Parafraseando a Leo Zuckermann, llegó la hora de votar, es la hora de ejercer el poder del voto. Se ha hablado del voto inteligente, del voto emotivo, del voto útil, del voto informado, del voto corporativo, del voto comprado, del voto desperdiciado, del voto libre y secreto. Es tan importante el voto que se le han adherido muchos adjetivos. El ciudadano frente a la boleta electoral está solo, puede votar libremente, sin presiones, sin que nadie le pueda decir por quien votar en ese instante, es un derecho constitucional. Ese momento de tachar la boleta electoral es revolucionario. Ahí, en su soledad, el ciudadano ejerce el poder de la democracia sin adjetivos. El poder de entregar el destino de su comunidad a quien él decida. Es el presente que ve hacia un futuro determinado por una persona, donde lo cuantitativo se transforma en cualitativo. En ese acto se resume el concepto de ciudadanía.
San Agustín tiene un pensamiento, que siempre me ha gustado, para explicar la importancia de la persona a los ojos de dios. Dice: “Dios cuida de todos como de cada uno y de cada uno como si cuidara de todos”. El todo es muy importante porque se trata de la humanidad que es vista resumida en una sola persona y la persona es tan importante como toda la humanidad. De ahí el concepto de “laesa humanitas”, cuando se ofende a una persona de tal manera que se ofende a toda la humanidad. Si traemos esta metáfora a las elecciones, podemos afirmar que del voto de cada uno depende la sociedad y del voto de todos depende el bienestar de cada uno. Votar como si el bien de todos dependiera de tu decisión personal. Esa es la importancia del voto, por eso está tutelado por la Constitución.
Las campañas existen en función de conquistar esa voluntad personal, porque se suma a otras voluntades personales, voto por voto, casilla por casilla. Lo que se haya hecho hasta este momento cuenta, cuenta el estado de ánimo del elector, cuenta la información transmitida y recibida por candidatos y electores, cuenta la personalidad, virtudes y carencias de los candidatos, cuentan las emociones y percepciones de empatía, sinceridad, capacidad, honestidad, historia y partido. Todo cuenta, suma y resta.
Si fuiste discriminado, ofendido, maltratado, no tomado en cuenta, ahí está tu decisión a la hora de votar, más de lo mismo o cambio de poderes. Está en tu mano hacerlo, esa es la gran ventaja de la democracia. Sin violencia, en tu soledad frente a la urna, depositas tu voto y todo puede cambiar.
La elección intermedia en Querétaro es importante porque en ella se elige a las autoridades más cercanas y, de éstas, la municipal es la que más interés representa para los electores. En el municipio de Querétaro se dio una campaña desigual en recursos de dinero en favor de Nava, contra la carencia de fondos en la de Maximiliano, pero éste contaba con mucho mayores recursos personales en formación, capacidad y experiencia, además de un equipo de voluntarios que trabajaron por un ideal, con los que no sólo equilibró, sino superó con mucho a su principal oponente. Las encuestas así lo demuestran. Las que favorecían a Nava contaban con una frágil vitrina metodológica, mientras que las independientes que favorecieron a Maximiliano, contaron con una robusta metodología de la muestra. Mucho más confiables. Por ejemplo, la encuesta de Mendoza Blanco y Asociados que da a Nava más de 20 puntos de ventaja sobre Arturo Maximiliano, es una encuesta aplicada apenas a 600 participantes, de los que sólo un 48.9 apoyan a Nava, es decir menos de 300, de un universo electoral de casi 800 mil electores. Se auto-engaña. La encuesta que favorece 6.7 puntos a Maximiliano por encima de Nava, fue aplicada a más de 6000 electores y ésta incluye el tracking, es decir un seguimiento semana a semana desde enero. Hay diferencia en la metodología y en la calidad de la información. Por otra parte, en los debates se exhibieron las debilidades de Nava, que no hacía más que repetir notas, consignas y frases sin sustento, mientras que Maximiliano demostró tablas suficientes que le otorgan su magnífica preparación, experiencia y personalidad. El contraste fue evidente.
El elector puede seguir la sabiduría de las escrituras: “Por sus hechos los conoceréis”. Sólo tiene que recordar las promesas incumplidas y el uso abusivo del poder de parte de Nava. La respuesta ciudadana a un trienio anti-ciudadano no debe ser la abstención, sino el voto de castigo. Abstenerse no sería inteligente ni responsable. Es la consecuencia lógica de buscar la reelección cuando no se tuvo un desempeño adecuado.
Lo que se juega en el municipio es mucho más importante y es precisamente el modelo de futuro que queremos darle a nuestra ciudad: Por un lado se corre el riesgo que, con un presidente municipal que ha sido indolente y poco capacitado, continúe la violencia criminal y se apodere de la vida de los ciudadanos, que crezca el cobro del derecho de piso, que la policía no se profesionalice y siga alejada de la gente, que no funcionen las cámaras ni los botones de pánico, que se incrementen los levantones y los secuestros, que los robos en la calle, en los comercios y en las casas quiten la tranquilidad a los habitantes del municipio. Que no se tomen en cuenta las demandas legítimas de las mujeres, que se siga erosionando el tejido social. Esto es lo que ha estado sucediendo en la administración de un presidente incapaz de gobernar como ha sido la administración de Nava. Alejado del sentir del pueblo, nunca tomó en cuenta la opinión de los interesados en Pie de la Cuesta; los parques y jardines, las casas de cultura, los espacios deportivos, la recolección de basura están concesionados y dejados a la voluntad de terceros que no cumplen con necesidades de los ciudadanos. Éstos no les interesan, eso no está en los contratos. Ese es el problema de concebir a la ciudad como un ente económico, de negocios, y no tomar en cuenta las necesidades reales de los ciudadanos.
Arturo Maximiliano tuvo una campaña de cercanía, de empatía, de escucha atenta, donde se puso del lado de los ciudadanos de a pie, formuló propuestas concretas recogidas de la propia gente con la que platicaba en las calles, en las casas, en los comercios y en las plazas. Formuladas por especialistas en cada materia, realistas, factibles, con una visión social. Propuestas para una seguridad efectiva, con policías de proximidad, considerando al policía como prioritario para el interés público donde su dignidad como persona importa y su relación con el pueblo es vital para la seguridad comunitaria. Maximiliano propuso fortalecer las medidas preventivas y de atención primaria de la salud, la prioridad de la recuperación de empleos y fortalecimiento de las empresas pequeñas, medianas y grandes. El uso intensivo de la tecnología como vía para eliminar los tramos de corrupción, la agilización de trámites y una visión humana hacia los dueños y usuarios de los negocios que crean y sostienen la mayoría de los empleos de la ciudad. Una visión más cercana a la gente de la administración y sus fines. No robar, no mentir y no traicionar al pueblo.
Maximiliano representa la seguridad y certeza del rumbo que debe tomar nuestra ciudad. Votar por Max es votar por más ciudadanía: por eso Querétaro puede más.