El América paseó al Atlético de San Luis en la ida y se dedicó a pasear en el juego de vuelta de la Semifinal, en el que al perder 2-0 en el Azteca acabó con su racha de 19 juegos sin derrota.
Hubo quien pagó hasta mil 750 pesos por ver a las Águilas trotar, dar pases con desdén, por eso hubo cuatro silbatinas en el primer tiempo y otras 14 en el complemento, las más sonoras tras el segundo de los goles de Ángel Zaldívar.
Jonathan dos Santos parecía jugar un partido de pretemporada, otros se cuidaban de los choques, de las divididas; de no ser por el portero Luis Ángel Malagón, la derrota pudo ser más penosa.
Los futbolistas tenían las piernas en el Azteca y la mente en algún estadio Universitario, ya sea el de los Tigres o Pumas.
Por eso Ángel Zaldívar anotó al 48′ a pase de Vitinho y nuevamente al 87′, en tiro de esquina. Y es que el América pensó en la Final de la Liga MX mucho antes del silbatazo.
Tan gigantesca era su ventaja que se dio lujos imposibles para su rival por el título, ya sea Tigres o Pumas.
En el 0-2 sobre el Atlético de San Luis (5-2 global), las Águilas alinearon a ocho jugadores con menos de 850 minutos en el torneo, de los mil 800 posibles.
El descanso para los elementos con mayor actividad, el ritmo para quienes no jugaron tanto, todo eso se puso en juego en el Estadio Azteca.
Primero, el técnico André Jardine colocó a su columna vertebral, desde el portero Luis Ángel Malagón pasando por el central Sebastián Cáceres, el contención Jonathan dos Santos, el enganche Diego Valdés y el punta Henry Martín; estos dos últimos y Cáceres sumaban menos de 800 minutos al arranque del juego, debido a diversas lesiones.
Después, había que poner en ritmo a los laterales, a Kevin Álvarez porque bajó su actividad debido a problemas respiratorios y a Salvador Reyes porque nunca se sabe si se necesitará, al contención Richard Sánchez que hasta dejó en posición de gol a Jonathan Rodríguez, otro cambio de lujo en caso de que Julián Quiñones falle; también Leo Suárez recibió su chance en lugar de Alejandro Zendejas.
Tan gigantesca era la ventaja, que el América se relajó. El portero Luis Ángel Malagón fue figura en los remates de Dieter Villalpando y Jordan Silva y después Ricardo Chávez falló un gol cantado y Juan Sanabria algún cabezazo.
Los jugadores se cuidaban de las lesiones, evitaban ir a las divididas. Jardine le dio minutos en el complemento a Igor Lichnovsky, Álvaro Fidalgo, Alejandro Zendejas, Julián Quiñones y hasta a Santiago Naveda, quien apenas llegó a 148 minutos en el torneo.
El América se plantó en el Azteca con la mente en algún estadio Universitario. Los jugadores se cuidaban de las lesiones, evitaban ir a las divididas. Jardine le dio minutos en el complemento a Igor Lichnovsky, Álvaro Fidalgo, Alejandro Zendejas, Julián Quiñones y hasta a Santiago Naveda, quien apenas llegó a 148 minutos en el torneo.
Por increíble que parezca, en la compensación el sonido local puso a todo volumen el himno del América en dos despejes de Luis Ángel Malagón, no fuera a ser que los molestos aficionados le dedicaran el grito homofóbico a su propio portero.
Después de cuatro años, el América regresó a la Final, por más penosas que hayan sido las formas.