Pese a la ola de violencia que inició el pasado 9 de septiembre, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, aseguró que en el estado se vive perfectamente bien.
El funcionario hizo estas declaraciones en Sonora el mismo día en que el cuerpo de un exjefe de investigación fue abandonado frente al Congreso de Sinaloa, en la ciudad de Culiacán.
El pasado 27 de septiembre, fue encontrada en Culiacán una camioneta con varios cuerpos en su interior, en el marco de la “narcoguerra” desatada entre facciones rivales del Cártel de Sinaloa.
El gobernador de Sinaloa dijo al diario El Imparcial de Hermosillo que se llevan a cabo las actividades normales en la entidad y reclamó que no concentre la atención en otros temas:
“Sería bueno que se fijaran en lo bueno que tiene Sinaloa… no tenemos la economía parada, al contrario, yo acabo de presentar un plan de reactivación de la economía”
Aseguró también que se apoyará a todos los comercios afectados “menos a los enemigos que hacen política con esto, que son los grandes”.
Para finalizar, dijo que no sabe de dónde salen tantas armas en su estado, y que no tiene nada qué decir en el tema de los presuntos laboratorios de fentanilo en Sinaloa. “Todo eso ya se ha dicho mucho”, expresó.
Violencia en Sinaloa
Desde el 9 de septiembre de 2024 se desató en Sinaloa una ola de violencia debido a la guerra interna por el Cártel de Sinaloa, entre las facciones rivales de Los Chapitos y La Mayiza.
Esto, a raíz de la detención en Estados Unidos de Ismael “El Mayo” Zambada, líder histórico del Cártel de Sinaloa, quien habría sido entregado por Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo” Guzmán, sentenciado a cadena perpetua en territorio estadounidense.
Al cierre de 2024, la Fiscalía de Sinaloa informó de un total de 635 homicidios a raíz de este conflicto. Del 1 al 9 de enero de 2025, ya sumaban 42 asesinatos en la entidad.