La vicepresidenta de Supervisión de la Reserva Federal, Michelle Bowman, dijo este lunes que el momento de recortar las tasas podría estar acercándose rápidamente, ya que cada vez está más preocupada por los riesgos para el mercado laboral y le preocupa menos que los aranceles causen un problema de inflación.
“Ha llegado el momento de considerar la posibilidad de ajustar la tasa de interés oficial”, dijo Bowman en el texto de las declaraciones que pronunciará ante una reunión en Praga.
Bowman, nombrada recientemente por el Presidente Trump como máxima supervisora bancaria del banco central, dijo que la inflación parece estar en una senda sostenida de vuelta al 2% y afirmó que espera “sólo un impacto mínimo” de la política comercial sobre la inflación.
“En caso de que las presiones inflacionarias sigan contenidas, apoyaría una baja de la tasa de interés oficial ya en nuestra próxima reunión, con el fin de acercarla a su medida neutral y mantener un mercado laboral saludable”, declaró Bowman.
La semana pasada, la Fed dejó sin cambios su rango de tasas de interés a un día entre el 4.25% y el 4.5%. Los funcionarios se mantuvieron en un modo de espera en medio de la considerable incertidumbre económica creada por la política comercial erráticamente implementada por el Presidente Donald Trump.
A los funcionarios de la Fed les preocupa que el aumento de los impuestos a la importación pueda deprimir el crecimiento al tiempo que reinicia lo que habían sido presiones inflacionarias que se enfriaban.
Bowman dijo en sus comentarios que apoyó la decisión de la Fed de mantener estable el costo del crédito. Pero parece ver menos nubarrones en el futuro de la economía y, en su discurso, afirmó que las perspectivas son cada vez más claras.
A la disposición de Bowman a recortar las tasas se une la del gobernador de la Reserva Federal Christopher Waller, quien en una entrevista televisiva el viernes dijo que también consideraría un recorte de tasas en la reunión del 29-30 de julio.