¿Cómo le hicimos para sobrevivir la pandemia?
En la parte más álgida de la reciente pandemia de COVID 19, cuando el aislamiento social era una de las formas más eficaces para evitar el contagio del virus, las plataformas digitales a través de las cuales podíamos obtener alimentos y medicinas, principalmente, jugaron un papel fundamental. Fueron las trabajadoras y trabajadores de estas plataformas quienes pusieron en riesgo su salud para que la cadena de consumo no se viera interrumpida y tuviéramos acceso a productos de consumo de primera necesidad.
¿Cuál es el impacto en el empleo de estas plataformas digitales? En un estudio publicado en 2002 por parte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) titulado, Las plataformas digitales y el futuro del trabajo: cómo fomentar el trabajo decente en el mundo digital, se hace una interesante caracterización del trabajo en estas plataformas a partir de una muestra de 3,500 trabajadoras y trabajadores de 75 países, donde destacan los siguientes datos: a) cuentan con altos niveles de estudio menos del 18% tenía estudios de secundaria o menos, el 25% cuenta con estudios técnicos o tenía estudios universitarios truncos, el 37% había completado un grado universitario y el 20% un posgrado; b) solo una de cada tres trabajadores es mujer y en los países en desarrollo es una de cada cinco; c) los motivos más recurrentes por los cuales se elige trabajar en las plataformas digitales son complementar el ingreso, es decir, una remuneración extra a su empleo y la flexibilidad que ofrece para organizar el trabajo.
Los resultados del estudio nos muestran una dramática realidad sobre las condiciones de trabajo en las plataformas digitales y, en esta ocasión me gustaría referirme a dos de ellos. El primero es que la caída del ingreso real de las personas trabajadoras es uno de los principales motivos por los cuales se opta por tener un ingreso extra a través de emplearse en las plataformas digitales. En este caso se mezcla necesidad económica y flexibilidad de horarios, el caso paradigmático son las plataformas que ofrecen servicios de transporte tipo Uber, Didi, Cabify, etc.; el trabajador termina su jornada primaria (empleo principal) e inicia la secundaria (trabajo en plataforma digital). El segundo es que cada día un mayor número de personas ve el trabajo en las plataformas digitales como una de las principales fuentes de ingreso o es su trabajo primario, esto nos debe llevar a pensar cómo podemos ofrecer beneficios de seguridad social y el reconocimiento de que los trabajadores de las plataformas digitales tienen una relación laboral con la aplicación.
Por su parte, las plataformas digitales han argumentado que ellas solo son intermediarias entre quien ofrece un servicio y quien tiene la necesidad de contar con ese servicio. Por esa razón alegan no tener una relación laboral y nos ha colocado en una situación interesante porque de regular la existencia de una relación laboral, los trabajadores de las plataformas digitales tendrán el derecho de organizarse en sindicatos y exigir beneficios y prestaciones laborales. Ojalá se avance en este tema y que los cientos de miles de trabajadoras y trabajadores, el IMSS calcula que son alrededor de medio millón de personas en México, que trabajan en aplicaciones puedan considerarse empleados de las plataformas digitales.
Dr. Rolando Javier Salinas García
Director Labor Center/Centro Laboral UAQ
centrolaboraluaq@gmail.com
uaqlaborcenter@gmail.com