus leyes. En plazos que van de los 120 a los 180 días. Por ello es de sorprender que antes de revisar y estudiar la propuesta, la conspicua senadora panista Guadalupe Murguía y el gris diputado Felipe Macías señalen que la reforma no garantiza la calidad educativa y que no se cuenta con el impacto financiero de la misma. Cuando esto último lo revisa y asigna el Congreso, y por ahora se ha creado un fondo financiero especial. Sin argumentos contundentes, se lanzan (como nunca antes lo hicieron) a declarar que las plazas docentes estarán a la venta. Este aspecto quedó plasmado en el transitorio que señala: “Con la entrada en vigor de las presentes disposiciones, los derechos laborales de los trabajadores al servicio de la educación se regirán por el artículo 123 constitucional, Apartado B. Con fundamento en este decreto, la admisión, promoción y reconocimiento se regirán por la Ley Reglamentaria del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, prevaleciendo siempre la rectoría del Estado”. Y sobre la calidad educativa el Estado deberá, según la reforma, fortalecer a las instituciones públicas de formación docente, de manera especial a las normales; garantizar que los materiales didácticos, la infraestructura educativa, su mantenimiento y las condiciones del entorno contribuyan a los fines de la educación; determinar los principios rectores y objetivos de la educación inicial, así como los planes y programas de estudio de la educación básica y normal en toda la República; y para ello, se tendrá en consideración la opinión de los gobiernos de las entidades y también la de los actores involucrados en la educación.
En este momento en los estados se presenta la nueva reforma, y sus Cámaras deberán aquilatar que la nueva reforma también menciona aspectos como la recuperación de estudios de civismo, valores, cultura, arte, música, deporte, y medio ambiente, así como la importancia de las becas Benito Juárez, de nivel básico y para estudiantes universitarios. También sopesar la nueva política educativa diferenciada por zonas, lo que permitirá una educación indígena, bilingüe y bicultural, además de la autonomía para la elección de dirigentes en los sindicatos. Por ahora los panistas queretanos están cegados y rasgándose las vestiduras para no aprobar la reforma, y si recordamos hasta el ex secretario de Educación Aurelio Nuño, dijo que durante los gobierno del PAN se agudizó el clientelismo, el corporativismo y otros vicios del sistema educativo. Y siguen andando, como si no lo supieran.
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