- Gustavo Leal, medalla en el manejo financiero
- Carlos Peñafiel prepara sus maletas para Corea
- La inútil maqueta va al Cerro de las Campanas
- Impactan homicidios a la sociedad queretana
Calentamiento.
Faltan menos de dos años para las elecciones presidenciales -ni tan lejos ni tan cerca- y ya estamos en el tema con el activismo de los presuntos jugadores, tarjetas amarillas del árbitro (léase INE), formación de frentes ciudadanos y escándalos de dirigentes de la oposición.
El 2 de junio del 2024 los mexicanos -unos 95 millones- seremos llamados a las urnas para elegir al mandatario número 66 que tomará posesión el 1 de octubre y no el 1 de diciembre como ha sido tradicional, para dar cumplimiento a la reforma del 2014.
De acuerdo con el registro de los partidos políticos nacionales, podrán participar el PAN, PRI, PRD, Morena, Movimiento Ciudadano, Verde Ecologista y del Trabajo.
Además de presidente, se votarán 128 senadores, 500 diputados federales, ocho gubernaturas (Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán) y la jefatura de la Ciudad de México, además de 30 congresos locales.
Así están las cosas hoy, sujetas a una eventual reforma electoral que se advierte poco viable por la gran división entre las principales fuerzas y la moratoria legislativa o constitucional declarada por la oposición en el Congreso.
Como sabemos, domina el panorama el Movimiento Regeneración Nacional creado y dirigido por el presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque diga que tiene licencia, buscando un segundo periodo con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, la jefa de Gobierno capitalina Claudia Sheinbaum o el canciller Marcelo Ebrard, que son las cartas oficiales, sin que esté claro cuál será el papel del líder del Senado, Ricardo Monreal, el cuarto jugador. La llamada 4-T encabezada por Morena tiene de su lado al PT y PVEM.
Del otro lado hay numerosos aspirantes y no se descarta la posibilidad de refrendar la Alianza Va por México, con Acción Nacional, el Revolucionario Institucional y el Partido de la Revolución Democrática. Se apuntan Vila, Creel, Anaya, De la Madrid, y -casi de vacilada- Murat Jr y “Alito”.
Y falta que se defina Movimiento Ciudadano, que tiene tres cartas propias: Luis Donaldo Colosio y los gobernadores de Jalisco, Enrique Alfaro y Samuel García de Nuevo León, pero no descarte al todavía morenista Ricardo Monreal.
El año próximo, tras las elecciones de gobernador del Estado de México y Coahuila, se verán más claras las cosas.
Por lo pronto el presidente López Obrador, que no tiene pleito aborrecido, se mantiene bien en las encuestas y confiado en mantener el poder a través de uno o una de sus incondicionales, a pesar de la inseguridad y las obras a medias del AIFA, Dos Bocas y Tren Maya.
Algunos opositores como el ex gobernador Ignacio Loyola Vera creen que unidos y con un buen candidato les alcanzará para recuperar el poder.
Así de fácil.
Así de difícil.
-OÍDO EN EL 1810-
Orgulloso.
Que el hasta hace unos días embajador de México en Dominicana, Carlos Peñafiel, está muy contento por la participación de su padre, fundador de Morena, en la reciente visita de la jefa de Gobierno de la CDMX Claudia Sheinbaum a Querétaro.
Por cierto el también ex presidente estatal de Morena se encuentra disfrutando de unas merecidas vacaciones antes de asumir su nueva responsabilidad diplomática en Corea del Sur.
Doy fe.
-¡PREEEPAREN!-
Medalla.
Gustavo Leal Maya, el leal secretario de Finanzas del Estado, es uno de los miembros del gabinete que mejores resultados le están dando al gobernador Mauricio Kuri González.
Su logro más reciente el haber obtenido la máxima calificación crediticia otorgada por Moody’s a un estado de nuestro país, la triple A.
Y nada es casual. Leal viene con Kuri desde el Municipio de Corregidora, en donde tuvo la misa cartera con él y en el primer trienio de Roberto Sosa.
De acuerdo con Moody’s, Querétaro tiene una administración transparente con un buen manejo del presupuesto y un cumplimiento de ejercicios y operaciones de manera responsable.
Enhorabuena.
-¡AAAPUNTEN!-
Se va.
Querétaro tiene una amplia tradición en estatuas y monumentos itinerantes. El último movimiento será el de la costosa e inútil maqueta de la ciudad colocada por un alcalde de triste memoria en la Alameda y el actual trasladará al Cerro de las Campanas.
En los últimos sexenios fueron movidas las culturas de Venustiano Carranza, Ezequiel Montes, Mariano Escobedo y otras.
Lo bueno es que se conservan porque no hemos entrado a la locura morenista de quitar a Colón o la propuesta de López Obrador a Estados Unidos de desmontar la Estatua de la Libertad.
Somos nada.
-¡FUEGO!-
¿Qué nos pasa?
Los homicidios del dueño del Wamerú, del ex presidente del Colegio de Abogados, los cuatro de la delegación de Santa Rosa Jáuregui y el desmembrado descubierto ayer en el relleno sanitario de Corregidora, son algunos de los últimos casos que han impactado a nuestro cada vez menos apacible Querétaro a pesar del voto de confianza del gobernador Mauricio Kuri a quienes se supone tenían el control de la seguridad y la procuración de justicia.
¡Porca miseria!