A tres días de que hombres armados irrumpieron en un rancho de su propiedad y le dispararon con arma larga casi 30 veces en un intento de secuestro, Vicente Verástegui reveló que esperó a que amaneciera para buscar quién lo rescatara en Xicoténcatl, Tamaulipas.
El Diputado local del PAN resultó ileso y, en entrevista de radio, relató la línea de tiempo desde que se registraron los hechos el viernes a las 17:30 horas hasta el sábado por la mañana en que se supo de él, tras aparecer en una brecha.
Verástegui, hermano del ex candidato a Gobernador panista, César Verástegui, contó lo que vivió a partir de que comenzó a amanecer y el en momento en que se suscitó la agresión, cuando vestía short y calzaba chanclas, lo que explica las lesiones en pies y piernas que se causó al caminar casi 15 kilómetros escondido entre el cañaveral y mezquites.
De acuerdo a su testimonio, el viernes al filo de las 17:20 horas se dirigió a uno de sus ranchos de nombre “Lupita” para revisar el riego de una de sus parcelas, acompañado de dos personas, una de ellas el conductor de la camioneta pick up en que se trasladaban.
Dijo que al arribar a su rancho se percataron de la presencia de tres hombres en motocicleta.
Según la FGJE se trató de tres motocicletas y un vehículo Jetta blanco los que participaron en la tentativa de privación de la libertad del ex Alcalde de “Xico” y ex Diputado federal.
En ese instante, Verástegui ingresó a su rancho a revisar al riego, pero al final del terreno ya se encontraban los vehículos citados.
“Los de las motos se dan la vuelta hasta el rancho y nosotros damos la vuelta para ir a ver el riego y nos topamos con un carro Jetta y con hombres armados”, apuntó.
“Nosotros al ver el carro con hombres armados mis compañeros que andaban conmigo, andaban dos compañeros, le mete reversa a la camioneta y se baja un hombre con arma larga del carro blanco y nos empieza a disparar”.
“La camioneta le da a todo lo que puede para atrás. Nos embancamos (atascamos), y en el momento que está patine y patine la camioneta hace mucho mucho humo y tierra, y es cuando yo me bajo de la camioneta”.
A partir de ese momento, agregó el ex Diputado, se tiró al piso y escuchó los primeros disparos de aproximadamente 30, de acuerdo a los casquillos percutidos encontrados de un arma larga, supuestamente una R-15.
“Primero me tiro al piso cuando tiraron los primeros balazos. Cuando ya empiezan las ráfagas que ya no nos podemos mover”, comentó, “me dice mi compañero: pélate jefe, pélate debajo de la camioneta, y me voy corriendo y me meto entre las cañas y me siguen tirando una ráfaga como de 28 tiros más o menos. Pues los que encontraron ahí los casquillos del calibre alto y gracias a Dios pues no me pegó ninguno porque me metí por todo el centro de la caña y me paraba para escuchar los pasos, las voces porque estaba la tarde muy tranquila, se escuchaba todo las pisadas, los ruidos y decían ´métanse a sacar a ese cabrón, métanse a sacarlo de entre las cañas´”.
Al bajarse de la camioneta dijo que por la maniobra se quedó sin el celular, por lo que estuvo incomunicado y ya no supo de sus dos acompañantes, que se encuentran sanos y salvos, pero desconoce la forma en que lo hicieron.
También escuchó que sus perseguidores ordenaban ir por un dron para rastrearlo al caer la noche.
En silencio, esperó a que cayera la noche en medio de un cañaveral, en un terreno que dijo conoce a la perfección luego de 45 años dedicado a la agricultura y producción de caña.
Como pudo avanzó entre la noche hasta llegar a la brecha conocida como “La Legua”.
“Brinqué la brecha, me metí a otro rancho que tengo que se llama El Polvorín y de ahí me fui. Me fui despacito escondiéndome, escondiéndome hasta llegar a otro cañaveral, y ahí fue donde me senté a descansar porque ya no podía, porque andaba mojado y la verdad es que llegué muy cansado, y ahí me escondí en la caña”.
Dijo que escuchó las torretas del arribo de una patrulla de la Guardia Estatal, gracias a la serenidad de esa hora.
Cerca de las 18:00 horas del viernes, al poco rato de ser agredido, desde otro rancho al que había llegado vio la patrulla.
“Cómo dándole a entender a los delincuentes para que se fueran porque iban las demás personas”, reiteró.
A esa hora se había desplegado un fuerte operativo para su búsqueda, con efectivos de fuerzas especiales del Ejército y un avión con visión nocturna de la SSPE, así como elementos de la Guardia Nacional y Estatal.
Durante las primeras horas del siguiente día del hecho, dijo, se metió entre mezquites para seguir escondido de sus perseguidores.
A esa hora y agotado físicamente buscó un lugar seguro en una región que conoce pues lleva décadas de recorrerlo a diario.
“Yo me meto en un monte de puros mezquites para esconderme”, externó, “busqué uno de los lugares más seguros porque yo conozco toda esa zona. Siempre he sido gente del campo. Conozco toda esa zona y fui y me refugié en un lugar donde no podían agarrarme, no podían entrar ni en camionetas y de ahí me esperé mejor a que amaneciera porque así me sentía más seguro de día”.
Asimismo, como a las 6:00 horas del sábado, puntualizó que al comenzar al clarear el día de nueva cuenta empezó a caminar, ya para ese entonces con lesiones en pies y piernas, además de estar mojado por los canales de riego en que cayó en más de una ocasión para escapar.
En medio de la desconfianza a los elementos estatales, tras un episodio de inseguridad que vivió hace poco mas de una década en el que fue víctima de secuestro donde murió un hermano, aguardó a que el día estuviera claro para encontrar quién lo rescatara y que se tratara de una persona conocida para ponerse a salvo.
“Pero yo con la desconfianza de lo que he vivido primero pensé en Dios y me esperé mejor a que amaneciera para poder yo ver con mis propios ojos a quién le iba a hablar para que me rescatara. Me fui caminando”, manifestó.
A esa hora de la mañana, dijo que salió de entre el monte y se dirigió a caminos que conoce.
“Y me acerqué al camino principal de ´Xico´, al basurero”, puntualizó, “y ahí me tiré en el zacate de día para estar viendo las camionetas que pasan para los ranchos a sus trabajos y quería ver a uno de confianza para poder gritarle que me subieran al que pasara y llegó el momento donde pues pasa un camión de volteo, eran unos trabajadores míos que iban a buscarme también”.
“Cuando pasa un camión de volteo buscando también a las personas salgo yo gritando porque eran gente de confianza un chofer que le decían la “Cola” y y le grito, salgo corriendo y le grito”, dijo, “yo andaba en short, descalzo y en playera, se detienen y se regresan y me suben al camión y ellos son los que me trajeron aquí a la casa a las ocho de la mañana. Llegué aquí a mi casa pues cansado, no dormí, pero eso no me interesaba, me interesaba ver a mi familia que estaba bien”.
Verástegui dijo que tras el intento de plagio que sufrió se encontraba en su domicilio particular en Xicoténcatl, Tamaulipas, la región cañera más importante del estado.
Confirmó que presentó la denuncia de hechos ante la FGJE el sábado pasado.
No descartó que el hecho se haya tratado de un secuestro y asesinato, pero que por fortuna no se consumaron.
“Pues mira son las dos cosas, una pues al momento de qué nos vamos de reversa nos tiran con arma larga a la camioneta le pegan dos impactos y de ahí cuando ya no pudimos avanzar nosotros en la camioneta o se llevaron a cabo”, subrayó.
Cualquiera de las dos hipótesis, dijo, se encuentran en investigación por parte de la Fiscalía del Estado tras la denuncia que presentó ante el Ministro Público.
Además reveló que esta semana después del hecho no acudirá a la sesión del Congreso del Estado, pero que lo hará a la siguiente ocasión en que sean convocados.
“Yo la verdad yo no tengo enemigos, yo no tengo problemas en ninguna parte, yo me he conducido bien en mi vida, y desgraciadamente pues nos ha pasado, me ha pasado ya varios detalles de lo que te comenté me ha pasado”, mencionó.
“Regreso al Congreso la semana que entra”, dijo, “ahorita me siento, no puedo caminar bien traigo muy maltratados mis pies ya me revisó el doctor, ya me dio un tratamiento y voy a esperar unos dos días tres días para recuperarme y poder caminar bien y presentarme al Congreso como si nada a trabajar. Yo no tengo enemigos, no tengo problema, no sé por qué me hicieron eso”.
Su casa se encuentra custodiada por una patrulla y agentes de la Fiscalía General de Justicia del Estado.
“Yo gracias a Dios estoy bien, estoy nada más muy deteriorado de mis pies en lo que caminé descalzo, entre las espinas, entre las ramas, entre todo y un poco golpeado de las piernas. Pero gracias a Dios estoy bien”.