El sistema democrático ofrece la garantía de un relevo de las autoridades del gobierno por la vía pacífica, sin acudir al recurso de la violencia. Afortunadamente en Querétaro hemos gozado de este beneficio constitucional durante mucho tiempo, expresándose una especie de continuidad entre los distintos gobiernos del PRI y del PAN, continuidad que muchos han ponderado como clave del éxito de nuestra entidad porque no se ha destruido la economía local y no se ha seguido con la práctica de muchos otros gobiernos que, al entrar, destruyen todo lo hecho por el antecesor. En Querétaro se ha respetado la obra del gobierno anterior, aún de forma limitada, porque siempre hay cambios en diversos programas, pero la diferencia entre ambos partidos ha sido poco significativa en términos de cambio de régimen. Ésta es una característica importante que funcionó bien durante muchos años en nuestra entidad y para muchos es la clave del éxito económico del estado. Sin embargo, con la llegada al poder federal de Morena y la Cuarta Transformación se impone una mirada crítica.
Con objetividad se puede decir que Querétaro ha logrado una continuidad del modelo neoliberal, los distintos gobiernos de la alternancia del PRI y del PAN son neoliberales. ¿Qué quiere decir eso? Que son gobiernos con la misma ideología, sin cambios de fondo del modelo, por eso se alían con tanta naturalidad, las alternancias son de forma, no de fondo. Por ello, la verdadera alternancia es con Morena.
El concepto de neoliberalismo fue acuñado en 1938 por el economista alemán Alexander Rüstow, en el sentido de que este modelo limita la acción del estado; sigue el enfoque macroeconómico keynesiano y monetarista de la escuela de Chicago; se liberaliza el comercio internacional con el desmantelamiento de los impuestos aduanales; se privatizan los servicios de energía, manufactura de bienes, transportes, educación, salud, seguridad, banca, recolección de basura, agua potable y otros, que, en lugar de ser administrados por el estado, se dejan en manos privadas (¿No es eso lo que hizo Marcos con la recolección de la basura?). La mano invisible del mercado regula las relaciones de los factores de la producción y del comercio, el problema es que no los regula, se imponen los monopolios y las grandes empresas transnacionales sobre los pequeños comercios locales.
Con el neoliberalismo la iniciativa privada se vuelve protagónica y el estado se empequeñece o, mejor, se confunde con los empresarios. Gobernadores-empresarios son uno mismo. Por eso no es de extrañar que un dirigente de la COPARMEX busque ser gobernador y que el gobernador actual sea empresario. Más de lo mismo. Por eso es necesaria la verdadera alternancia en el poder local.
El modelo neoliberal se justificó erróneamente en las fallas y excesos del estado de bienestar y propició desigualdades enormes y mucha pobreza en las clases sociales marginales, dando como resultado una sociedad polarizada donde unos pocos tienen un porcentaje altísimo del PIB y, por otro lado, se genera una inmensa mayoría de pobres, a los que no llega la riqueza del crecimiento económico, ni los beneficios de la globalización. Esto se ve con claridad meridiana con la actual pandemia, por ejemplo, con las clases por internet, en que la mayoría de los estudiantes pobres de todos los niveles escolares no tienen acceso a computadoras e internet y abandonan los estudios, ampliando la brecha entre ricos y pobres.
La privatización de empresas paraestatales generó una corrupción enorme, se estrechó la sociedad de empresarios con políticos y se toleró la corrupción. Una expresión icónica, que han seguido al pie de la letra los políticos, es aquélla de Carlos Hank González, del Grupo Atlacomulco a la que pertenece la dirigencia del PRI local, pero que siguen al pie de la letra los políticos del PAN: “Un político pobre es un pobre político”, en consecuencia, hay que robar del presupuesto el dinero para ser buen político y tener éxito.
¿Pero cómo se expresa el neoliberalismo en Querétaro? En primer lugar, en todo lo referente a programas sociales, hacen aparatos “pantalla”. Aparentan que hacen acciones de beneficio social, pero sólo se dirigen a su clientela política, como “Gobierno en la Calle”, que dejó al gobierno en la calle, sin que fuera un revulsivo que cambiara la situación de pobreza de los distintos espacios sociales.
Donde se observan con mayor claridad los efectos de las políticas neoliberales es en el desarrollo urbano, que se caracteriza por entender y gestionar la ciudad como un ente económico, privilegiando la obtención de beneficios financieros sobre la dimensión social. El urbanismo neoliberal comprende los siguientes campos: Gubernamental, económico, territorial y social. El gubernamental se expresa en las alianzas del gobierno con las empresas con modelos y lenguajes empresariales, la privatización de los servicios públicos. Por ello es urgente la separación del gobierno de los negocios, no son lo mismo. No más gobernadores empresarios o empresarios gobernadores. El matrimonio empresa-gobierno produce corrupción.
En lo económico se da una promoción de la ciudad como ente económico competitivo y la especulación inmobiliaria. Curiosamente al Anuario Económico del estado le llaman “Querétaro competitivo”. Se privilegia el auto particular en detrimento del público y se hacen obras con enormes recursos económicos, como la más reciente de la prolongación de Bernardo Quintana hacia Plaza Sendero, en vez de obras de transporte público tan necesarias y urgentes para la mayoría de la población que no tiene auto.
En cuanto a lo territorial, se caracteriza por la dotación de atributos de centralidad a espacios periféricos y la configuración de una estructura urbana en forma de red generando una polarización socio-espacial, al desplazar el centro las edificaciones del centro histórico pierden competitividad y valor. Esto se observa con claridad con Antea, Plaza La Victoria y Paseo Querétaro, que se emplazan como nodos en los circuitos de movilidad de capitales financieros, mercancías, conocimientos y personas.
Si lo que importa es la competencia con otras ciudades, entonces se incentiva a las administraciones públicas a gastar recursos que a la postre benefician al capital financiero, pero no a la población mayoritaria, con lo que se amplía la brecha entre ricos y pobres. Es posible y deseable un crecimiento equilibrado, en lo urbanístico y en lo económico que tome en cuenta las necesidades de los pobres, de ahí la importancia prioritaria del transporte público y de un cambio de visión urbanística. No es importante estar en el índice de Ciudades Globales, que mira hacia afuera e implica gastos estratosféricos y beneficia a un grupo pequeño de la población, es preferible mirar hacia adentro y establecer políticas redistributivas. Esto último es lo que hará Morena con el cambio de gobierno.
La gentrificación es la política neoliberal que implica el desplazamiento de personas de bajos ingresos por otras de mayores ingresos por las inversiones públicas que se aplican en diversas zonas para hacerlas “más competitivas” y desviando grandes recursos en obras para tales efectos. En otras palabras, se tratas de procesos de exclusión espacio-social de la población de menores recursos. Pues eso es lo que han hecho las administraciones del PRI y del PAN en Querétaro, por eso se tienen que ir, para permitir que MORENA rectifique con una visión social, el crecimiento urbano y económico de nuestra capital y estado.
Es necesario el cambio si se quiere de verdad la sustentabilidad y el desarrollo equilibrado, que vea hacia adentro, sin pretender competir con otras ciudades. Nunca seremos Dubai, ni queremos serlo, es preferible una ciudad donde todos los vecinos se conozcan, platiquen, hagan comunidad y sigan existiendo los barrios con sus mayordomos y topiles. Por eso urge la separación del poder político del económico, que es lo que busca Morena: El poder para el pueblo.