CIENCIA FORENSE: IUSCIBERNETICA
ROBOTS VS ABOGADOS
Allá por los no tan lejanos años en que estuve estudiando el doctorado, recibí información referente a la lógica difusa y la teoría de los conjuntos borrosos, ambas, con un lenguaje matemático que impone. Desde entonces me quedó la inquietud de que pudiera existir la posibilidad de llevar al campo jurídico el empleo de las matemáticas a través de los correspondientes algoritmos. Actualmente, y para gusto de pocos y disgusto de muchos, ya se ha puesto en marcha el iuscibernética, la cual consiste en el empleo de máquinas inteligentes, para que desde la cibernética se sustituya a los abogados.
Lógica difusa.- Como todos sabemos, La lógica difusa tiene la finalidad de entender los cuantificadores que utilizamos cotidianamente (“muy poco”, “demasiado”) y darles un valor numérico. La primera aparición del concepto de Lógica Difusa (“Fuzzy logic”) la presentó Lofti Zadeth en el año de 1965. A diferencia de la lógica de Boole, donde se contemplan sólo opciones de verdadero y falso, en este tipo de lógica se puedes observar múltiples variables de respuesta que se encuentran entre ambas. Mientras que en la lógica discreta se considera si hay pertenencia o no, en la lógica difusa se evalúa el grado de pertenencia o no pertenencia. Aunque la lógica discreta es un caso particular de la lógica difusa cuando la verdad o falsedad son absolutas.
Lógica difusa e inteligencia artificial.- Esta nueva rama de la ciencia ha provocado una renovación en diversos campos de estudio, sobre todo en los que implican el estudio de procesos muy complejos o desordenados. En el A Short Fuzzy Logic Tutorial, se cita que ésto se debe a que los algoritmos convencionales sólo resuelven procesos ordenados, dejando atrás los contextos complejos y caóticos. La capacidad de la lógica difusa para solucionar situaciones indeterminadas y de hipercomplejidad la ha centrado en campos que requieren toma de decisiones y reconocimiento de patrones. Comenzó siendo utilizada en sistemas expertos de Inteligencia Artificial, pero gracias a sus características se le ha aplicado en economía, finanzas y se están buscando sistemas expertos aplicados a la medicina. En conclusión, este nuevo tipo de lógica ha aumentado las posibilidades de que una máquina o sistema informático pueda comprender y adoptar el pensamiento humano.
Teoría de los conjuntos borrosos.- Enrique Martín Armario en su trabajo “La Teoría de los Conjuntos Borrosos y la Toma de Decisiones” publicado en la Revista Española de Financiación y Contabilidad, señala que en la toma de decisiones en una situación legal en la que pudiesen existir imprecisiones en una realidad en esencia compleja, se echa mano de la ciencia con el afán de construir teorías y modelos más precisos, ante lo cual en el seno de las matemáticas nace la Teoría de los Conjuntos Borrosos. Que de acuerdo con el matemático Azorín Poch: “es la confluencia de varias corrientes y acontecimientos… por una parte, la relación con la probabilidad, las aplicaciones del razonamiento lógico y la laxitud. Por otra, las que se refieren a las nociones de agregado, partición y clasificación…”
Inteligencia artificial en el sector legal.- Laura Saiz Madrid, en su artículo “Los Robots Transforman el Sector Legal” cita que la implantación de la inteligencia artificial en los bufetes está obligando a los abogados a replantear una profesión en la que, en un futuro muy cercano, no sólo valdrán los conocimientos técnicos sino la capacidad de trabajar con estas herramientas. Las firmas más potentes ya han encargado estudios internos para valorar su impacto o han dado sus primeros pasos para integrar estos programas. El objetivo no es otro que aumentar la rentabilidad en una época en la que los honorarios se encuentran en un ajuste constante.
Proceso de adaptación.- Sais Madrid señala que el proceso de adaptación del sector legal implicará cambios en la profesión. Así lo afirma Íñigo Berricano, socio director de Linklaters en España, que mantiene que “con la implementación de la inteligencia artificial en los despachos se van a valorar otras aptitudes de los abogados”. Tanto es así, que insiste en que a la hora de contratar profesionales “no sólo contarán sus conocimientos técnicos, sino también su capacidad de adaptación al cambio y sus conocimientos de programación, importante para el continuo desarrollo de la tecnología puesta al servicio de los abogados”.
Inversiones en inteligencia artificial.- Javiera Bianchi, a través de face book comparte la noticia de que el estudio chileno Cariola Díez Pérez-Cotapos, firmó en enero de 2018 una alianza con la consultora especializada en tecnología e inteligencia artificial, Cognitiva, para crear una startup legal a la que nombraron Lexnova. Rodrigo Lavados, el impulsor de esta iniciativa señaló: “Nosotros somos expertos legales y lo que hacemos en esta alianza es entrenar los sistemas…esta tecnología efectivamente puede aprender, procesar y entender la información y lo mejor de todo: en nuestro mismo idioma”, explicó el socio mismo comenta que son 3 los ejes que se plantearon para el desarrollo de Lexnova: el diseño de productos estandarizados para determinadas industrias, la ampliación de los servicios de Cariola como la investigación forense, y buscar potenciar la creación de productos a la medida o por encargo específico de los clientes.
LawGeex.- La compañía especializada en Inteligencia Artificial para contratos llamada LawGeex, que trabaja con firmas como Deloitte, realizó un experimento que medía la eficiencia de los abogados versus la del software. Este se hizo en conjunto con profesores de Standford, Duke Law y University of Southern California. Para este experimento participaron 20 abogados de Estados Unidos que tenían que detectar y determinar errores contractuales redactados en esos documentos. Los participantes dispusieron de 4 horas para revisar 5 acuerdos de confidencialidad. Con más de 3,000 cláusulas, y 152 párrafos los abogados presentaron al término del tiempo sus anotaciones, para ser contrastadas con las fallas detectadas por la inteligencia artificial.
Cibervelocidad y calidad.- Finalmente, el grupo de profesionales fue capaz de encontrar el 85% de los errores plantados en los contratos, mientras que la inteligencia artificial pudo detectar el 94% de los fallos. El problema fue el tiempo: el abogado más rápido revisó todos los contratos en 51 minutos, pero el resto lo hizo en una hora y media, mientras que la Inteligencia Artificial finalizó y encontró el 94% de los errores en sólo 26 minutos.
Proyecto con Luminance.- Por su parte, la firma Uría Menéndez comunicó el año pasado que se estaba sumando a la aplicación de las técnicas de inteligencia artificial (IA) en el sector legal, junto a las empresas Luminance y RAVN Systems. El rol de la firma será colaborar en el entrenamiento de sus sistemas en castellano.
El proyecto les permitirá mejorar la eficacia en los procesos de revisión de contratos. Además el acuerdo firmado con RAVN, les brindará la aplicación RAVN Extract, que automáticamente lee, interpreta y extrae información clave de bases de datos des-estructuradas.
Santiago Gómez Sancha, director de Sistemas de Uría en el sitio web del estudio, comenta que “El verdadero potencial de estos sistemas, mucho más allá de la revisión de contratos o de facilitar las due diligence, está en la posibilidad de convertirse en un asistente del abogado que le libere de las actividades más tediosas e improductivas, mejorando la eficiencia del servicio prestado”.
Ya existe el Robot abogado.- en el 2016, The Washington Post dio a conocer un sistema de inteligencia artificial basado en la sofisticada tecnología de IBM—llamada Watson—que permite al robot llamado ROSS, mediante un algoritmo, revisar detalladamente miles de documentos jurídicos simultáneamente. Hasta el momento, esta pesada tarea era habitualmente encomendada a los abogados recién licenciados que empezaban su carrera.
De tal forma que Por primera vez en la historia, la inteligencia artificial desempeñará el papel de un abogado. Así, en uno de los mayores bufetes de abogados estadounidenses, BakerHostetler, el letrado-robot llamado ROSS se ocupa de los casos relacionados con quiebras.
¿Litis con el algoritmo ROSS? “Haga sus preguntas en inglés como si estuviera charlando con un compañero y ROSS en seguida le dará una respuesta basada en la legislación tras revisar el conjunto de leyes existentes, los casos precedentes y las fuentes auxiliares”, según puede leerse en la página web del algoritmo ROSS.
¡Gulp…!