Por una #SociedadHorizontal
La irrupción de la tecnología ha traído consigo enormes retos. Al mismo tiempo que plataformas ampliamente conocidas mejoran la vida de consumidores al ampliar la oferta en calidad y cantidad a la que éstos tienen acceso, con ejemplos consolidados como Uber o AirB&B, al mismo tiempo han generado cambios dramáticos al “estatus quo” que imperaba antes de su aparición. Las tecnologías exponenciales se han esparcido a lo largo de la última década a todos los ámbitos de la vida cotidiana. Con ello, globalmente se han modificado desde los modelos de organización social y de prestación de servicios, hasta las dinámicas institucionales y relaciones de poder.
México no es la excepción. Las escenas que vimos a lo largo de la semana pasada en Cancún, dan muestra clara de esta situación. Choferes afiliados al Sindicato de Taxistas Andrés Quintana Roo bloquearon las dos vías de acceso a la avenida Kukulcán, única arteria que conduce a la zona hotelera, en rechazo a que la plataforma de transporte “Uber” opere en la ciudad. El cierre provocó caos vehicular y obligó a que se realizara un despliegue con grupos antimotines, elementos de la Guardia Nacional y de la Secretaría de Marina para disuadir a los inconformes y para trasladar turistas al aeropuerto.
Especialmente, las imágenes de una familia de turistas rusos, amedrentada e impedida de continuar su viaje en “Uber”, causó enorme indignación y se viralizó de inmediato. Varias unidades de taxis los interceptaron y tras señalar que es “ilegal” el uso de dichos vehículos, detuvieron su paso, con la consecuente crisis nerviosa de los pasajeros. Lo anterior pese a que un Tribunal Colegiado determinó desde el pasado 11 de enero que dicha plataforma, así como otros servicios de transporte por aplicación móvil, pueden operar en Quintana Roo.
Aunque la presidenta municipal de Benito Juárez, Ana Patricia Peralta, aseguró que ante las afectaciones provocadas por varios socios, está en proceso la revocación de algunas concesiones de integrantes del Sindicato, como consecuencia de estos hechos. Sinembargo, los llamados de atención han sido ignorados. Las organizaciones de taxis continúan hostigando e incluso Rodrigo Alcázar, director del Instituto de Movilidad del estado, desmintió la versión de su jefa.
Las escenas lastiman nuevamente al principal destino turístico del país. Desde hace algunos años, las noticias de violencia e inseguridad se han incrementado con preocupación. Adicionalmente, el fenómeno del sargazo ha afectado la afluencia de turistas. No podemos permitir que esta situación también empañe la imagen de Cancún. La gobernadora Mara Lezama debe tomar cartas en el asunto y actuar de manera contundente.
El cambio tecnológico trae consigo nuevas lógicas sociales. La relación que los políticos tuvieron a lo largo de muchas décadas, con grupos sindicalistas que por aglutinar a proveedores de servicios -sin necesariamente garantizarles mejores prestaciones y salarios a sus integrantes- garantizaban votos y apoyo electoral, progresivamente ha perdido razón de ser. Las viejas alianzas cada vez carecen más de esa fuerza, gracias a que hoy sus integrantes y la sociedad entera, tiene elementos menos verticales para informarse, comunicarse y organizarse. Las autoridades del municipio de Benito Juárez deberían entender pronto que, el trayecto hacia una dinámica cada vez más descentralizada y horizontal, es vertiginoso, por lo que requerirá de nuevos arreglos institucionales, de nuevas relaciones entre gobernantes y gobernados.
Sirva este ejemplo, para todos los ámbitos de la vida pública, donde las viejas lógicas corporativas y clientelares, se vuelven más frágiles al ser expuestas con transparencia a toda la población. Por lo pronto, en redes sociales, los cibernautas han pedido boicotear a los taxistas y han solicitado que el próximo 27 de enero, nadie utilice este servicio, como protesta en contra de su forma de actuar. Esa es la #SociedadHorizontal en acción.