ENCUENTRO CIUDADANO
Al día de hoy, el imaginario social y la academia continúan utilizado los términos “Derecha e Izquierda” para explicar los diversos fenómenos políticos-sociales-culturales-económicos que ocurren en México y en el mundo. En el caso de nuestro país, en las últimas elecciones presidenciales, la sociedad presencio el fenómeno de lucha por el poder entre las así llamadas izquierda y derecha. Dados los últimos acontecimientos, más bien manifestaciones, es necesario el visualizar las características que conlleva el término “Derecha” en su versión mexicana, la cual siempre reacciona con ira contra todo lo que siempre ha odiado. La derecha mexicana ha vivido asustada del peligro de que llegara al poder lo que ella misma califica de populismo. Primero fue Cuauhtémoc Cárdenas, después, Andrés Manuel López Obrador. No es nuevo, la derecha vive polarizada y polarizando. La diatriba, el rumor, la noticia falsa, la alarma han sido instrumentos de constante uso en contra de las fuerzas políticas emergentes en el país, como el EZLN, los movimientos feministas, las reacciones anti sistémicas, etc. Pero no siempre se asustan ante el cambio. Basta ver la forma tan tranquila en que esa derecha observó el cambio de presidente de la República en 2012. Se iba el PAN, pero no llegaba la izquierda sino la otra derecha. Las cosas se mantuvieron bajo control, aun cuando se criticara y despreciara de vez en vez al mandatario priista, dentro y fuera del PAN, dentro y fuera del PRI.
Los 12 años del PAN en la Presidencia no se divorciaron de la política impuesta por el PRI. El conservadurismo del PAN no fue novedad, sino continuación. De esta manera vemos que la idea que se formuló durante los años ochenta y noventa acerca de la muerte de los conceptos de Derecha e Izquierda estaba equivocada, los conceptos son tan vigentes en la actualidad como lo fueron hace décadas. Maurice Duverger sintetiza lo expuesto antes de la siguiente manera: que quienes niegan la vigencia de esta distinción suelen ser precisamente personas de la derecha, interesadas en descalificar la propia tipificación respecto de quienes se empeñan en abrir nuevos cauces a la organización social y los que consagran todos sus esfuerzos y sus horas a mantener intocado el orden imperante, tan generoso en privilegios y ventajas para los grupos altamente situados en el escalafón social.
La palabra Derecha es un término que se ha usado desde hace más de dos siglos en el argot político (al igual que el vocablo Izquierda) y ha servido para designar el contraste de las ideologías existentes o la forma en que está dividido el universo del pensamiento político. La adopción u origen de los términos comienza a partir de la Revolución Francesa en el parlamentarismo, donde las distintas facciones o tendencias políticas se distribuían en el recinto según su ideología y según la perspectiva del presidente, hacia la izquierda o hacia la derecha. La derecha y su entelequia el conservadurismo, se vinculan directamente con la jerarquía, ya que ésta dicta un orden o tradición con el objetivo de salvaguardar sus intereses, para ello será necesario establecer un orden jerárquico en el cual unos deben estar a la cabeza de otros, y dicho orden no debe cambiar. La jerarquía nace y se consolida de un modelo monárquico en el cual el monarca es quien está en la cúspide y quienes lo apoyan deben estar en seguida de éste. Y por consecuencia, la clase mayoritaria (la pobre) debe estar en la parte inferior de la pirámide social. Por esta situación, la jerarquía va de la mano de las tradiciones, la religión y por ende, del conservadurismo. Así vemos que el hombre de derecha es el que se preocupa, ante todo, de salvaguardar la tradición; el hombre de izquierda, en cambio, es el que entiende, por encima de cualquier cosa, liberar a sus semejantes de las cadenas que le han sido impuestas por los privilegios de raza, de casta, de clase, etcétera. Quienes se han manifestado en las denominadas marchas fifís, no es el pueblo, es la extrema derecha mexicana y sus partidos, que ubicados ya en el plano del delirio. Por ello buscan solamente bloquear, vociferar, insultar, falsear, mentir.
El llanto de la derecha mexicana tiene que ver con los privilegios y el capitalismo de amigos que benefició a los panistas y a los priistas por igual.
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