
CIUDAD DEL VATICANO.- Robert Francis Prevost fue electo como el Papa 267 y llevará el nombre de León XIV.
León XIV fue proclamado el Papa 267 de la Iglesia Católica, y será el próximo líder espiritual de más de 1.400 millones de católicos en el mundo. El cardenal Robert Prevost un sacerdote agustino, de Estados Unidos, será el sucesor del Papa Francisco, a quien reconoció y recordó durante su primer mensaje.

Robert Francis Prevost tiene 69 años y nació en Chicago. Fue misionero en Perú, y años después fue nombrado arzobispo emérito de Chiclayo, en el país andino. Desde 2023 era el prefecto del Dicasterio para los Obispos, dependencia encargada de nombrar obispos del mundo.
El actual prefecto del dicasterio para los obispos, encargado de asesorar al papa en los nombramientos y también presidente de la Comisión Pontificia para América Latina puede ser una balanza tanto para aquellos que quieren un hombre de Curia pero también del continente americano.
Considerado un líder altamente capaz y experimentado, desempeña un papel vital al frente de la poderosa oficina del Vaticano para el nombramiento de obispos, evaluando a los candidatos y formulando recomendaciones al papa. Nacido en Chicago, es miembro de la orden religiosa agustina, de la que llegó a ser superior global, y trabajó durante muchos años en Perú. Posteriormente fue obispo de Chicalayo, Perú, antes de ser elegido por Francisco para dirigir la oficina episcopal del Vaticano. Si bien se suele decir que los cardenales electores siempre se muestran reticentes a elegir a un papa estadounidense debido a la influencia política global de este país, la larga experiencia de Prevost en Perú podría contribuir a mitigar esta situación.
Saluda a la diócesis de Chiclayo, Perú
En su primer discurso, el Papa León XIV realizó un saludo, en español, a su “querida diócesis de Chiclayo” en Perú. El gesto sorprendió a millones de personas en todo el mundo, y especialmente en América Latina, que recibió el mensaje como un guiño directo del nuevo Pontífice.
Robert Francis Prevost, ahora León XIV, vivió más de una década en Perú, donde trabajó como misionero en las regiones de Chulucanas y Trujillo. Ahí no solo aprendió el idioma, sino que se empapó de la cultura, la fe y la realidad social de la región. Fue tan fuerte su conexión con el país andino, que en 2015 recibió oficialmente la ciudadanía peruana.
Durante su breve discurso, León XIV agradeció la confianza del Colegio Cardenalicio, pidió oraciones por su pontificado y expresó su deseo de ser un “siervo humilde y firme, al servicio de toda la Iglesia y del mundo”.
Habló con un tono pausado, sereno y emotivo. “Quiero caminar con ustedes, no delante ni detrás, sino juntos”, dijo, provocando una ovación espontánea entre los miles de fieles congregados en la Plaza San Pedro.




