Han surgido nuevos y estremecedores detalles sobre la repentina muerte de Sam Rivers, bajista y cofundador de Limp Bizkit, ocurrida el 18 de octubre en Florida.
El músico, de 48 años, fue encontrado sin vida en el baño de su casa, según un informe policial obtenido por TMZ.
De acuerdo con el reporte del Departamento del Sheriff del Condado de St. Johns, una mujer identificada como Keely llamó al 911 tras descubrir a Rivers boca abajo en el baño, rodeado de un charco de sangre. En la llamada, obtenida por TMZ, la mujer relató que intentó reanimarlo con maniobras de RCP antes de la llegada de los paramédicos.
Los agentes continuaron con las maniobras hasta que los bomberos del condado de St. Johns declararon al músico sin vida. El informe señala que Rivers presentaba un corte sobre el ojo, posiblemente causado por una caída. Su rostro y cuello mostraban una tonalidad azulada, mientras que el resto del cuerpo permanecía enrojecido, un signo que los investigadores asociaron con una posible embolia pulmonar.
En la escena se halló una pequeña cantidad de sangre coagulada, y la testigo informó que Rivers había sido sometido a un trasplante de hígado en 2018, por lo que tomaba distintos medicamentos. La causa oficial de muerte sigue sin confirmarse, y las autoridades aún no han emitido un comunicado definitivo.
La noticia del fallecimiento fue compartida por Limp Bizkit en redes sociales ese mismo día.
“Hoy perdimos a nuestro hermano. Nuestro compañero de banda. Nuestro corazón”, escribió el grupo en un emotivo mensaje firmado por Fred Durst, Wes Borland, John Otto y DJ Lethal.
“Sam Rivers no era solo nuestro bajista; era pura magia. El pulso bajo cada canción, la calma en el caos, el alma en el sonido”, añadió la banda. “Su talento era natural, su presencia inolvidable y su corazón enorme. Su espíritu vivirá para siempre en cada surco, en cada escenario, en cada recuerdo”.
