Capítulo VI
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En la ciudad de los violáceos atardeceres ¡Llegó el tren! Bueno, realmente solo comenzaron a llegar los trabajadores que llevarían todo lo necesario para la implantación de caminos ¡Pero era una euforia que nadie jamás había imaginado! A la par de los trabajadores que asistían a reuniones constantes en los caminos del otro bando – aquel barrio apartado de la ciudad de aquél morisco que fue desterrado por romperle la chaqueta al síndico municipal- de tal forma que los trabajadores que llegaron hicieron a bien construir pequeñas habitaciones cercanas a su lugar de trabajo para que no tuvieran que atravesar el caudaloso río – que parte la ciudad en dos, de oriente al poniente ¡Justo enfrente del templo de los franciscanos -.
La ciudad hervía en dos grandes sucesos ¡La primera muestra comercial de Querétaro! Y la llegada de la aún incomprensible y extraña carreta denominada tren ¡Eso es algo que no se pueden imaginar! Pero la verdadera euforia nace de la feria que se ha programado, el encargado de la planeación, tiempos, agendas y participantes es el ingeniero norteamericano que ha llegado por al diseño del tren Mister Jacob Shulz, de la compañía Union Pacific Railroad, quien a regañadientes ha dejado que la Marquesa de Salamanca Lorenda Duque de las Casas sea quien administre el dinero y a ciencia cierta no es que un ajeno a él destine los fondos ¡Sino una mujer sea quien lo haga! Ella debería hacer lo propio a su condición.
El Marqués de Salamanca que tiene sus atenciones de los negocios y propiedades en la Ciudad de México partes de sus haciendas y lúgubres negocios de recoger a los fallecidos en sus casas -con la nueva ley de registro civil reciente, la prohibición de enterrar a los difuntos en campo santo ¡Eso es menester del gobierno! Surgen comercios que ofrecen el servicio de velar, transportar y enterrar a los difuntos en panteones municipales – viene constantemente a la ciudad, mandando construir para sus necesidades la casona ubicada cercana a lo que será el solar contiguo al frontispicio del relicario templo de San Antonio, perteneciente a la orden de los franciscanos y que lleva en el abandono por la guerra del sitio ya varios años.
La feria busca que la Ciudad de México conozca las bondades de estos lares, Mister Jacob Shulz se ha dado a la tarea en sus tiempos libres – los más – delegando a los supervisores toda la ruta de colocación de las vías férreas -que a verdad de lo dicho la gente aún no sabe como será tal transporte – hacer un censo de comercios que se ofrecen y las bondades de cada uno de ellos que se pudieran colocar en la gran ciudad. El propio ingeniero sabe que un comercio que tiene éxito en una plaza ¡Puede repetir la hazaña en otro lugar! A esto en Norteamérica se le denomina “sucursales” esta fórmula ha tenido menguas ganancias, si tan solo logre encontrar un comercio exitoso y crear una sucursal en la ciudad con más población que la local ¡Daría el golpe de suerte perfecto!
En la lista de los anotados encontró una carpintería, la cual con trabajos de ebanistería y talla de madera ¡Hacían las más perfectas obras maestras de ángeles y querubines! Con una majestuosidad en los detalles, así que ni tardo le colocó en los talleres de la muestra dejándoles un encargo ¡Hacer tallas de diferentes advocaciones de vírgenes y santos! Buscando la vestimenta adecuada – con riguroso honor al original – después son cubiertos con capelos de cristal ¡Dando una imagen de calidad hermosa!; otro negocio que levanta la atención es una ordenada y bien administrada tienda de productos para el ganado “Hermanos Ramírez” se denominan, venden desde una reata, sillas de montar, cubos de madera, quien atiende es de buen servicio y si no tiene lo pedido se hace del compromiso de localizarlo; un negocio más es el de comida ¡Ahora con la llegada de los trabajadores de la empresa norteamericana a aumentado al triple! Le llamó la atención que en una caja de madera a la cual le habían colocado el nombre de cada trabajador, con papeles de cera envolvían un trozo de carne de puerco, papas, frijoles y arroz, cada día tenían preparado el rancho para el trabajo, al regresar por la noche los trabajadores devolvían la caja afuera del comercio y al otro día ¡Tenían listo su comida con la misma dinámica!
La lista tenía neverías, dulcerías, restaurantes infinidad de interesados, pero una muestra requería de grupos culturales, coros, algún intérprete de piano o música clásica. Por otro lado, los alguaciles de la ciudad se enfrentan a un alza en la delincuencia motivo por la llegada de los trabajadores de la compañía americana quienes, con dinero, gustosos de las bebidas espirituosas y con la ciudad volcada a atenderlos ¡Las riñas y los golpes no se han hecho esperar! Manteniéndolos ocupados por largas horas de la noche ¡Y de las mañanas más!
María Lorenda Marquesa de Salamanca a aprovechado la llegada de varios personajes a la ciudad que distinguen a Mister Shulz y que tiene a bien observarse, quienes al hospedarse en la propia casa designada por el americano logran traer equipaje amplio ¡Implica tal vez quedarse semanas en la ciudad! Por ello ni tarda envió a uno de sus hombres a entregar sendas invitaciones por separado en días y horas para la entrevista con la marquesa, la cual a simple dato era solo ¡Probar una simple fruta cubierta con licor! Con motivo de darles la bienvenida.
¡Los americanos asombrados accedieron!
El primero en fue el capitán del antiguo ejército confederado Mister Jhon Canahan, un encargado de la compañía del tren de Massachusetts quien venía a observar la licitación – ambas empresas peleaban por tener el derecho de construcción de las vías férreas en México, debido a que la planeación resultó ser un negocio lucrativo, cientos de miles de vías de ferrocarril harían del acero el negocio redondo – que había sido un gran amigo de Mister Shulz en el ejército confederado.
Un hombre de blanca barba y finos bigotes bien peinados -se miraba que en sus años no debió de tener problemas con las mujeres – que ya sus ojos color de cielo reflejan el cansancio de un hígado dedicado al consumo de su “agua de fuego” y al tabaco ¡Pero de una simpatía como ninguno! Llamó la atención de la marquesa de Salamanca, quien le recibió en fino vestido de coctel y sombrero a ras, escote frondoso y un abanico – para espantar a las moscas- que hacía juego en todo el conjunto, motivada ante la presencia del extranjero ¡Trató de colocarse a la altura del visitante! Un distinguido directivo de la empresa de trenes ¡Aunque aún la propia María Lorenda! No comprendía bien el asunto.
Le recibe en su salón de visitas -un hermoso vestíbulo con finas tallas y muebles a la usanza de Londres, cortinas y elevados ceniceros, al fondo una mesa de marmóreos destellos y al central del salón una hermosa talla del dios Hermes – y agasajado festín para el visitante.
-Qué distinción de la marquesa para darme oportunidad de conocerle y ponerme a sus pies ¡Permítame! -se presentaba el invitado besando la mano.
– Bienvenido Mister Canahan, gracias por aceptar, deseo en mucho que esta entrevista nos podamos poner de acuerdo una servidora de su entera persona.
-Escuchamos mi lady.
María Lorenda le platicó el infortunio de la pérdida de lo robado a su familia – sin detalles específico claro es – de que ella sospecha de algunos mexicanos de alto poder -especialmente por las logias masonas- hayan tenido que ver en tal hecho de lograr que su tesoro aún pudiera estar en el país o invertido en algún negocio.
-¿Usted considera Mister Canahan que la repentina llegada del tren a estas tierras tuviera que ver con eso? En el afan de solo considerarlo propio ¿Considera que estoy exagerando?
Una sonrisa del americano surgió, una vez dio el primer sorbo de la crema de membrillo que se le ofreció.
-¡Exquisita crema mi lady! En lo referente a su pregunta – mientras se alisaba el bigote- ¡Tal cantidad de monedas de oro no significan dejar de preocuparse! Yo las buscaría hasta el confín más lejano de la tierra conocida ¡Y desconocida también! Esto del tren es significado de modernidad ¡En Estados Unidos creemos en la prosperidad de los negocios! Y solo la comunicación de los pueblos por esta vía del llamado “monstruo de acero” nos la puede dar, claro que es una colosal odisea tal visión y de costos ¡No se diga! ¡Cientos de miles de dólares cuesta esto! Pero la ganancia es brutalmente mayor al más del quinientos por ciento mi lady ¡Las fortunas de inversión se multiplicarán como nunca se ha visto!
-Un negocio al fin mi señor.
-¡Así le miramos! Pero mi lady existen algunas inconsistencias de lo que me platica ¡Solo por corroborar! Este tesoro que le robaron ¿Usted lo tenía guardado y en dónde? No considere un desacato o falta de respeto ¿Cómo le roban tal cantidad y dónde le tenían guardado? Estamos hablando de al menos unas veinte carretas considerando que así transportamos la paga a nuestros trabajadores ¡Solo imagine y multiplique!
-Mi señor estaba a buen resguardo, quienes nos lo robaron tuvieron suficiente tiempo de planear la hazaña ¡Estuvimos en sitio rodeados por el ejército del Norte por largos tres meses! Oscultaron cada rincón.
El norteamericano se levantó de su asiento y caminó junto a la hermosa talla del Hermes griego.
-Esta escultura muestra el más íntimo detalle ¡Es excelsa! ¿Dónde la consiguió?
-Regalo de la madre de mi esposo el marqués de Salamanca.
-Mi lady, el futuro de los negocios para los próximos cincuenta años nada tiene que ver con papeles, propiedades o cualquier cúmulo de empresas ¡El verdadero futuro es el oro! Quien tenga la mayor cantidad de este preciado metal tendrá la oportunidad de controlar el mundo que conocemos, el oro podrá hacer que las empresas inviertan en vías del ferrocarril, en barcos, fundar ciudades, en todo aquello que genere riqueza, pero para comenzar cualquier gran negocio se necesita el respaldo del metal que sea valioso en cualquier parte del mundo.
-Quiero entender mi señor que me fue robado el metal para invertir en grandes empresas.
-Astutamente así considero que pasó ¡Quien lo extrajo sabría de algunos negocios que vendrían a este país! Y ahora tal vez esté aplicándolo…
-¡En el tren! -interrumpió María Lorenda.
-¡Puede ser mi lady!
El extranjero dejó clara la posición ¡Le robaron el oro para invertirlo en empresas que darían futuro al país!
-Mister Canahan, disculpe mi atrevimiento ¿Cuál es el motivo de su visita a esta ciudad? Nací aquí ¡No es atractiva cómo tal! Está derruida, los conjuntos religiosos abandonados ¡Algunos negocios pequeños dan de qué hablar! Pero en general la feria que desea hacer Mister Shulz solo muestra simples notas de una ciudad ¡Hermosa sí! pero con grandes dificultades.
El americano sacó sus cigarros de confección de Virginia, abrió el empaque y con sus fósforos aromatizó el salón con vetas del preciado tabaco, entre canelas y distinciones de madera de cedro.
-Mi lady, no hay ninguna razón de la visita de un servidor a esta ciudad que no fuera el de hacer negocios con Mister Shulz, quien controla la construcción del tren ¡Por único encargado contratista! Y hoy en día la “renta de personal altamente calificado” es un gran negocio ¡Por encima del acero! Esa es mi simple razón.
Continuará…