Diana Gante
México enfrenta el riesgo de ser incapaz de cubrir su demanda energética ante la caída en su producción de petróleo y gas, debido a la falta de inversiones, las cuales ahora tendrán como presión adicional la transición energética.
De acuerdo con el reporte Mexico Energy Horizons, realizado por Rystad Energy, todavía se tiene oportunidad de realizar inversiones para la extracción de petróleo y gas frente a un escenario de demanda creciente, sin embargo, el reto de los próximos años es extraer barriles de crudo más económicos, más sostenibles y con procesos que generen menos emisiones.
México, dijo, tiene oportunidad de desarrollar nuevos proyectos y áreas petroleras, pero bajo un entorno más sustentable y con mayor velocidad para cubrir la demanda, pues la producción de hidrocarburos suele declinar con mayor rapidez de lo que crece la demanda.
“Todavía no se estima el pico de consumo (de hidrocarburos) en México, pero la idea en general es que el petróleo sigue siendo importante, específicamente el gas, por la demanda industrial y eléctrica, y eso va a requerir más inversiones y hay más espacio para venta en el futuro”, explicó en entrevista Vitor Sánchez, senior client success manager para Latinoamérica de Rystad Energy y gerente de proyecto para la realización del reporte.
Los desafíos que enfrenta el área de exploración y producción están en buscar la forma de revertir su curva de producción que actualmente se encuentra en declive.
Si bien la perforación de campos maduros demostró cierto éxito en la mitigación de la caída en la producción y son importantes para mantenerla, se requiere de nuevas áreas para que las cifras de producción crezcan.
Para ello, se considera que la oportunidad se tiene en el desarrollo de aguas profundas, aunque esas zonas requieren de mayores esfuerzos exploratorios y que tienen costos considerables.
La única manera de llegar a estos recursos sin presionar las finanzas de Petróleos Mexicanos (Pemex) es considerar el apoyo de empresas privadas que tomen en cuenta algunos aspectos como riesgos y costos, pero que también sumen tecnología.
“Si bien el gas de México podría no ser igual de competitivo como el Permian, se sabe que en temas de seguridad energética eso puede compensar ese costo más grande, al aliviar presiones para México”, aseveró.
Tan solo en el décimo mes del año, la producción nacional de gas natural cayó 13.7 por ciento respecto al mismo periodo del 2023, lo que aumenta la dependencia del gas importado para consumo nacional.
En octubre pasado la producción de gas fue de 3 mil 592 millones de pies cúbicos diarios, contra los 4 mil 166 millones de pies cúbicos diarios que se produjeron en el mismo mes de 2023, según el reporte publicado por la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) el pasado martes.
En cuanto a la producción nacional de petróleo crudo, su caída fue del 6.8 por ciento, al pasar del millón 639 mil barriles diarios que se produjeron en octubre de 2023 a un millón de 527 mil barriles diarios en el mismo mes de este año.