Fidencio Lopez Plaza, obispo de la Diócesis de Querétaro presidió la celebración eucarística de este primer domingo de Cuaresma, en compañía de Sacramento Arias Montoya, Vicario episcopal para la Catedral, en la que pidió a los feligreses iniciar el tiempo de conversión para esperar la llegada del señor limpios de todo pecado y todo mal.
Bajo esta línea, López Plaza dijo que este tiempo sirve para que los creyentes puedan recordar su origen y a su vez, tener en mente cuál será el destino de todos y cada uno de ellos. Expresó que la cuaresma (cuarenta días) representa el símbolo de la vida, cuarenta días de diluvio, cuarenta días de Moisés en el Sinaí, y cuarenta días de recorrido.
“Dios quiere construir junto a nosotros una vida más humana, por eso comienza diciendo que se arrepientan, que cambien, que vivan su vida en el evangelio, que tengan esperanza y que se encarnen en el reino de Dios (…) las tentaciones nos sirven para demostrar que el demonio ya está vencido y que Jesús nos enseñó a vencerlo” dijo.
En su reflexión, Arias Montoya compartió que el evangelio pide a los cristianos en convertirse y creer en la palabra de Dios, pues con la conversión y en tiempo de cuaresma permite reflexionar en los errores que han tenido en la vida, para evitar el pecado y de esta forma, llegar a la santidad y renovados a la fiesta de la pascua y la llegada de Jesucristo. Indicó que siempre existirán las tentaciones, sin embargo, mediante la oración y confesión podrán renovar su fe cristiana.
Al terminar la celebración, se hizo del conocimiento de los feligreses que todos los viernes de cuaresma, al término de la misa de las 17:30 hrs se realizará un Santo Viacrucis, por lo que se les invitó a que puedan asistir y formar parte de este acto