Adriana Delgado
Vivamos en el lugar, circunstancia y tiempo en que lo hagamos, la navidad es tiempo de esperanza, ilusión y el momento para renovar bríos mediante la unión y el afecto familiar. No es solo un cliché, es cierto y muy necesario.
Esta es la segunda navidad al hilo en que enfrentamos una pandemia que, por más esfuerzos que hemos hecho como humanidad, no termina de acabar. La variante Ómicron amenaza con volverse la dominante, las vacunas no son hasta ahora una defensa tan infalible, pero tenemos dosis de refuerzo en progreso, seguimos usando cubrebocas y sana distancia, no bajamos la guardia y sabemos que saldremos adelante.
Los mexicanos hemos sobrevivido a esto como lo hemos hecho con otras adversidades, tragedias y crisis: con solidaridad, creatividad y mucha fuerza. Así que también tenemos motivos para celebrar.
Un gran ejemplo es el de las nenis, mujeres emprendedoras que aprovechan las redes sociales para vender ropa, zapatos, accesorios, cosméticos, juguetes y hasta postres. Suelen pactar el encuentro en algún lugar público para realizar la transacción: “¿dónde te veo neni/nena”? Muchas están sacando así adelante a sus familias. Muchas de ellas son cabezas únicas de su hogar. Gracias a ellas hay pan en la mesa y techo sobre muchas cabezas. No son pocas. De acuerdo con el Inegi, el 25 por ciento de las mujeres que trabajan lo hacen por cuenta propia y las ventas son una de las actividades más socorridas.
Ahorramos como podemos y depositamos a nuestros familiares en necesidad esa ayuda que significa dar una mano para que se levanten. El Servicio de Administración Tributaria aclaró ya que esas costumbres mexicanas no serán sujetas a vigilancia y gravadas con más impuestos. Los reportes mensuales que los bancos harán a las autoridades sobre los depósitos mayores a 15 mil pesos tienen otro propósito: evitar delitos.
El que viene será un año de trabajo duro y de cuidar el dinero. Nos esperan muchos retos que no son motivo para sentirnos abrumados sino un aliciente para luchar por tiempos mejores.
En el año que está por iniciar terminarán de habilitarse las vías del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, que conectará al Océano Pacífico con el Golfo de México en una ruta estratégica de comercio internacional con 10 grandes parques industriales en el recorrido, para que las empresas exportadoras construyan sus fábricas, generen empleos y obtengan los estímulos fiscales propios de un proyecto que busca el desarrollo de toda la región sureste del país. ¿Qué tal un millón de empleos a lo largo de su desarrollo y crecimiento?
Durante la mayor parte del encierro obligado por la pandemia, las pymes mexicanas no tuvieron apoyos, las que sobrevivieron lo hicieron por su propia cuenta y esfuerzo. La otra cara de la moneda es que eso permitió que la deuda pública se mantuviera en niveles manejables. Cerrará el año en 50.3 por ciento del PIB, nivel promedio entre los países de la OCDE, mientras que la media en América Latina es 79.3 por ciento.
Este año habrán llegado 53 mil millones de dólares en remesas, récord muy histórico y muy benéfico. Los programas prioritarios del gobierno estarán reforzados en 2022 para atender con pensiones a adultos mayores y personas con discapacidad, becas y apoyos rurales. Eso permitirá mantener a raya el avance de la pobreza. Mientras, desde el inicio de este mes hemos visto acercamientos entre el Ejecutivo y los empresarios y la Secretaría de Gobernación con la oposición, diálogos que de prosperar pueden abrir la puerta a la inversión tan necesaria y a los acuerdos.
Hay capacidad de maniobra para salir adelante. Tenemos mucho por hacer. Un buen propósito será hacer a un lado la polarización y el resentimiento para dar paso a la unidad.