José Díaz Briseño y Diana Gante
Agencia Reforma
La guerra arancelaria lanzada por el Presidente Donald Trump en contra de México y Canadá ha provocado ya rupturas en las cadenas de suministro de América del Norte y ha sumido también en una especie de limbo a 40 por ciento de las importaciones mexicanas que llegan a Estados Unidos.
A menos de dos meses de haber regresado a la Casa Blanca, el juego de latigazos de Trump -colocando y retirando aranceles a placer contra México y Canadá- provocó ya disrupciones en las fronteras, incrementos en el costo de transporte, prisas entre importadores y un caos burocrático para muchas empresas.
Tan sólo en los días previos al 4 de marzo cuando el arancel general de 25 por ciento en contra de todos los productos mexicanos y canadienses estaba por iniciar -al menos temporalmente- las garitas fronterizas vieron una marea de mercancía llegando para inmediatamente después casi paralizarse por unos días.
Sin embargo, la más reciente decisión de Trump de exentar del arancel sólo a los productos de México y Canadá importados al amparo del tratado de comercio regional (T-MEC) -a partir del 7 de marzo- no calmó las aguas sino que enturbió aún más la vida para la mitad de las importaciones mexicanas que llegan a EU.
“La gente que está exportando (en México) y los expertos en materia legal y aduanal que los están apoyando están justamente en el proceso de averiguar cómo navegan esta situación”, dice a Grupo REFORMA, Alfredo Carrillo Obregón, investigador asociado del Cato Institute en Washington, DC.
De acuerdo con estimaciones hechas por el Instituto Cato compartidas con Grupo REFORMA, el 49.57 por ciento de las importaciones mexicanas que llegaron a EU en 2024 desde vehículos pick-up hasta aguacates lo hicieron al amparo del régimen arancelario preferencial del T-MEC, vigente desde 2020.
Sin embargo, el 50.29 por ciento de las importaciones mexicanas que llegaron al mercado estadounidense en 2024 incluidos productos icónicos como el tequila y hasta refrigeradores lo hicieron bajo el amparo del régimen arancelario de Nación Más Favorecida (NMF) y son a estos contra los que el arancel aplicará.
Pero los efectos del látigo arancelario de Trump no terminan ahí, pues hay un multimillonario universo de importaciones mexicanas que tradicionalmente usaban el régimen de NMF y que han quedado en un limbo ante una aparente minucia burocrática que la Administración Trump no se tomó el tiempo de avizorar.
“Creo que esto va a quedar en el limbo hasta que aduanas se pronuncie al respecto”, dijo Carrillo Obregón.
En peligro: Las cervezas, refrigeradores, y el tequila…
Un producto mexicano que durante años aprovechó el régimen de NMF para exportar a EU es el caso de la cerveza, pues la tasa marcada ahí es estrictamente “cero”; en la misma categoría también están bebidas insignia de México como el tequila y el mezcal, así como manufacturas como los refrigeradores.
Sin embargo, este subconjunto de productos mexicanos que gozaban de una tasa “cero” bajo el régimen arancelario de Nación Más Favorecida (NMF) enfrentan ahora un limbo al intentar adaptarse al régimen arancelario del T-MEC y así evitar pagar el arancel del 25 por ciento impuesto por Trump.
Este limbo ocurre dado que bajo el Sistema Armonizado de Designación y Codificación de Mercancías de EU (HTSUS, en inglés) no existe un rubro específico que les ofrezca a estos productos una tasa preferencial bajo las reglas del T-MEC, pues en teoría ya gozan de una tasa de “0 por ciento” bajo el régimen de NMF.
“Dado que no existe la disposición de trato preferencial T-MEC para estos productos en el código arancelario de EU, entonces no puede recibir dicho trato preferencial. Así que por default, esos productos van a quedar sujetos al arancel de 25 por ciento”, alerta el investigador Carrillo Obregón.