- Caen responsables del ataque a los Cantaritos
- Querétaro, desde hace años ciudad santuario
- Los Aztecas y La Corregidora no jugaban futbol
- A propósito de los nombres de nuestros estadios
Aplausos.
A las distintas instituciones nacionales y estatales que unieron esfuerzos en el exitoso operativo de esta semana para capturar a autores de la masacre de los Cantaritos, incluidos el llamado Alfa 1 y “La Patrona” Es evidente la coordinación del secretario federal de Seguridad, Omar García Harfuch que tiene una magnífica relación con el gobernador Mauricio Kuri González.
El ataque a un bar en noviembre y el de este mes en Los Laureles confirman, a querer o no, la presencia de personajes vinculados a la delincuencia organizada, lo cual sabemos desde hace varias décadas. Querétaro por su belleza, ubicación y calidad de vida ha sido ciudad santuario para las familias de los capos.
Nomás recordar a Amado Carrillo “El Señor de los Cielos”, a los hermanos Arturo y Héctor Beltrán Leyva, Juan José Esparragoza “El Azul”, “El Mochaorejas” y “El Kike” Plancarte, entre otros.
El tema se agrava cuando se rompen los acuerdos y con ello la llamada pax narca, fenómeno asociado a muchos factores, como el del narcomenudeo, la aparición de las drogas sintéticas, el lavado de dinero, más recientemente el huachicol y otros asuntos que llevan a la disputa de territorios.
Aquí Mauricio Kuri González señaló hace tiempo que no pueden evitarse sucesos delincuenciales, pero que no iban a encontrar al gobierno con los brazos cruzados. Que habría respuesta y castigo para los responsables y así lo hemos estado viendo en casos paradigmáticos.
Querétaro no debe rendirse ante la fuerza de los cárteles de la droga y mucho menos establecer complicidades, como parece ocurrir en otros estados, con los representantes de eso que un colega llamó “el otro poder”.
En esto la sociedad, los grupos empresariales, las instituciones educativas y los medios de comunicación, debemos participar con el gobierno en la defensa de la seguridad y el orden jurídico.
Lo de la captura de los responsables de la masacre de Los Cantaritos nos da la esperanza de que que ya no haya intocables.
¿El fin de los abrazos?
Ojalá.

Foto: Especial
-BLANCAS Y NEGRAS-
Estoconazo.
El tema de las restricciones a la fiesta brava en México va a pegar en Querétaro, en donde tenemos más de 20 ganaderías y dos de las principales y más bellas plazas del país, aunque la Santa Maria está cerrada desde hace tiempo por temas financieros y de descuido del inmueble que muy probablemente ahora sí podrán vender.
Consecuencias: Miles de familias mexicanas se quedarán sin fuente de trabajo, el toro de lidia desaparecerá y las ganaderías serán fraccionadas y vendidas para casas, comercios e industrias, como ya comenzaba a ocurrir.
En el caso de Querétaro, en donde la tauromaquia está protegida como patrimonio cultural desde hace varias legislaturas, así se conservará, pero la protección animalista tarde o temprano le afectará.
Sin duda Juriquilla, en donde el negocio no es la fiesta, sino afición de la familia Torres Landa y finalmente estrategia de promoción turística e inmobiliaria, mantendrán el coso, que se usa para espectáculos artísticos internacionales y ecuestres. Los muy apreciados y recordados Pollo Juan Arturo y a Juan Germán Torres Landa ya no vieron, aunque esperaban, este embate a la tauromaquia.
Dicho lo anterior y conscientes del fin de una fiesta con casi 500 años de historia, sería deseable que los señores legisladores tan preocupados por el no maltrato a los animales -que por supuesto compartimos- ahora dediquen el tiempo que les quede libre a pensar y proponer acciones para proteger a las familias de México, hoy sangradas por el crimen organizado.
Y adiós.
-EL HISTORIETARIO-
De memoria.
Apunto de cumplir 59 años el Estadio Azteca -sede de dos mundiales y casa de la selección Mexicana de fútbol- ha sido rebautizado y ahora, con gran disgusto de la afición, se llamará Banorte, como el patrocinador de su remodelación.
El nombre original fue cuestionado en 1966, previo a la inauguración del coso, por el destacado comentarista de radio Ernesto Sandoval Rojas en el muy escuchado programa Cuestión de Minutos que este columnista transmitía y escuchaba en cabina.
Advertía el maestro que no había ninguna justificación para la denominación porque ni los aztecas jugaban futbol ni tenía algunas grequitas en su arquitectura o una piedra del sol en donde ofrendar a los dioses las entrañas de un árbitro. (Nota: Los árbitros no tienen entrañas).
Continuaba Sandoval Rojas, leyenda de Radio Programas de México, con un ejercicio para imaginar cómo pronunciarían los rusos, alemanes o franceses la palabra Azteca, con el temor de que los españoles le quemaran los pies al “Cuate” Calderón, portero del tricolor.
Finalmente decía don Ernesto que habíamos tenido un gran boxeador llamado Kid Azteca, “pero ya se sabe que los golpes atontan”.
Aquí un breve paréntesis para recordar que ese estadio emblemático tuvo, efímeramente, otro nombre: Guillermo Cañedo, en honor de su principal promotor. Y lo mismo va a pasar con lo de Banorte en el próximo mundial, porque la FIFA no acepta utilizar marcas en las sedes.
Volverá a ser Azteca.
El hecho, absolutamente de negocios, nos recordó la experiencia local con nuestro estadio Corregidora (no La Corregidora, como dicen algunos cronistas de la tele), construido e inaugurado hace 40 años por el gobernador Rafael Camacho Guzmán, porque igual que los aztecas no jugaban futbol, doña Josefa Ortiz de Domínguez -dicho sea con todo respeto- tampoco.
Ella hacía tertulias literarias y nos dio un país.
El partido inaugural del Corregidora se efectuó el 5 de febrero de 1985 y no pudo ser mejor con la goliza de 5-0 a Polonia por parte de la selección de México comandada por Bora Milutinovic.
Por cierto, el magnífico proyecto fue realizado y dirigido por un joven arquitecto queretano de 35 años, Luis Alfonso Fernández Siurob, hijo de Isidro Fernández, el gran amigo de Camacho Guzmán, siendo secretario de Obras Públicas el ingeniero Gustavo Welsh Castillo, de quien se recuerda una de las mejores anécdotas del sexenio.
Va de cuento.
En aquél 1985 había gran interés por conocer el moderno estadio construido expresamente para el Mundial de México 86 y en donde jugarían grandes equipos, como Alemania, España, Dinamarca y otros, por lo que la FIFA organizó una visita guiada y conferencia de prensa para los enviados y corresponsales en una de las cabeceras.
Ahí ante el mandatario estatal y los jerarcas del futbol mundial y nacional se celebró la reunión de presentación a los medios. Todo iba bien hasta que uno de los periodistas extranjeros le preguntó al titular de Obras Públicas Gustavo Welsh por el número de puertas del estadio y el funcionario que inexplicablemente no tenía o no recordaba el dato, hizo una relatoría de las gestiones para el cumplimiento de las normas de seguridad exigidas y cumplidas.
Y don Rafael se desesperó. ¡A ver ingeniero!, le habría dicho, no le están preguntando eso. Lo que el señor quiere saber es cuántas pinches puertas tiene el estadio. Contéstele. Dígale 10, 20, las que sean, ¿a poco cree que este cabrón va a ir a contarlas?
Así era Camacho.

Foto: Plaza de Armas
-EL HISTORIETARIO II-
La del concurso.
Lo hubo hace 40 años, con muy buen premio en efectivo, para nombrar al llamado gigante del Cimatario. La comisión estuvo encabezada, como le decía, por el profesor Eduardo Loarca Castillo, con la participación de miembros de la sociedad queretana, incluidos los directores de los periódicos locales.
Cientos de aficionados, quizá miles, enviaron propuestas.
El elegido fue: “Andamaxei”, que corresponde a los primeros asentamientos indígenas de la zona y significa en otomí “el gran juego de pelota”. ¡Ideal!, que ni mandado a hacer. Orgullosos y satisfechos, los honorables integrantes del Jurado acudieron a las oficinas del gobernador para informarle del resultado de su delicada tarea.
¡Andamaxei! Le comunicó pomposamente Loarca a Camacho.
¿Anda-Anda-qué?, anden a la fregada, eso no lo va a entender nadie. Yo soy el papá del niño y le voy a poner ¡Corregidora!
Oiga, explicaron los principales, hay 50 que propusieron eso. Pues a ver cómo le hacen, cabrones, denle el premio a quien quieran o repártanlo, pero así se va a llamar. Y así se llama, Corregidora, aunque los cronistas de la televisión lo anuncien incorrectamente en sus narraciones como “La Corregidora”.
Ni remedio.
(Y bueno, se reconocieron varios ganadores, entre ellos J. Jesús Ramírez Orta y José Ignacio Martínez López). El Estadio Corregidora, que iba a ser Andamaxei, pero el papá no quiso.
Y donde manda capitán…

Foto: Archivo
-LA FRASE DE LA SEMANA-
Sedesoq.
La pobreza no tiene género: Luis Nava Guerrero, secretario de Desarrollo Social del Estado, al destacar los programas queretanos dirigidos a jefes de familia (hombres) para llevar a la mesa los alimentos básicos. Plaza de Armas, martes 18 de marzo de 2025.
-JUGADA FINAL-
Indultados.
A quienes, sin conocerla, están acabando con la fiesta brava y harán que se retiren toreros que nunca se arrimaron o jamás aprendieron a matar, un antitaurino ¡Jaque Mate!