Dice Deymor Beyter “El hombre, por temor a lo incierto, ha llegado al extremo de nuestras facultades, inventando técnicas y métodos que nos permitan controlar este futuro incierto, predecirlo incluso, es decir tratar de controlar la incertidumbre propia de la existencia, construyendo modelos de certidumbre bajo ciertos parámetros, hemos elevado estos métodos y técnicas al plano del conocimiento científico, haciéndoles creer a los demás y peor aún a nosotros mismos, de que mediante el conocimiento científico y técnico de lo que sucedió en nuestro pasado y en nuestras vidas hoy, podremos controlar e incluso predecir y manipular este futuro a favor de nuestros intereses, y de los intereses de los demás seres humanos”
Pues bien, como lo habíamos dicho en el artículo anterior, mientras esté presente la incertidumbre en el nivel macro, se puede gestionar en el nivel micro, y así tenemos que frente a un escenario incierto mundial, nacional y local en torno a las energía renovables, que se requieren urgentemente para enfrentar el cambio climático, los ciudadanos están poniendo el ejemplo en México con la adopción de energía solar mediante paneles y en el esquema de energía distribuida con capacidad menor a 0.5 mega watts, pues de acuerdo al último informe semestral publicado de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) sobre solicitudes de interconexión de Centrales Eléctricas con capacidad menor a 0.5 mega watts (MW), y basado en datos sobre la primera mitad de 2020, en dicho periodo la capacidad de generación total de contratos de Interconexión de Pequeña y Mediana Escala y Generación Distribuida pasó de 1,031.59 MW al cierre de 2019 a 1,196.52 MW, con un total de 165,528 contratos a lo largo y ancho del país.
Cabe destacar que la capacidad instalada anual de Generación Distribuida (GD), también conocida en su modalidad de energía solar como Techos Solares, representa casi el 80% de la capacidad, con un total de 948.93 MW. Con una inversión actual estimada en 1.7 millones de dólares, los contratos de interconexión de Generación Solar distribuida representan un 99.4 % del total de los contratos en México.
Y de acuerdo a dicho Informe, en los 32 estados del país se cuentan con contratos de Generación Distribuida, estando a la cabeza Jalisco, que cuenta con 178 MW, seguido de Nuevo León, Estado de México, CDMX y Chihuahua. Mientras que Querétaro pasó del lugar 12 a la posición 14.
Estos avances, sobre todo a manos de los ciudadanos y Pymes, muestran como la democracia energética es real, dinámica y competitiva. El modelo de Generación Solar Distribuida (GSD) permite a los segmentos de la población obtener mayores beneficios de esta tecnología y así brindar energía competitiva y accesible que beneficia a los consumidores y a las comunidades.
Esta modalidad de techos solares genera ahorros de hasta 95% en las tarifas eléctricas mensuales de hogares, empresas e industrias. Su crecimiento en el país contribuye a fortalecer la soberanía energética nacional a través del acceso a energía renovable y competitiva en todo México. Lo descabellado es que Querétaro contando con ventajas comparativas en cuanto a la irradiación solar, no incursiona con mayor intensidad en la inversión energética, ¿será que hace falta mayor divulgación y/o políticas que fomenten y apoyen financieramente estos proyectos?
Así de esta forma se gestiona la incertidumbre en el nivel micro, en tanto sigue prevaleciendo en el nivel superior.