Asegurar el acceso a agua, energía y diversa infraestructura generaría las condiciones para la llegada de múltiples empresas, las cuales podrían generar un crecimiento de hasta 2.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
“Sólo con un plan agresivo en temas como energía y agua México podría alcanzar un crecimiento de hasta 2.5 por ciento del PIB.
“Para ello se requiere un programa de inversión pública y privada de alrededor de 350 mil millones de dólares en un horizonte de 10 años para lograr que la economía mexicana alcance incluso niveles de 3.5 o 4 por ciento anual”, German Galván Zumaya, socio de la firma de consultoría Roland Berger México.
Estos recursos se destinarían al desarrollo de fuentes de generación limpia y renovable, acceso al agua e infraestructura como carreteras, puertos, vías de comunicación, etcétera, añadió.
Con esto, el potencial del nearshoring en territorio nacional podría dar como resultado un crecimiento en el PIB no sólo en nuevas inversiones, sino también en el fortalecimiento de las industrias que ya tienen presencia en el País, añadió.
“Nuestra tasa de inversión en general en México está por debajo de 20 por ciento del PIB, contra el 25 por ciento que nos gustaría ver para detonar ese crecimiento en todos los sectores como energía, transporte, logística e infraestructura en general”, precisó.
Destacó que para que estas condiciones de invertir en infraestructura y energía se “materialicen”, se requiere de un trabajo técnico y político que hasta el momento no se ha hecho.
Tan sólo para el desarrollo de infraestructura de redes eléctricas, Expo Eléctrica estima que se requieren destinar más de 40 mil millones de pesos, para que se pueda hacer frente a las necesidades eléctricas de la empresas que inicien inversiones en el País como parte del nearshoring.
El especialista destacó que en México se tiene una “gran vocación comercial” debido a su ubicación geográfica y los recursos naturales con los que cuenta.
Específicamente, añadió, se espera la llegada de compañías e inversiones relacionadas con las actividades de manufactura, principalmente las que se destinan al mercado norteamericano.
Incluso, añadió el entrevistado, México podría ser tan atractivo como para desarrollar algunas actividades económicas y sectores de nuevos mercados como el aeroespacial.
Sin embargo, el reto es grande por la demanda energética creciente y los compromisos y metas que tienen las empresas en materia de descarbonización y energías limpias, que incluso van más allá de las establecidas en sus países de origen.
Asimismo, se deben atender las necesidades en cuanto a logística, transporte de mercancías e incluso la disponibilidad de talento mexicano para los empleos que se generen.